Un dron láser hace un descubrimiento sorprendente de 5.000 años de antigüedad en estos bosques
En el norte de Rumanía, los arqueólogos han encontrado una autentica fortaleza con ayuda de una tecnología innovadora “con una precisión de milímetros”.
La tecnología y la innovación persigue la misión de facilitar y mejorar la vida de las personas. Tanto en ámbitos personales como profesionales. Por ello, que la arqueología también implemente métodos y técnicas punteras no es ninguna sorpresa. Y es que en Rumanía han hecho prueba de ello, con un descubrimiento histórico, en todos los sentidos.
En el bosque de Vânători, en el condado de Neamț, al norte del país, los arqueólogos han encontrado, con ayuda de drones equipados con láser, nueve fortificaciones que datan de hace 5.000 años. Gracias a la tecnología LIDAR, de sus siglas en inglés de Detección y Medición por Láser, pudieron acceder por zonas inaccesibles en bastas áreas naturales. Esta ingeniería funciona proyectando luz láser y midiendo el tiempo que tarda en regresar al sensor después de ser reflejada, permitiendo la creación de mapas 3D precisos y la localización de objetos en diferentes entornos.
El descubrimiento viene precedido por otro hallazgo meses antes, en el que ubicaron varias hojas de hacha, la punta de sílex de una flecha y restos de cerámica, en un terreno que, a priori, se creía que era un desnivel típico del terreno. Sin embargo, y según Vasile Diaconu, investigador del Complejo del Museo Nacional de Neamț al medio rumano Stirile, se trataba de “una zanja de casi 100 metros, con una anchura de 10 metros y una profundidad que llega a los dos metros en algunos puntos”.
Más concretamente, lo que descubrieron fue un sofisticado sistema defensivo de la Edad de Bronce, con nueve fortificaciones que lo confeccionaban. Y fue el ojo láser del LIDAR, capaz de atravesar la maleza y leer la topografía con precisión milimétrica, el que ha revelado la verdadera magnitud del hallazgo.
Un hito arqueológico que nace de un antiguo alumno
El descubrimiento, comandado por Geocad Services, Geo Edu Lab y el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo para la Física de la Tierra, es pionero en la arqueología rumana: es el primero que se realiza con tecnología LIDAR en el país balcánico. “Pudimos leer el paisaje bajo el manto verde como si fuera un mapa de relieve”, explica Alexandra Gerea, investigadora del Instituto Nacional de Física de la Tierra. “Y en este caso, ese mapa nos habló de muros, zanjas y estructuras defensivas que narran una historia de lucha y protección".
Sin embargo, lo más curioso de este asunto es el inicio del proyecto. Vlad Dulgheriu, antiguo alumno de Diaconu, le propuso utilizar esta tecnología para explorar la región. Lo que nació de un correo electrónico terminó por abrir un portal a una era olvidada. “Es hermoso ver cómo un alumno traza su propio camino, y ese camino lleva a descubrir los cimientos de otros caminos, de otras vidas”, confiesa el arqueólogo con emoción.
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