Los puertos más duros de la historia del Giro de Italia
La ronda italiana ha pasado por puertos que nos han dejado momentos históricos en el ciclismo como el Stelvio, el Mortirolo o el Monte Zoncolan entre otros.
o dello Stelvio
Hablar de colosos en el Giro es hacerlo, sin duda, del o dello Stelvio. Una de las cimas más altas del ciclismo mundial, ya que se corona a 2.757 metros de altitud y que en su vertiente más conocida, la de Bormio, asombra con sus 21,9 kilómetros al 7,1% y un total de 48 tornanti o curvas. Una subida que no tiene grandes rampas pero en la que, salvo en pequeñas zonas que suaviza al 4%, la pendiente se mantiene constante durante gran parte de la ascensión en torno al 7-8%.
o dello Stelvio
La cima del Stelvio se subió por primera vez en el Giro de Italia de 1953 en una etapa para la historia con el ‘pacto de caballeros’ en la que Fausto Coppi le arrebató la maglia rosa a Hugo Koblet tras tenderle una trampa tras el ataque de Nino Defilippis para conseguir su quinto título en el Giro de Italia. Además de Fausto Coppi, otras grandes figuras del ciclismo como Aurelio del Río (1956), Charly Gaul (1961), Graziano Battistini (1965), José Manuel Fuente (1972), Francisco Galdós (1975), Jean-René Bernardeau (1980), Franco Vona (1994), José Rujano (2005), Thomas de Gendt (2012), Dario Cataldo (2014), Mikel Landa (2017) y Rohan Dennis (2020) tienen el honor de haber coronado en cabeza una de las cimas más míticas del Giro y del ciclismo.
Monte Zoncolan
A la salida de Ovaro ‘La Porta per l’Inferno’ ya da un claro aviso de lo que es el Monte Zoncolan, una de las subidas más duras del Giro y de la historia del ciclismo. Una ascensión de 10 kilómetros con una pendiente media del 11,9%, que entre los kilómetros 2 y 7 de la subida no baja del 15%, y rampas del 22% que suponen un ejercicio de supervivencia para los ciclistas y donde no valen los ataques explosivos, sino subir a ritmo.
Monte Zoncolan
El italiano Gilberto Simoni, que lo coronó en cabeza en 2003 y 2007, Ivan Basso (2010), Igor Antón (2011), Michael Rogers (2014), Chris Froome (2018) Lorenzo Fortunato (2021) han sido los corredores que han logrado inscribir su nombre en el ‘monstruo’ de las subidas del ciclismo mundial.
Mortirolo
La palabra ‘batalla’ siempre ha estado vinculada al Mortirolo tras ser testigo de episodios como la contienda entre Carlomagno y los lombardos, la batalla entre los partisanos y los nazifascistas en la Segunda Guerra Mundial y, desde el año 1990, entre las grandes figuras del pelotón. Un Mortirolo que tiene su vertiente ‘suave’ y su lado más duro. La ‘suave’ es la del lado de Monno, con una ascensión de 12,6 kilómetros al 7,6% y rampas del 16%. La dura, sin embargo, es la de Mazzo di Valtellina, con 11,9 kilómetros de subida al 10,9% y con más de seis kilómetros en los que la pendiente no baja del 12,2%.
Mortirolo
Leonardo Sierra (1990) fue el primero en coronar una cima que también coronaron en cabeza Franco Chioccioli (1991), un Marco Pantani que en 1994 se dio a conocer con una auténtica exhibición y cuya figura se recuerda con una estatua en plena ascensión; Ivan Gotti (1996), Wladimir Belli (1997), el mencionado Ivan Gotti, que se impuso en 1999 tras la polémica descalificación de Pantani justo antes de esta etapa; Rafaele Illiano (2004), Ivan Basso (2006), Toni Colom (2008), Ivan Basso (2010), Oliver Zaugg (2012), Steven Kruijswijk, que pasó en cabeza durante la exhibición e Alberto Contador en el año 2015 camino de Aprica; Luis León Sánchez (2017, señalando al cielo en homenaje al malogrado Michele Scarponi), Guilio Ciccone (2019) y Koen Bouwman (2022). El Mortirolo también será protagonista en el Giro de Italia 2025... aunque por su vertiente ‘suave’, la de Monno.
o Gavia
Si hay una subida en la que los ciclistas surcan la carretera en medio de un mar de nieve, esa es la del o Gavia, de 16,5 kilómetros al 8% de pendiente media y que se corona a 2.618 metros de altitud.
o Gavia
Imerio Massignan, en 1960, fue el primer ciclista en coronar un Gavia que pasaría a la historia en 1988 con la subida de Johan Van der Velde y Andrew Hampsten em medio de una ventisca que dejó a más de medio pelotón tiritando de frío y que cimentó el triunfo final de Hampsten. Hernán Buenahora (1996), José Jaime ‘Chepe’ Gonzales (1999 y 2000), Vladimir Miholjevic (2004), Juanma Gárate (2006), Julio Alberto Pérez Cuapio (2008), Johann Tschopp (2010) y Robinson Chalapud (2014) también pueden presumir de haber coronado en cabeza el mítico o Gavia en el Giro.
