El ‘Happy Birthday’ más famoso de la historia que desató todos los rumores entre Marilyn y JFK: “Ahora, ya puedo retirarme”
La noche en que el glamour de Hollywood y la política de Washington se fundieron en un susurro inolvidable en el Madison Square Garden de Nueva York.


El 19 de mayo de 1962, poco antes de las 10 de la noche, el mundo fue testigo de un momento mágico e irrepetible. Fue en el Madison Square Garden de Nueva York, y duró menos de un minuto. Casi un instante. Marilyn, ceñida en un vestido de gasa de color carne, casi transparente, cubierto con más de 2.500 cristales cosidos a mano, dejó sin respiración a los más de 15.000 presentes mientras entonaba el “Happy Birthday” (“Cumpleaños Feliz”) más dulce y memorable de todos los tiempos. La respuesta del homenajeado también fue antológica: “Ahora, ya puedo retirarme”.
Lo más curioso es que ese día no era realmente el cumpleaños del agasajado. John F. Kennedy, presidente de los Estados Unidos, había nacido un 29 de mayo, 45 años antes. Pero el evento se tuvo que adelantar diez días por problemas de disponibilidad del Madison Square Garden y en la agenda presidencial. La gala no era solo una celebración de cumpleaños. También era un evento de recaudación de fondos para la campaña de reelección del presidente.
El romance entre Marilyn y JFK
Fue sorprendente que Jacqueline Kennedy, la primera dama, prefiriera pasar el día en un evento ecuestre con sus hijos en lugar de asistir a la celebración pública del cumpleaños de su marido. Posiblemente, tomó esa decisión en cuanto supo que el 11 de abril, Kenneth O’Donnell, asesor cercano del presidente, había invitado al evento a Marilyn Monroe, que según los rumores mantenía un romance con JFK.
Aunque hay versiones contradictorias, según parece, Marilyn y JFK se conocieron en una cena organizada por la hermana del presidente, Patricia Kennedy, y su esposo, el actor Peter Lawford, en 1961. Se supone que el único encuentro íntimo entre ellos tuvo lugar el 24 de marzo de 1962 en la casa del cantante Bing Crosby en Palm Springs, dos meses antes de la fiesta de cumpleaños.
Para JFK solo fue una más de sus conquistas, pero Marilyn pensó que esa relación podría evolucionar y la invitación al evento se convirtió para ella en un acontecimiento decisivo. Estaba en pleno rodaje de ‘Something’s Got to Give’ y abandonó el set para preparar el evento, lo que provocó su posterior despido de la película.
Un vestido para la historia
Quería deslumbrar como nunca lo había hecho y encargó el diseño de su vestido al modisto francés Jean-Louis Berthault, que vestía habitualmente a Marlene Dietrich. Este creó un vestido de gasa de seda muy fina, color carne y transparente, con más de 2.500 cristales cosidos a mano y diseñado para ajustarse como una segunda piel. Marilyn decidió no llevar ropa interior para acentuar la ilusión de desnudez. Iba tan ceñido que tuvieron que cosérselo sobre el cuerpo justo antes de la actuación.
Para aumentar el efecto, su aparición fue cuidadosamente coreografiada para maximizar el impacto visual. Llegó tarde al escenario envuelta en un abrigo blanco de armiño. Cuando se lo quitó, hubo un clamor de asombro, se hizo un silencio casi religioso, ella suspiró… todo el Madison estalló en aplausos y ella comenzó a cantar.

Un ‘Happy Birthday’ antológico
Marilyn había dedicado los dos días anteriores a ensayar su actuación en secreto. No solo entonó el mítico “Happy Birthday, Mr. President”, luego continuó con una versión adaptada del “Thanks for the Memory”: “Gracias, señor Presidente / por todas las cosas que ha hecho / Las batallas que ha ganado / La forma en que lidia con U.S. Steel / y con nuestro montón de problemas / Se lo agradecemos muchísimo”. Terminó haciendo que todo el estadio cantara el “Happy Birthday” mientras aparecía una gigantesca tarta de cumpleaños.
El tono íntimo y sugerente de Marilyn, su voz susurrante, convirtió su actuación en un espectáculo sensual en el que todos sobraban. Todos menos JFK y ella. Una tensión sexual que se palpaba delante de 15.000 testigos. Jacqueline hizo bien en irse a la hípica.
Esa noche fue la última vez en que Marilyn y JFK fueron vistos juntos y, curiosamente, la única fotografía que existe de ambos fue tomada en la fiesta posterior al evento por el fotógrafo oficial de la Casa Blanca, Cecil Stoughton. El vídeo de la actuación de Marilyn es uno de los más reproducidos de la historia y un icono del siglo XX.
Pocas semanas después, el 4 de agosto de 1962, Marilyn Monroe murió de sobredosis de barbitúricos. Tenía 36 años. Un año y medio después, el 22 de noviembre de 1963, JFK era asesinado en Dallas. Tenía 46 años. Desde entonces, cada vez que alguien entona un ‘cumpleaños feliz’ en el mundo, y eso ocurre todos los días miles de veces, ellos vuelven a estar juntos. Como quería Marilyn.
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