Fernando: “Juancho me decía que me fuera al Panathinaikos”
El pívot es el último fichaje del Real Madrid y habla con AS antes de afrontar su primera Copa en un equipo blanco con acento africano en la pintura: él, Tavares, Ibaka, Garuba y Ndiaye.

El Real Madrid anunció el fichaje del pívot angoleño Bruno Fernando (2,06 m y 27 años) el pasado 24 de enero tras salir de los Toronto Raptors y dejar atrás cinco temporadas y media en la NBA (Atlanta, Boston, Houston…). Desde entonces, ha jugado cinco partidos de blanco y esta semana, en Gran Canaria, vivirá su primera Copa en España.
¿Cómo empezó Bruno Fernando en el baloncesto?
No hubo influencia familiar porque ni mis padres ni mis hermanos mayores jugaban. Fue un amigo el que me metió en el baloncesto, antes, siempre fútbol, como todos mis hermanos. Y yo hacía lo que ellos (Fernando creció con siete hermanos, cuatro chicos y tres chicas). Hasta que pegué el estirón, que fue cuando un amigo me preguntó si quería pasarme al baloncesto. De hecho, habló con mis padres y me dije: “Vamos a intentarlo”. Comencé desde el principio en un club, el Primero de Agosto (nueve veces campeón de África).
¿Le cautivó desde el inicio?
La primera impresión no fue tan buena, como en casi todo, los comienzos a menudo no son ni perfectos ni fáciles, pero poco a poco y con tiempo fui mejorando muchos aspectos y, a la vez, me iba gustando cada vez más.
¿Cómo marca la infancia tener siete hermanos?
Creo que positivamente, mis recuerdos son de estar en todo momento con mis hermanos, acompañado y siempre jugando. Al fútbol y, después de unos años, también al baloncesto. Éramos una gran familia. A mi padre y a mi madre, además, no les gustaba demasiado que saliéramos por ahí, preferían que nos quedáramos en casa. Para mí eso estaba muy bien.
Por lo que contaba antes, no hay más pívots en su familia.
No, soy el único alto de verdad. Me destaqué cuando pegué el estirón con once años. Luego empecé a jugar, a hacerlo bien con mi club y a sobresalir junto con un amigo, que para mí es como un hermano. Nos convocaron para la Sub-16, la primera vez que iba con la selección en Angola, y ganamos un torneo en África y de ahí fuimos a la Copa del Mundo Sub-17 en Dubái. En el Mundial jugamos contra Canadá, Filipinas… y Estados Unidos, donde estaban Terrance Ferguson, Harry Giles, entre otros, y Jayson Tatum (luego fueron compañeros en los Celtics). Jugaba de cuatro e hice un buen partido ante él (12 puntos, 13 rebotes y 4 tapones), así que al mes estaba en Estados Unidos, aún en edad de instituto (ese verano cumplió 16 años).
¿Un gran choque el cambio de continente?
Sí, allí en EE UU todo era muy diferente, no estaba acostumbrado a muchas cosas y lo peor es que no sabía hablar inglés cuando llegué. Los colegas del equipo se portaron bien, me ayudaron bastante, y me fui integrando poco a poco. Han pasado los años.
Diez desde que aterrizó allí. ¿Tanto tiempo en EE UU le hace sentirse casi como un americano más?
Llegue en diciembre de 2014. Era un niño, eso influye, pero tampoco me ha cambiado tanto la mentalidad en ese sentido. He evolucionado allí, me he hecho un hombre, ha cambiado mi vida, he aprendido a ver las cosas dentro y fuera del baloncesto de otra manera. Me volví mucho más responsable porque mi familia estaba lejos y eso me exigía más. Un camino complicado, pero que mereció la pena.
En su etapa en América creó la Fundación Bruno Fernando para ayudar a los niños de su país.
Sí. Fuera de Luanda, la capital, pero también en ella hay zonas que no están bien, como en la que yo viví, así que soñaba con poder ayudar a los chicos que crecen en esas áreas. Poderlo hacer me produce mucha satisfacción. Mi familia, mis hermanos y yo trabajamos duro para continuar con esa labor.
Años antes de ser elegido en el draft y jugar con los profesionales, usted dijo: “Voy a ser el primer angoleño en la NBA”. Ese sueño se cumplió, pero luego allí, en cinco temporadas y media en la Liga ha vivido momentos duros.
Sí, la vida misma. En estos años he atravesado buenos y malos momentos, altibajos, he hecho lo que he podido. Y sé que debo seguir trabajando, ya veré qué me depara el día de mañana.
Si ni Doncic puede controlar dónde juega…
Es un negocio tremendo, esa es la realidad.
Y llega la vuelta a Europa, desde el inicio de temporada el Fenerbahçe estaba pendiente de su salida, había otros clubes europeos… ¿Cuesta mucho decidir no esperar más a la NBA?
