CICLISMO

El Circuito Enrique Otero vuelve a abrir sus puertas

El emblemático circuito madrileño, inaugurado inicialmente en 1992, reabre para disfrutar de la Casa de Campo de Madrid.

08/03/23 SUPLEMENTO CAM  
CICLISMO CIRCUITO URBANO ENRIQUE OTERO EN SOL OTERO
 
FOTO ENVIADA JAIME.DAVILA.RUIZ.
DIARIO AS | DiarioAS
Marco González
Marco González Paredes (Fuenlabrada en 1991), apasionado del deporte y graduado en Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos. Compaginó sus últimos años de carrera como becario en AS, donde inició su formación laboral en las secciones de motor y as.noticiasalagoanas.com. A finales de 2018 llegó a Más Deporte, donde actualmente ejerce como redactor de ciclismo.
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El cicloturismo madrileño vuelve a estar de enhorabuena. Y es que el emblemático Circuito Enrique Otero, que vio la luz en 1992, se ha reinaugurado para uso y disfrute de todos los amantes del ciclismo. Una noticia fantástica para todos los cicloturistas que deseen practicar este deporte de forma segura y, al mismo tiempo, disfrutar de la belleza de la Casa de Campo de Madrid. El trazado, asfaltado prácticamente en su totalidad, cuenta con una sección circular de 11,5 kilómetros y dos ramales que diversifican el recorrido principal: Pinar Chico y Barranco de la Zorra. “Das allí unas cuantas vueltas y no tienes que arriesgarte en la carretera”, cuenta a AS Sol, hija del mítico Enrique Otero, sobre la funcionalidad del circuito.

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“El circuito surge por buscar el bien de los s de la bici. Siempre ha sido tan peligroso salir en bici en Madrid, que lo que se intentaba era encontrar reductos. Tuvimos la suerte de que el Ayuntamiento quiso honrar a mi padre tras su fallecimiento”, añade Sol, sobre el “orgullo” que supone el “haber perdurado en la memoria de los madrileños” durante tantos años.

Además, el Enrique Otero es todo un pionero, como recuerda Sol: “Ha sido el primer circuito cerrado de Europa en una gran ciudad y era una pena que se perdiese. En las señales aparecen las altimetrías, y son de madera, para no dañar el ecosistema. Es todo un acierto. En su momento, hasta había furgones gratuitos con mecánicos que atendían a la gente que se le estropease la bici”. El amor de la familia Otero por la bicicleta dejará un legado eterno.

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