Toma una cucharada de aceite de oliva en ayunas todas las mañanas: así ha empezado a afectar al cuerpo
Según Vogue, beber aceite por la mañana es imprescindible para una dieta saludable por estos motivos.

El aceite de oliva virgen extra, conocido como el “oro líquido” de la dieta mediterránea, ha sido alabado durante siglos por sus propiedades nutricionales, y ahora suma una nueva tendencia saludable: tomarlo en ayunas cada mañana. Aunque su uso más conocido es como condimento en múltiples platos, beber una cucharada al despertar —sin haber ingerido ningún alimento— se ha convertido en una práctica respaldada por expertos y cada vez más popular.
Y es que según la periodista de la revista Vogue, Verónica Cristino, quien lo ha experimentado en sus propias carnes, la gama más alta de aceite tomado en ayunas actúa como un potente protector gástrico, mejorando la digestión, reduciendo los síntomas de gastritis, reflujo y acidez estomacal. Además, limpia el hígado, regula la microbiota intestinal y potencia la absorción de vitaminas y minerales esenciales que se ingieren durante el desayuno. También es una fuente concentrada de antioxidantes y polifenoles, que contribuyen a combatir el envejecimiento celular, tal y como escribe Cristino en el magazine de moda y belleza.
La Dra. Annamaria Acquaviva, directora científica del Palazzo di Varignana, señala que “gracias a su complejidad molecular”, el aceite de oliva virgen extra, como bien es sabido, no solo potencia el sabor de los alimentos. Si no que también “aporta una serie de beneficios sistémicos cuando se toma en crudo y con el estómago vacío”. El mayor receptor de estas ganancias es el sistema inmunológico, gracias a una grasa monoinsaturada rica en ácido oleico, linoleico, vitamina E, fitoesteroles y escualeno. Estos compuestos a su vez regulan el colesterol, ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y pulmonares, y favorecen el bienestar de los huesos y las articulaciones.
¿Cómo y cuánto aceite tomar?
Según Vogue, la recomendación general es beber una cucharada (aproximadamente 8-10 gramos) en ayunas y esperar al menos 30 minutos antes del desayuno para una mejor absorción. Se puede optar también por una variante con unas gotas de limón, que potencia aún más la digestión.
No obstante, los expertos recuerdan que, aunque saludable, el aceite de oliva es calórico (unas 80 kcal por cucharada), por lo que no se debe exceder la dosis recomendada, especialmente en dietas hipocalóricas. El límite diario ideal para una persona sana y activa es de hasta 4 cucharadas repartidas en el día, siempre teniendo en cuenta el resto de la alimentación.
Algunas personas optan por tomarlo antes de dormir, aprovechando su contenido natural de melatonina, que ayuda a mejorar la calidad del sueño. Sin embargo, según un estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology, la toma matutina en ayunas puede generar una mayor biodisponibilidad de sus nutrientes.
Por otro lado, no todo lo que reluce es oro, y no todo aceite etiquetado como “virgen extra” garantiza calidad. Aleandro Ottanelli, experto oleícola entrevistado en Vogue, recomienda verificar el origen en la etiqueta, desconfiar de precios excesivamente bajos, y si se es más minucioso, ar directamente con los productores. “Un buen aceite se reconoce por su aroma fresco a aceitunas y su sabor ligeramente amargo y picante”, explica.
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