Una Copa de 10: “El baloncesto es una herramienta educativa”
La Copa Colegial no para de crecer y se consolida como el mayor evento de baloncesto escolar en Europa. Alberto López Ribé y Álvaro Herranz atienden a AS, media partner de la fase final del torneo.

La palabra Jamboree tiene un origen indígena y proviene del lenguaje zulú. Y es utilizada para hacer referencia a la reunión de los jefes de tribu en tiempos de paz. Fue una expresión utilizada luego por el movimiento scout en los encuentros internacionales. Y era el lema de Anselmo López, uno de los pioneros del baloncesto en España, jugador y entrenador, una figura imprescindible para entender un deporte que cuenta hoy con una expansión total y absoluta en el mundo. Bajo esa batuta, la del recuerdo del mítico baloncestista, Alberto López Ribé organizó un movimiento consolidado actualmente en forma de competición: la Copa Colegial. Que tiene más de 25 años, cuenta con más ciudades involucradas que nunca y es una de las organizaciones de cantera más grandes de Europa. Y AS, media partner de la fase final del torneo, se ha volcado con la competición en vísperas de la final nacional, que se disputa del 16 al 18 de mayo. Es decir, este fin de semana.
“El baloncesto es una herramienta educativa si se practica bien y en el colegio, aquí en el baloncesto se aprende muchas cosas, se aprende a asumir unas reglas de juego. Se aprende a respetar al árbitro y al rival”, cuenta López Ribé a AS, que se acercó al Colegio Estudio de las afueras de Aravaca para ver uno de los muchos partidos (el que enfrentaba al equipo del mismo nombre contra el todopoderoso Greenwich) que la Copa Colegial ha celebrado en su nueva temporada. La enésima en una creación que se remonta ya a un cuarto de siglo, donde un viaje por Estados Unidos con Pablo Carabias les metió en la cabeza que el baloncesto más genuino tenía lugar en las escuelas. Y de la misma forma que el High School o la NCAA se viven al otro lado del Atlántico, se vive la Copa Colegial en España.
A pesar de que la iniciativa cuenta con más de un cuarto de siglo, no se estableció definitivamente hasta 2007, cuando se celebraron las primeras ediciones en Madrid, con importantes colegios como el San Agustín y la ayuda de Pablo Martínez y la Fundación Estudiantes. Poco después, con el apoyo de la Obra Social La Caixa y otros sponsors, se inicia la expansión. Y ya no paró. Así nos lo cuenta Álvaro Herranz, Director General de la asociación, que atendió a AS con motivo de este reportaje y contó como nada ha podido frenar el crecimiento de lo que en su momento fue un sueño, y ahora es una realidad: “En 2013 saltamos a Zaragoza, Sevilla y Barcelona. Y aunque había un plan a tres años, un año después, en 2014, saltamos a las cinco siguientes ciudades: Valladolid, Palencia, Málaga, Vitoria y Coruña”.
Hoy en día, la Copa Colegial está expandida en 10 ciudades, la última de ellas en Extremadura, donde para establecerse han tenido el apoyo de una leyenda como José Manuel Calderón, involucrado en otras obras sociales desde que se retiró, como el Proyecto 675, que ha desarrollado codo con codo con Berni Rodríguez y al que también tuvo AS hace menos de un año. El apoyo ha llegado al baloncesto colegial, que no tiene como objetivo luchar contra las competiciones federativas, sino crear un torneo al margen. Y ha sido un éxito: hay más de 350 colegios participantes por toda España, 8.000 participantes y una Minicopa para niños y niñas de menos edad en la que compiten otros 4.000. Brutal.
Saliendo de la pandemia
Como en muchos otros casos, la Copa Colegial se vio afectada por la pandemia del coronavirus. Ahí fue un punto de inflexión muy grande por estar involucrados niños menores de 18 años (si tienen más, aunque estén repitiendo curso, no pueden participar). Y hay que tener varias cosas presentes en este caso: los colegios que participaban empezaban a multiplicarse, haciendo cada vez más diversa la competición. Pero, al estar repartidos por toda España, no tuvieron igualdad de oportunidades: la pandemia afectó de diferente manera a las distintas ciudades y no todas tenían las mismas restricciones. Al final, en 2021, se consiguió que hubiera torneo en Madrid, Zaragoza, Valencia y Coruña. Pero en ningún lugar más.
