EEUU ‘fulmina’ a la comandante de su base militar en Groenlandia: “Se esperaba su adhesión a los estándares de conducta”
EE.UU. reacciona ante declaraciones sobre la soberanía groenlandesa, destituyendo a la coronel.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha tomado una decisión rotunda al destituir a la coronel Susannah Meyers, comandante de la base militar de Pituffik en Groenlandia. Esta medida se produce después de una serie de incidentes relacionados con las declaraciones realizadas por el vicepresidente J.D. Vance, que generaron tensiones diplomáticas entre Washington y Copenhague, así como en el propio seno de las fuerzas armadas estadounidenses.
El punto de conflicto se originó cuando el vicepresidente de EE. UU., J.D. Vance, expresó durante una visita oficial a Groenlandia su postura sobre la soberanía del territorio, sugiriendo que EE.UU. debería considerar la posibilidad de que la isla se convirtiera en parte de su territorio. Esta declaración causó un malestar inmediato tanto en las autoridades danesas como en muchos sectores políticos de Groenlandia, que vieron en las palabras de Vance una violación a su autonomía y una muestra de intenciones expansionistas.
En un contexto de creciente malestar, la coronel Meyers envió un mensaje interno a los de la base militar de Pituffik en el que se mostró contraria a las declaraciones de Vance. Según la coronel, la base, que alberga personal de diversas nacionalidades y cuya misión es puramente de cooperación internacional, no debería ser vista como un instrumento de intereses de EE. UU. sobre la soberanía groenlandesa.
Este mensaje, que se filtró a los medios, fue interpretado como una postura desafiante hacia la istración del Pentágono, que considera que los altos mandos deben alinearse completamente con la política exterior de la nación. Tras una revisión interna, el Pentágono decidió destituir a Meyers, alegando que su comportamiento comprometía la disciplina y los estándares esperados de un oficial superior. “De los comandantes se espera su adhesión a los más altos estándares de conducta, especialmente en lo que respecta a la imparcialidad en el desempeño de sus funciones”, se afirma en el comunicado oficial del Mando de Operaciones Especiales.
Reacciones dentro del Pentágono y del gobierno danés
La decisión de destituir a la coronel ha generado diversas reacciones dentro del Pentágono y en el gobierno de Dinamarca. El portavoz de la defensa estadounidense, Sean Parnell, afirmó que los comentarios de Meyers no eran compatibles con la imagen y los principios que EE. UU. desea proyectar en el Ártico. En cuanto al gobierno danés, ha expresado su satisfacción por la pronta reacción del Pentágono, ya que considera que cualquier declaración que ponga en duda la soberanía de Groenlandia debe ser tratada con la máxima seriedad.
Groenlandia, aunque bajo soberanía danesa, tiene un alto grado de autonomía, y sus habitantes han dejado claro en varias ocasiones que no están interesados en formar parte de EE. UU. Esta situación se ve reflejada también en la base de Pituffik, que aunque tiene una relevancia estratégica para los intereses estadounidenses y de la OTAN, sigue siendo un símbolo de la cooperación internacional en una zona sensible y de alta competencia geopolítica.
La destitución de Meyers pone de manifiesto la complejidad de las relaciones entre EE. UU., Groenlandia y Dinamarca en términos de soberanía y seguridad en el Ártico. Aunque las bases de cooperación continúan, la falta de alineación entre los intereses de Washington y los de las autoridades groenlandesas podría generar nuevos desafíos en la región. En el futuro, EE. UU. tendrá que manejar con más cautela sus declaraciones sobre la soberanía de Groenlandia, si desea mantener la colaboración en materia de defensa y exploración de recursos naturales en la zona.
El incidente en Groenlandia también pone de relieve la creciente importancia estratégica del Ártico en el contexto actual de rivalidad geopolítica. Con el cambio climático abriendo nuevas rutas de navegación y revelando recursos naturales valiosos, la región se ha convertido en un centro de atención para potencias globales como Rusia, que ya ha comenzado a aumentar su presencia militar en la zona. En este escenario, la cooperación entre países como EE. UU., Dinamarca y Groenlandia es más crucial que nunca para garantizar la estabilidad y el control de la región.
En los próximos meses, las autoridades estadounidenses tendrán que manejar con más tacto las cuestiones relacionadas con Groenlandia, en especial dado el creciente interés en los recursos y la seguridad en el Ártico. La destitución de Meyers es solo una de las primeras señales de que el control de esta región, cada vez más codiciada, no estará exento de tensiones.
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