El truco que utiliza Mercadona para que gastes más: funciona con casi todos los clientes
Esta sencilla estrategia que usa la cadena de supermercados comienza desde el primer momento que entras en el establecimiento.
La forma en la que se organiza un supermercado no es casual, todo está medido ateniendo a los estímulos que los clientes reciben. Cada estantería, pasillo e incluso lo que se siente al entrar a la tienda tiene como objetivo principal, influir en el comportamiento del consumidor. Normalmente, a la hora de entrar a un supermercado lo habitual es encontrarse como colores vivos y llamativos, además de dientitos aromas que inspiran frescura. Esta primera toma de o con el cliente es primordial, para crear una conexión con él y provocar interés en investigar el resto de la tienda. En este sentido, Mercadona es un estupendo practicante de estos métodos.
Productos y estanterías adaptadas a las necesidades del cliente
Los productos de primera necesidad como la leche, el pan, los huevos o la harina se suelen situar al final del establecimiento con el objetivo de que el cliente tenga que atravesar el resto de pasillos hasta alcanzar el producto que desea. Ahora bien, durante este recorrido el cliente observa un gran volumen de productos que no tenía pensado comprar, pero al pasar por ese pasillo hasta llegar a lo que realmente quiere, puede caer en la tentación de adquirir otro producto previamente. Otro detalle importante en la distribución de los establecimientos de Mercadona, son la disposición de las estanterías. Los artículos destinados a los niños, como dulces o cereales, suelen colocarse en los estantes inferiores, a su alcance y posición, mientras que los productos para adultos se ubican en los estantes más altos, lo que hace que sean más fáciles de acceder para quienes los buscan.
Tentaciones en las zonas de pago
Otras de las prácticas en las que muchos clientes terminan comprando un producto que no tenían pensando adquirir es en la zona de caja. Normalmente, los supermercados y en especial Mercadona colocan determinados productos atractivos como Chocolates, chicles o pilas justo en la zona de pago, con el objetivo de tentar al consumidor en los últimos instantes de la compra. Son productos que no se encuentran a la vista, pero que se terminan comprando en muchas ocasiones por su ubicación visible y accesible.
Por otro lado, el tamaño de los carros también juega un papel importante. Cuando un carrito es grande, en muchas ocasiones aunque haya productos da la sensación de estar algo “vacío” por lo que tienta a los clientes a comprar algún producto más, aunque no sea necesario, para rellenar el vacío del carro. Además, según indica un estudio de Marketeer, el diseño de la tienda está diseñado para que los compradores sigan un camino específico. Esta ruta requiere pasar por varias zonas y tramos específicos, aumentando el tiempo de estancia en el supermercado y la exposición a diferentes productos.
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