Esto, unido a la normativa de edad que tiene la Copa Colegial, hizo que hubiera jóvenes que no pudieran participar: “Se quedaron generaciones sin jugarla. Cuando volvimos al ruedo en 2022, ellos ya estaban en la universidad. Y nos dicen a veces que se quedaron con las ganas. De hecho, estamos pensando en hacerles una especie de homenaje sólo para ellos, aunque cuenten sólo con unos pocos partidos. Al final, el hecho de pertenecer a un colegio es como pertenecer a una selección, algo aspiracional a lo que estás ligado desde pequeño y en lo que quieres eliminar de mayor, antes de cumplir los 18 años”, nos cuenta Álvaro, que nos atendió amablemente en su despacho de la Avenida de Alberto Alcocer, en Madrid.
El cielo es el límite
Finalmente, se escapó del coronavirus y se volvió a construir hasta completar, con Extremadura, esta Copa de 10, que es el lema utilizado para esta temporada. Y todo con unos principios muy claros que han mantenido desde el principio y a los que no piensan renunciar. El primero, y con el que empezaron, era tener una competición masculina y una femenina. “Para nosotros esto es algo fundamental y diferenciador”, dice Álvaro, que subraya que al final de la temporada tienen un All Star totalmente inclusivo y que lo disputan los mejores chicos y chicas de la competición: “Hacemos dos selecciones y las juntamos para que calienten al mismo tiempo. Las chicas disputan el primer y el tercer cuarto. Los chicos, el segundo y el cuarto. Y el resultado se mantiene”, asegura.
Y todo, con los valores de la mano, algo que llevan por bandera mientras se asocian con otras marcas que defienden los mismos principios, como el acuerdo al que llegaron con Kellogg’s, que fomenta los hábitos saludables y la buena alimentación, el pasado mes de marzo. Eso es algo a lo que nunca van a renunciar. Así lo cuenta Álvaro: “Yo soy una apasionado del baloncesto y me gusta mucho la base de la formación educativa. Entreno niños pequeños, que es lo que me gusta y creo en el baloncesto colegial formativo. Es decir, en un entorno adecuado para practicar deporte y lo que ello implica. Nosotros fomentamos la deportividad, pero también el sentido de pertenencia a un colegio”, asegura. Añadiendo que su pasión es “el hecho de crear una competición diferente”. Por eso en los partidos hay fotógrafo, cronistas y árbitros que son profesionales o están en proceso de serlo. Y se elige a un MVP. Lo tienen todo. Y así quieren que siga.
Alberto López se mueve en la misma dirección. Con una vitalidad envidiable a sus 87 años, sabe que el respeto es lo más importante. Y sin perder la esencia: “Para mí el baloncesto es el único deporte que transmite la sensación de que si nace en un colegio, hay que hacerlo en un colegio y con gente del colegio”, nos dice. Y tienen muy claro que no hay que saltarse las normas: ni los padres en la grada, ni los jugadores en la pista. “Los jugadores creen que siempre tienen la razón. Los del otro equipo también piensan que tienen la razón. Hay que respetar a los árbitros”, pide Alberto, que está convencido de que a los colegiados les encanta pitar en la Copa Colegial. “Son partícipes y protagonistas al mismo tiempo”.
El directivo tiene claro que nada es para siempre, pero que es posible dejar un legado. “El objetivo principal es seguir creciendo, seguir siendo genuinamente puros, seguir siendo nosotros. Eso es muy importante y espero que cuando yo deje de estar por aquí los que están ahora, que son mucho más jóvenes que yo, sabrán mantener los valores y los principios de la Copa Colegial que no son otros que el colegio esté en el centro. La pureza del producto es lo importante. Tu pertenencia a tu colegio se queda de por vida. Y si consigues ser alguien en la vida, no te olvidas jamás de tu colegio”. Son palabras de Alberto, presidente de una Copa Colegial que no para de crecer. Una Copa de 10 que tiene el cielo como límite. O, como decía el mítico Anselmo López: Jamboree.
Participantes de la final
La final nacional de la Copa Colegial se celebrará en el Tenple Sports Center, en la madrileña localidad de Villaviciosa de Odón, totalmente preparado para vivir una experiencia inolvidable. Pabellón (varias pistas unidas), comedor, zonas comunes… todo en un mismo espacio para disfrutar de unos días únicos desde el próximo viernes, 16 de mayo, hasta el domingo 18 del mismo mes.
Estos son los participantes:
- Categoría masculina: Novaschool, Estudio, Virgen de Mirasierra, Escola Pia Santa Anna-Mataró, Martina Bescós, IES Rodrigo Caro, Corazonistas, Maristas Badajoz, Eiris, San Agustín y Salliver.
- Categoría femenina: Novaschool, Menesiano, IES Rodrigo Caro, Montal Calasanz, Boscos Extremadura, Compañía de María Coruña, Julián Marías y Greenwich.
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