El Granca le mete un bocado al ‘playoff’

Tampoco es que haya rastro de desdicha en su victoria de esta noche, pero el Gran Canaria se quedó a un punto de conseguir un doble triunfo ante el Joventut. Resulta que el equipo insular acaba de arrancarle una victoria de tronío de cara a su clasificación para el playoff, que los volverá a jugar salvo sorpresa, pero el average con la Penya se quedó empatado. Gloria para unos y paz para todos.

Dentro de la coralidad que ofreció la hueste grancanaria destacaron, otra vez, Brussino y Tobey, de largo los jugadores más fiables y constantes del equipo de Lakovic, que no se entiende sin el timón de Albicy, que no está para el resto pero sí para los suyos (seis asistencias). El Joventut se agarró a Tomic, Dekker, Hanga o Pustovyi, ex del Granca, hasta que el último arreón local le sacó de un duelo en el que se tuvo que conformar con perder de lo menos posible, algo vital en tan igualada competición.

El partido amanecía intenso, vibrante, por momentos una delicia para la vista. Una secuencia triplista firmada por Albicy, Kraag y Shurna lo dejaba todo en 10-8. El escolta holandés llevaba el megáfono verdinegro en ataque para hacer que la Penya se estirara hasta el 11-16, mas Homesley enchufó desde la periferia para mantener una igualdad prácticamente máxima al final este primer acto: 17-18.

Ni que se hubieran lanzado un órdago recíproco, Granca y Joventut aceptaron el duelo de francotiradores en el que se convertía el espectáculo. Ocurría que, si Pelos picaba desde el extrarradio, allí mismo acudieron Vives y Dekker para darle a los suyos el mando del partido con aquel apretado 20-24. Se recuperaba otra vez la hueste insular por medio de Homesley y sus cinco puntos casi del tirón, empatando Hanga a 31 desde, cómo no, el 6,75. Una vez se consumieron los primeros 20 minutos la batalla continuaba servida: 37-35.

Pareció sentarle mejor el descanso al Gran Canaria, que se encontró con otro latigazo lejano de Shurna para ponerse 42-36, su máxima diferencia del partido hasta el momento. Se había sumado por fin a la fiesta Nico Brussino, que cuando le da la vena emerge como un jugador imparable. Con 10 puntos casi del tirón, el alero argentino disparaba al Granca, 52-45, obligando de paso a Dani Miret a coger la pizarra y sentar a sus pupilos en el diván.

Reaccionó el Joventut de una manera estupenda. Tanto fue así que, cuando apenas empezaba el último periodo, le dio la vuelta al partido con un parcial de 8-15 para el 60-64 antes de que el correoso Pelos, desde el más allá, hiciera sonar el despertador del Gran Canaria. Brussino puso a su equipo por delante y Thomasson, con un triple, martilleaba la moral verdinegra gracias a aquel lustroso 72-64 que coronaba un imponente parcial de 12-0 que, definitivamente, le entregaba las llaves del partido a su equipo.

Apareció entonces el basket-average, por lo que se multiplicó la necesidad de ampliar el marcador para los locales y la obligación verdinegra de gestionar una derrota que fuera lo más dulce posible. Lo tuvo el Granca en la yema de los dedos pero aquel triple de Brussino que se salió del aro visitante dejó el marcador en el definitivo 79-68, misma distancia que en el partido de la primera vuelta: 89-78. En cualquier caso, el grupo de Jaka Lakovic le mete un buen bocado a los playoff, que tampoco parece que se le vayan a escapar a su rival de esta noche.

¡Tus opiniones importan!

Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí.