El Real Valladolid está atrapado en una encrucijada. Ni lo compra nadie, ni a Ronaldo se le nota energía.
El club está parado a la espera de lo que suceda con la propiedad y pierde un tiempo precioso para construir el próximo proyecto con la intención de ascender.
A la espera de que se confirme la venta del Real Valladolid, el partido del Barça no levanta el interés habitual, mientras el Atlético Tordesillas mete la pata.
Salvo milagro será este jueves en el Villamarín. Incluso antes si el Girona puntúa ante el Betis y Las Palmas gana en Bilbao. En este caso sería el miércoles.
El brasileño quiere vender, pero no encuentra comprador y pasa olímpicamente de lo que pensemos o queramos en Valladolid. Ni se altera.
El esperpento que ofrece este club es proporcional al abandono que ejerce, entendemos estos días que desde Brasil, su presidente y propietario
Es el lema instalado en el argumentario de cualquier declaración que realizan los responsables del Real Valladolid “estamos en proceso de análisis”.
Urge pasar página cuanto antes y ponerse a preparar la temporada que viene sea con Ronaldo, ahora mismo lo más probable, o sin él.
No parece un brindis al sol lo del PSOE lanzando el órdago de reunir capital local para buscar una solución a la venta del Real Valladolid.
El único objetivo, ahora, tiene que ser pensar en la vuelta a Primera División. Y si no vende Ronaldo, con el brasileño al frente.
Con el equipo virtualmente descendido, la misión principal del club debe ser la reconstrucción y la creación de una plantilla para pensar en el ascenso.
Quedan tres meses de Liga. Quedan, todavía, trece jornadas. . La sensación es de temporada amortizada y de que ya da todo igual, pero no es así.
El todavía presidente y máximo accionista del Real Valladolid se mantiene oculto, no abre la boca ante una afición desilusionada.
Están tan mal las cosas que no queda otra que agarrarse al clavo ardiendo de ganar el siguiente partido, pero no veo demasiadas cosas a las que aferrarse para confiar.
El Real Valladolid no cumplió con el deber de mejorar su plantilla en una ventana de transferencias que deja a Cocca con pocos mimbres.
Al margen de Nikistcher, al Real Valladolid le faltan otros cuatro refuerzos para completar la plantilla con un mínimo de garantías.
La galopante falta de gol y la facilidad con la que se encaja abocan a una situación clasificatoria que complica el calendario.
Lo más importante fue que vimos tácticamente un equipo que manejó el partido mejor que el rival.
El equipo, muy flojo, no reacciona con el argentino, que tampoco está dando con la tecla para que el rendimiento de los jugadores mejore.
Los números y las sensaciones que han ofrecido los jugadores en estos primeros meses de competición son muy preocupantes.
No hay otra posibilidad. La situación es tan sumamente complicada que hay que ver si hay posibilidades de llegar con vida al destino.
El horrible momento del club y del equipo contrastan con la “pachorra” del director deportivo que tiene al Real Valladolid como colista y sin entrenador.
El Real Valladolid se hunde irremisiblemente y nadie parece capaz parar la caída.
Tenían que cambiar cosas en el Real Valladolid después del flojísimo partido de Pamplona y tras la derrota cosechada en Zorrilla ante el Villarreal.
No es casualidad que sea penúltimo en la tabla y que su juego, hasta la fecha, haya sido absolutamente decepcionante.
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