La leyenda Essie Hollis se pasea por Vitoria
El jugador estadounidense llegó el pasado jueves a la capital alavesa y se marchará esta semana después de cumplir con varios compromisos personales e institucionales


El ayuntamiento de Vitoria ha tributado hoy un homenaje al histórico jugador Essie Hollis. A sus 70 años vive en Fort Lauderdale (Miami) donde ejercía hasta hace poco como profesor de español. Sigue unido al baloncesto a través de la Pine Crest School de esa localidad de Florida. Curiosamente, Coudet jugó al fútbol en ese equipo hace unos años y también Dmitry Piterman decidió hacer una pretemporada del Alavés allí, que al final resultó desastrosa.
El jugador estadounidense ha venido a Vitoria unos días invitado por el programa de radio `Kiroleros´. Los movimientos los inició Iñaki Garaialde, comentarista de ese medio, que era el capitán del Baskonia cuando Hollis desembarcó procedente de San Sebastián. El viernes hubo un homenaje en el polideportivo de Mendizorroza al que acudieron viejos compañeros como Capetillo, Cuadra, Davalillo, Xabier Añua o José Luis Sánchez Erauskin, “Santxon”.
El sábado estuvo presenciando el partido de liga entre el Baskonia y el Surne Bilbao Basket. “Tengo muy buenos recuerdos de Vitoria, de su gente, de su cocina y he dejado aquí amigos para toda la vida. Estoy muy contento con esta invitación y lo que más me ha emocionado es poder saludar a mucha gente”, comentó. Hollis supuso un impacto enorme en su época porque estaba en otra pantalla, a otro nivel. Tanto en talento como en lo físico. “Yo saltaba mucho pero no lo hacía solo, mi baloncesto se apoyaba también en mis compañeros”. Txema Capetillo bromeaba: “Defender, lo que se dice defender, tampoco era su especialidad”.
El jugador aseguró que tiene un secreto bien guardado. “Solía saltar un segundo más tarde que mis compañeros y mis rivales. Por eso, cuando ellos llegaban al suelo me veían a mí todavía en el aire y por eso me pusieron el apodo de `el Helicóptero´. Pero en realidad era solo un truco”. Alberto Ortega comenta que un día, entrenando con él al aire libre, Hollis pisó un excremento de perro en un parque y el vitoriano le comentó que eso daba siempre suerte. “Ese fin de semana le metió 53 puntos al Forum Filatélico de Valladolid”, recuerda en tono jocoso.
Hollis tiene una relación muy especial con Iñaki Garaialde. “Cuando jugaba en el Askatuak, era el encargado de defenderme. Luego, cuando fiché por el Baskonia, me hice amigo de él... y hasta ahora. Era mi capitán, mi jefe, mi gran colega”, expresó. Garaialde solo tiene buenas palabras para su compañero. “Desde el primer día que llegó empezó a hacer cosas increíbles en los entrenamientos, con el balón, botando, era como un mago. Y tenía un físico excepcional. Marcó una época aquí y en el baloncesto español en general”, justifica.
Cada vez que se realiza un acto vinculado a Hollis, se recuerda con especial cariño al que era entonces delegado del equipo. Fernando Martínez de Ilarduya está en el corazón de todos. Falleció hace bastantes años pero cada vez que se ven fotos de la época, su figura es inconfundible. “Sigo teniendo mucha relación con su entorno, cada vez que vengo estoy con ellos y hay un o continuo. Son como mi segunda familia y los quiero mucho”, declaró Essie Hollis.
Relación también con el actual entrenador del equipo vitoriano
Asimismo, tiene o con Pablo Laso, con el que coincidió como jugador. “Cuando yo estuve aquí prácticamente era el único que hablaba inglés porque había estado estudiando en Estados Unidos. Seguimos manteniendo la relación cuando estaba en el Madrid o Alemania, seguíamos con la comunicación. Fue un gran jugador y ahora un magnífico entrenador. Pero también me acuerdo de Josu Pérez, de Clarida, White, Aitor Zárate o Miguel López Abril", recuerda. Hollis tiene una filosofía clara que sigue a pie juntillas: “hay que divertirse en la cancha para que la gente pueda disfrutar contigo”, concluye.
El estadounidense militó en el club vitoriano entre 1983 y 1985. En la segunda temporada conquistó la Copa Asociación, primer título para la entidad babazorra. En aquella época también coincidió con Josean Querejeta, actual propietario de la franquicia. Durante las dos temporadas que militó en el conjunto vasco, promedió 22 puntos por partido. También defendió las camisetas del Askatuak, del Granollers, del Hospitalet y del León.
Hoy le han recibido en el ayuntamiento de la capital alavesa. Más en concreto, la alcaldesa Maider Etxebarria le ha regalado una estatua de Celedón, el símbolo de las fiestas de Vitoria. Eso hoy lunes pero también habrá actos en la Diputación Foral de Álava en los próximos días y visitará el entorno incomparable de las salinas romanas de Añana. Siempre acompañando las actividades con una buena comida, lógicamente. Siempre sonriente y agradecido, se nota que está disfrutando. Con cojera y un físico imponente, Hollis está encantado en la que fue su casa durante dos temporadas. Es una leyenda, un mito.
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