Blockhaus
La mítica subida al Blockhaus, fortificación construida en la zona de los Abruzos para combatir a los bandoleros de la zona y que alemán significa ‘casa de piedras’, se ha convertido en uno de los grandes atractivos del Giro de Italia por su dureza con una ascensión de 13,6 kilómetros al 8,4%, con los últimos 10 kilómetros en los que la pendiente no baja del 9%.
Blockhaus
El Blockhaus supuso la presentación en sociedad de la gran leyenda de la historia del ciclismo: el belga Eddy Merckx, que en la edición de 1967 logró superar a Jacques Anquetil, Felice Gimondi, José Pérez y Vito Taccone entre otros para conseguir su primera victoria en el Giro de Italia y en una gran vuelta y empezar así la leyenda del mejor ciclista de la historia en un Blockhaus en el que también se han impuesto Franco Bitossi (1968), Josñe Manuel Fuente (1972), Moreno Argentin (1984), Franco Pellizotti (2009), Nairo Quintana (2017) y Jai Hindley (2022).
Colle delle Finestre
Esta subida se ha convertido en uno de los grandes colosos del Valle de Aosta por su espectacularidad y, sobre todo, por su dureza. Una subida de 18,5 kilómetros al 9,2% que los ciclistas coronarán a 2.178 metros de altitud. La ascensión a la Finestre cuenta con ocho primeros kilómetros asfaltados al 9,3% y unos ocho kilómetros finales al 9,2% con la dureza extra de que en este tramo final se rueda sobre sterrato o gravilla y no sobre asfalto.
Colle delle Finestre
Danilo di Luca en 2005 y Vasil Kiryienka en 2015, en aquella edición en la que Alberto Contador tuvo que soportar las embestidas de Fabio Aru y Mikel Landa, fueron los primeros en coronar una cima del Colle delle Finestre que siempre estará ligada a Chris Froome. En el Giro de 2018 el británico se escapó al inicio del tramo de sterrato y le dio la vuelta a un Giro que todo hacía indicar que sería para Adam Yates y que permitió a Froome conquistar el Giro de Italia y completar así la triple corona. Los aficionados al ciclismo están de enhorabuena, ya que en la edición de 2025 el Colle delle Finestre regresa y además lo hará en la penúltima etapa antes del paseo triunfal en Roma.
o Fedaia (Marmolada)
La subida al o Fedaia es una de las más bonitas pero a la vez más exigentes de los Dolomitas con sus 14 kilómetros al 7,6% con 5,5 kilómetros finales en los que la pendiente no baja del 10% y con tres kilómetros de auténtica tortura al 12% de media y rampas de hasta el 18%.
o Fedaia (Marmolada)
Una cima que han coronado en cabeza ciclistas de la talla de Michele Dancelli (1970), Giancarlo Polidori (1975), Johan Van der Velde (1987), Stefano Tomasini (1989), Maurizio Vandelli (1990), Marco Giovanetti (1991), Claudio Chiappucci (1993), Enrico Zaina (1996), José Jaime ‘Chepe’ Gonzales (1998), sco Casagrande (2000), Carlos Alberto Contreras (2001), Daniele de Paoli (2002), Fortunato Baliani (2006), Emanuele Sella (2008), Stefano Garzelli (2011) y Alessandro Covi (2022), en una última subida en la que Jai Hindley soltó a Richard Carapaz para proclamarse campeón del Giro de Italia en la durísima recta de la Marmolada.
o Manghen
El o Manghen es uno de los grandes olvidados entre los grandes puertos del Giro de Italia pese a sus 19 kilómetros de subida al 7,6% de pendiente media y que incluye además seis kilómetros finales en los que la pendiente no baja del 10%.
o Manghen
Una subida en la que Antonio Prieto (1976), Mariano Piccoli (1996), Marco Pantani (1999), Emanuele Sella (2008), Stefano Pirazzi (2012) y Fausto Masnada (2019) han escrito su nombre en esta cima que supera los 2.000 metros de altitud.