Para mí es diferente a los jugadores de allí. Creo que los estadounidenses a veces no quieren marcharse, irse lejos de su familia; pero yo estoy lejos de la mía desde que era niño. Estados Unidos no es mi casa y veo normal venir a Europa, aunque la situación debía tener sentido para que se produjera. Por eso analicé mucho las cosas, quería elegir el mejor lugar posible y ese fue el Real Madrid.
🤩 ¡Los primeros puntos de @BrunoFernandoMV con nuestra camiseta! 🤍 pic.twitter.com/C17HAGs2cK
— Real Madrid Basket (@RMBaloncesto) January 31, 2025
¿Cómo analizó esa situación y qué le decidió venir al Madrid? ¿Habló con excompañeros como Usman Garuba y Juancho Hernangómez…?
Es cierto que hablé con Juancho, pero él me decía que me fuera al Panathinaikos. Y hablé con Usman. Conocía el Real Madrid de antes y también a Edy Tavares, de los partidos de selecciones, y, obviamente, el Madrid es el Madrid. Había algunas cosas que no sabía del club y fui preguntándolas, también hablé con mi agente. Quería informarme de todo lo posible. Suelo venir a España en verano, a Madrid (realiza un trabajo específico de perfeccionamiento), y es una ciudad muy buena, que me gusta mucho, como el país. La integración aquí es más fácil por la gente y el idioma. Tengo, además, a la familia cerca, a hermanos en Lisboa… Este es un club con gran historia, lo veo como el sitio perfecto.
El problema de haber fichado en enero es que aterriza en mitad de la temporada, casi sin adaptación y con títulos en juego, como la Copa esta semana.
Eso exige trabajo, por eso estamos aquí. Veo que los entrenadores y mis compañeros hacen lo máximo para que tanto yo como Dennis Smith nos adaptemos rápido. El baloncesto es el lenguaje que hablamos todos y aunque las cosas, el estilo, sean diferentes, no son tan distintas. Hay que poner el balón en el cesto y ganar el partido.
¿En qué nota un mayor cambio respecto a la NBA?
Sobre todo en los espacios. En la NBA todo el mundo juega fuera, abierto, hay poca gente en la pintura; pero aquí siempre hay jugadores. Y más si está Edy, que parece que no queda espacio. Para mí esa es la mayor diferencia que he notado y donde debo ajustarme mejor para sacar provecho de las situaciones que me puedan beneficiar.
¿Y eso lo percibe más en defensa o en ataque?
En los dos lados. En el Madrid, en Europa, se juega muy táctico con jugadas completas. En la NBA, suele ser más simple, un bloqueo con todos abiertos y a esperar la finalización del uno contra uno o algo parecido. Aquí es más colectivo, interviene más el equipo con uno, dos, tres, cuatro y hasta cinco bloqueos en la misma jugada.
¿Cuándo se verá en la pista al mejor Bruno Fernando?
Cuando sea. Estoy aprendiendo a jugar con mis compañeros, a conocerlos, a saber sus tendencias en el juego. Eso es lo más difícil, porque son cosas totalmente nuevas. Tengo que aprender a jugar con Sergi, con Facu, saber qué es lo que más le gusta a Dennis, Mario, Musa, Usman… Y ajustar todo eso con mi propia forma de jugar.
Habla del estilo de cada uno y de conectar, Bruno Fernando es un buen pasador, ¿no?
Sí, mucha gente lo desconoce, pero desde siempre me ha importado pasar a los compañeros. Quizá en la NBA, y no habló de Nikola Jokic, claro, no se usa tanto al pívot como pasador. Aquí veo que es algo diferente y creo que le puedo sacar provecho.
En poco tiempo se ha enfrentado a grandes rivales, ¿cómo ve el nivel de las competiciones en Europa?
Está muy bien, me gusta bastante, muy competitivos todos los equipos con muy buenos jugadores. Cualquier rival te gana un partido.
¿Nota la presión del Madrid, eso de tener que vencer siempre?
Es notable, pero en el deporte ahora no se puede ganar siempre, aunque sea el objetivo y queramos eso.
Casi como bienvenida debuta en la Copa, ¿qué le han contado?
Sé que es muy importante para el Madrid, pero es mi primera Copa y no sé qué esperar, no imagino cómo va a ser todo. Estoy contento de poder comprobarlo.
Usted es de Angola; Tavares, de Cabo Verde; Ibaka, del Congo; Garuba, español de familia nigeriana y Eli Ndiaye, de origen senegalés. Poder africano en el juego interior del Madrid.
Es un orgullo para África que eso pase en un equipo como el Madrid y demuestra que el continente sigue creciendo, que hay talento africano y habrá mucho más en años venideros. Los que estamos aquí debemos abrir las puertas y mantenerlas abiertas para los que lleguen luego.
Una última cosa, ¿sabe lo que es el Angolazo?
(Suelta una carcajada) Sí (en 1992, seis años antes de que naciera, su selección, Angola, eliminó a España tras derrotarla por 20 puntos en los Juegos Olímpicos de Barcelona).
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