NBA | Playoffs 2025 | Knicks-Pacers

Cuando el problema son las estrellas

A la desesperada, Thibodeau se plantea cambiar el quinteto de los Knicks para los partidos en Indiana. La unidad de elite no está rindiendo como tal.

El quinteto titular de los Knicks, durante la final del Este contra Indiana Pacers.
ELSA | AFP
Juanma Rubio
Nació en Haro (La Rioja) en 1978. Se licenció en periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca. En 2006 llegó a AS a través de as.noticiasalagoanas.com. Por entonces el baloncesto, sobre todo la NBA, ya era su gran pasión y pasó a trabajar en esta área en 2014. Poco después se convirtió en jefe de sección y en 2023 pasó a ser redactor jefe.
Actualizado a

Los Knicks tienen un problema. Es obvio, claro: después de que se desatara la euforia en Nueva York, una onda expansiva desde el corazón de Manhattan, con el 4-2 a los Celtics -el viejo rival del Atlántico- y se sellara el primer billete para la final del Este desde 2000, las cosas se han torcido. Otros dos partidos en el Madison contra otro viejo rival, Indiana Pacers, dos derrotas… y un 0-2 que nadie ha levantado en la antesala de la lucha por el anillo. El balance es 76-6 para el equipo que gana los dos primeros duelos de la eliminatoria, pero ese ‘6’ de los que han remontado nunca ha sido después de ceder dos veces en casa para arrancar.

Los Knicks jamás habían perdido cinco partidos en el Madison en los mismos playoffs. Y ahora, después de una derrota increíble en un partido que tenían ganado y otro mucho más lógica, y por eso más preocupante, se asoman al abismo de volver a irse de vacaciones contra el mismo rival que hace un año, pero una ronda más tarde, y después de formar un equipo que era un absoluto órdago a grande. Como la situación es obviamente desesperada y ahora llegan dos partidos en Indianápolis (si los neoyorquinos no ganan al menos uno ni siquiera jugarán otro más en su pabellón), parece que Tom Thibodeau está dispuesto a cambiar el quinteto titular. Algo que siempre es peliagudo en la NBA, especialmente en equipos de jerarquía tan clara como la de estos Knicks. Y más en un momento tan avanzado de los playoffs.

Pero los Pacers están a dos victorias de las Finales y los Knicks a cuatro. Así que o hacen algo o se irán de vacaciones. Según el periodista Ian Begley, ese algo tiene nombre y apellidos.Los Knicks se plantean seriamente cambiar el quinteto para el tercer partido. Mitchell Robinson sería titular y Josh Hart pasaría al banquillo. El quinteto titular tiene una diferencia de puntos acumulada de -50 en los playoffs, y de -29 en lo que va de final de Conferencia. Si todo sigue como ahora mismo y no hay otras novedades, Robinson será titular en el tercer partido, en Indiana”.

La situación es desesperada, así que hay que tomar medidas cada vez más desesperadas si la cosa no mejora rápido. Teóricamente, una de las grandes ventajas de los Pacers es su mayor profundidad de banquillo, algo que le permite tener más variantes, más recursos... y las piernas más frescas. Esto fue obvio la temporada pasada, cuando las lesiones se apilaron en el bando de los Knicks hasta llegar a una situación extrema, e imposible de voltear, que acabó con los de Rick Carlisle en la final del Este. Ahora, sin embargo, las lesiones están respetando a unos Knicks que, sencillamente, son peores. Sobre todo, y este es el asunto crucial, cuando está en pista el quinteto titular, el tipo; el ideal: Jalen Brunson, Mikal Bridges, Josh Hart, OG Anunoby y Karl-Anthony Towns.

Todos los caminos llevan a la defensa

Este es el gran proyecto de los Knicks, el que se fue gestando en cuanto consiguieron sacar a Brunson de los Mavericks, donde dejó los primeros trazos de la estrella en la que se ha convertido, uno de los jugadores más resolutivos de la NBA en los momentos calientes de los partidos. Después, tres operaciones de máxima ambición en un puñado de meses: por Anunoby, Bridges y, el golpe final, Towns. Por el camino se perdió profundidad y defensa. Se fueron a Minnesota Julius Randle y Donte DiVincenzo y acabó en los Thunder, porque la estructura de salarios hacia totalmente improbable su continuidad, el pívot Isaiah Hartenstein, una baja que se demostrado, como muchos temían, muy dolorosa. La más significativa. Los Knicks perdieron rotación pero habían formado, en teoría, uno de los quintetos más poderosos de la NBA. Quizá, el que más talento apilaba. Y en manos, para lo bueno y para lo malo, de un Thibodeau acostumbrado a exprimir a sus jugadores principales en rotaciones muy cortas. Pero no, el problema no está siendo ese. Y por eso la situación tiene muy mala pinta en la Gran Manzana.