Colle Gran San Bernardo
El Colle del Gran San Bernardo es, sin duda, uno de los grandes colosos de los Alpes aunque su historia también se remonta al Imperio Romano y a las guerras de Napoleón a comienzos del siglo XIX. Una ascensión de 34 kilómetros al 5,5% en la que, además, la pendiente no baja del 7% en los últimos 10 kilómetros después de 24 kilómetros de ascensión algo más ‘suaves’.
Colle Gran San Bernardo
Gino Bartali (1952), Charly Gaul (1957 y 1959), Vito Taccone (1963), Rafael Acevedo (1985), Mariano Piccoli (1996), Laurent Roux (1996) y Sandy Casar (2006) son los ciclistas que han coronado la cima en cabeza cuando el Giro ha pasado por allí destacando en especial la actuación de Gaul en 1959, cuando logró imponerse a Jacques Anquetil para ganar el Giro ese año.
Monte Bondone
El Monte Bondone, muy próximo a las orillas del Lago di Garda, es otra de las grandes cimas que dominan el Trentino como antesala a los Dolomitas. Esta cumbre, de 21,4 kilómetros al 6,4%, presume de dureza sobre todo en la segunda parte de la subida, con cerca de 8 kilómetros en los que la pendiente no baja del 8%.
Monte Bondone
El luxemburgués Charly Gaul fue el primero en cimentar su leyenda en la cima del Monte Bondone en una jornada en la que ‘el Ángel de la Montaña’ logró domar la tormenta de nieve que cayó en plena ascensión en una jornada en la que llegó a meta semiinconsciente y donde se desmayó hasta el punto de que tuvo que estar durante una hora en un baño caliente para recuperarse del esfuerzo y conocer que era la maglia rosa tras una de las etapas más duras que se recuerdan. Miguel Poblet (1957), Wladimiro Panizza (1978) Giorgio Furlan (1992), Ivan Basso (2006) y João Almeida (2023) también han conseguido sumar a su palmarés el hecho de haber conquistado el Monte Bondone.
o Giau
La subida al o Giau, que muchos califican como el paisaje más bello de los Dolomitas, también requiere de un exigente esfuerzo para contemplarlo durante los 9,9 kilómetros de subida al 9,3% que se corona a 2.236 metros rodeado de paredes de nieve y con sus 29 curvas o ‘tornanti’.
o Giau
El español José Manuel Fuente, en 1973, tuvo el honor de ser el primero en pasar por la cima de un puerto que también han coronado en cabeza Henry Cárdenas (1989), Bruno Cornillet (1992), Leonardo Piepoli (2007), Emanuele Sella (2008), Stefano Garzelli (2011), Domenico Pozzovivo (2012), Darwin Atapuma (2016), Egan Bernal, que cimentó gran parte de su victoria final en la edición de 2021; y Derek Gee (2023).
Tre Cime di Lavaredo
La imagen de las Tre Cime di Lavaredo es, sin ninguna duda, la clásica estampa de postal que a muchos se les viene a la cabeza cuando les hablan de los Dolomitas. Una subida que el Giro suele encadenar con el o Tre Croci y que consta de 7,2 kilómetros al 7,6%. Un primer kilómetro al 10% es el aperitivo de la subida que, tras dos kilómetros de descanso, tiene su mayor durea en los cuatro últimos kilómetros donde la pendiente no baja del 11,7% y con rampas de hasta el 18%.
Tre Cime di Lavaredo
Unas Tre Cime di Lavaredo que presenciaron una de las mayores exhibiciones de la carrera de Eddy Merckx en 1968 y donde el belga también tuvo que sufrir en la edición de 1974, año en el que el español José Manuel Fuente logró conquistar la cima. Lucho Herrera (1989), Vincenzo Nibali, que cimentó gran parte deu victoria final en 2013, y Santiago Buitrago (2023) también lograron alzar los brazos en la postal más icónica de los Dolomitas.
Monte Lussari
Esta novedosa subida al pie de los Alpes Julianos tan solo se ha subido una vez en el Giro de Italia, pero tiene pinta de que ha venido para quedarse. La subida a Lussari es una ascensión de 7,3 kilómetros al 12,1% con cinco kilómetros iniciales en los que la pendiente no baja del 15% y con rampas del 22%. Una auténtica tortura.
Monte Lussari
La única vez en la que se subió fue en la decisiva cronoescalada final de la penúltima etapa del Giro 2023. Geraint Thomas llegó con 26 segundos de ventaja sobre un Primoz Roglic obligado a remontar y al que, en plena cronoescalada, vio cómo se le salía la cadena de su bicicleta. Finalmente, y pese al percance, Roglic logró ganar la cronoescalada con 40 segundos de ventaja sobre Thomas y logró ganar el Giro de Italia con 14 segundos sobre el danés en una de las grandes vueltas más apretadas de los últimos tiempos y de la historia del ciclismo.