La montaña de Suiza que puede cambiar las reglas del juego de la energía
Desde finales del siglo pasado muchos geólogos han defendido que el hidrógeno blanco existe en grandes cantidades bajo la corteza terrestre.

Un equipo de científicos ha descubierto la posible existencia de grandes reservas de hidrógeno blanco bajo algunas de las cadenas montañosas más importantes del mundo, según informa la CNN.
De acuerdo con el estudio, la presencia de hidrógeno blanco en estas cadenas montañosas podría impulsar el uso de este combustible, que se ha presentado durante los últimos años como una de las opciones más viables para reemplazar los combustibles fósiles.
Desde finales del siglo pasado muchos geólogos han defendido que el hidrógeno blanco, también llamado “natural” o “geológico”, existe en grandes cantidades bajo la corteza terrestre. Sin embargo, la falta de grandes volúmenes de reservas imposibilitaba su implementación como una fuente de energía estable para la humanidad.
Para solucionar este problema, un equipo de científicos aplicó modelos informáticos que pudieran simular el movimiento de las placas tectónicas para intentar descubrir que regiones son más propensas a producir hidrógeno blanco. De esta forma, se descubrió que regiones como los Pirineos, los Alpes suizos o el Himalaya son posibles focos de combustible.
“Sabíamos que la naturaleza produce hidrógeno, pero nunca se había explorado realmente como una opción para la producción de energía”, explicó Frank Zwaan, director del estudio y geólogo del Centro Helmholtz de Geociencias en Alemania, a la CNN.
El hidrógeno, al solo generar agua al consumirse, se ha presentado dentro de muchas industrias como una energía limpia, especialmente en aquellas con altos niveles de consumo energético. Sin embargo, gran parte del que se produce y utiliza en entornos industriales es generado a través del consumo de combustibles fósiles.
Proceso de formación complejo
Este combustible natural exige de muchos procesos para su formación, incluida la desintegración radiactiva de la corteza. Pero Zwaan y su equipo se centraron en estudiar la “serpentización”, donde el agua interactúa con rocas ricas en hierro del manto para producir hidrógeno.
Si bien estas rocas suelen estar en las profundidades de la tierra, algunos procesos geológicos pueden empujarlas hacia la superficie. Así, cuando los continentes se separan o colisionan, existe la posibilidad de que las rocas del manto se eleven, permitiéndoles interactuar con fallas profundas que permiten la circulación de agua.
Geogrey Ellis, geoquímico del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), explicó a la CNN que estos procesos son ya bien conocidos, y que lo novedoso de esta investigación reside en que “ofrece un enfoque cuantitativo” para evaluar el potencial de hidrógeno blanco en diferentes entornos.
Un gran camino por recorrer
Según explica Zwaan, aún quedan muchos pasos para lograr crear una industria viable de hidrógeno blanco, que exige desarrollar métodos de extracción fiables y económicos, así como una infraestructura capaz de almacenarlo y transportarlo.
“No debemos esperar que sea una solución milagrosa instantánea”, asegura.
El geólogo se muestra sin embargo optimista frente al desarrollo de este nuevo combustible, afirmando que “el petróleo era una curiosidad hasta que la técnica estuvo lista para su aplicación a gran escala”, y explicando que el hidrógeno blanco “podría seguir un camino similar”.
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