En dos derrotas por ocho puntos totales, los minutos del quinteto titular contra los Pacers se han saldado con un -29 en los dos partidos del Madison. El equipo siempre reacciona, y sube su nivel, cuando están en pista Miles McBride, Mitchell Robinson… o los dos. Básicamente, los dos únicos suplentes de primer nivel de una rotación cortísima, que tiene casi todos los huevos (económicos) puestos en los principales. Y no se trata de un problema de mala mezcla contra los Pacers, de un rival que se dé mal a esa primera unidad: -21 total entre las eliminatorias contra Pistons (raquítico +3 en seis partidos) y Celtics (-24 en otros seis). En fase regular, fue un-9 en 379 desde el 1 de enero y hasta el cierre, con un -1,4 de net rating.

Más datos: de todas las unidades de cinco jugadores que han usado los Knicks en playoffs y que han jugado al menos 30 minutos juntas, el quinteto titular es la peor en defensa, un 117,6 de rating que estaría entre los cuatro peores de toda la NBA en la regular season. Ese quinteto tiene un net rating en 308 minutos de playoffs de -10,62, peor que el dato más flojo de la temporada completa (Utah Jazz, -9,30). La defensa mejora radicalmente en cuanto hay cambios: el mejor cinco por net rating total es el que forman Brunson, McBride, Bridges, Anunoby y Robinson; le siguen el compuesto por Brunson, McBride, Hart, Anunoby y Robinson. En ninguno de los dos está Towns, pero un cambio ahí parece un toque jerárquico demasiado grande, más allá de que hacen falta los puntos del pívot en ataque. Thibodeau, sin embargo, parece tenerlo cada vez más claro porque Towns casi no jugó en el último cuarto del segundo partido. El que estaba en pista era Robinson en los minutos más trascendentales. Towns, sin problemas de faltas, se quedó en 28 minutos. Poco para una estrella de su rango en un partido así… y más con un entrenador como Thibs.

Los Pacers han atacado en 38 jugadas de pick and roll a Towns y han producido 1,37 puntos por posesión; a Brunson en 26 y han sacado 1,26. Y cuando les han atacado directamente en jugadas de uno contra uno el dato salta a un insostenible 2,1 puntos por posesión. Con Towns en pista, los Pacers anotan el 47,7% de sus triples; cuando no está el dominicano, un 30,4%. Towns es un mal defensor, Brunson también. Cuando llegan eliminatorias del nivel de una final de Conferencia y cuando aparece un ataque de elite como el de los Pacers, parece imposible esconder a dos malos defensores, dos que además forman el eje central de la defensa (base-pívot) y que son para colmo las estrellas en ataque, los jugadores que tienen que tirar del equipo en el otro lado de la pista. Thibodeau lo sabe, y en el segundo partido fue obvio: como Brunson es intocable por su liderazgo y sus puntos, el sacrificado fue Towns, que además tiene un relevo como Robinson que, pendiente siempre de sus problemas con las lesiones, mejora al equipo en básicamente todas las métricas en cuanto está en pista.

Los jugadores también están notando dónde está el problema. Bridges habló claro tras la segunda derrota: “Es un asunto defensivo. Tenemos que hablar más entre nosotros desde el principio, tenemos que ser más físicos. Igual estamos siendo demasiado blandos en el inicio de cada parte, no sé”. El inicio de cada parte… son los minutos en los que sí o sí coinciden en pista los cinco titulares. Los que tenían que convertir a los Knicks en aspirantes al título pero los que están viendo cómo todas sus flaquezas salen a la luz contra un rival con el ritmo y la eficiencia de estos Pacers. Por eso parece que hoy habrá cambios importantes. Entre la espada y la pared, ya no queda otra.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Etiquetado en:

Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Tu opinión se publicará con nombres y apellidos

Te recomendamos en NBA