Vuelta a España Femenina 2025 hoy, etapa 7: perfil y recorrido
La prueba, con Vollering liderando la general, baja el telón con la jornada más dura de su historia. Dori Ruano y Gema Pascual la analizan en AS.
“¿Por qué se me da tan bien España? Porque tiene muchas montañas. Y las montañas me gustan", respondía Demi Vollering, esta misma semana, a AS. Este sábado, la corredora del FDJ-SUEZ, líder de la general con más de 40 segundos de margen sobre Anna van der Breggen (SD-Worx) y Marlen Reusser (Movistar), intentará abrochar La Vuelta Femenina a España by Carrefour por segunda vez en su carrera. Y de forma seguida. Como el año pasado, su victoria final se podría producir en una de esas montañas españolas que tanto le gustan. Esta vez, además, de forma especial. De Valdesquí (Madrid), donde levantó victoriosa su bicicleta, a Cotobello (Asturias), con la etapa más dura en la historia de la ronda española. En total, se afrontarán 2.724 metros de desnivel en 152 kilómetros.
“Brutal”, es lo que le sale a Dori Ruano, embajadora de La Vuelta y referente del ciclismo femenino nacional, al terminar de analizar la jornada para este periódico. Habrá tres puertos categorizados. El primero, el Alto de la Colladona, que se coronará a 66 km de meta, es de segunda categoría y tiene 5,5 km al 7,4%. Luego, llegará el Alto de la Colladiella, de primera con 6,4 km al 8,2%. Finalmente, aparecerá el monstruo, el Alto de Cotobello, con 10,3 km al 8,8%. “La etapa va a estar en la segunda parte. Hay más de 2.500 metros de desnivel y los tres puertos de montaña están a partir del kilómetro 70, con un final espectacular”, anticipa Ruano, “ilusionada” con la presencia de una etapa así en suelo nacional.
En sus tiempos como corredora (se retiró en 2005 con 11 victorias profesionales), no eran tan habituales. Al menos, en España. “Cuando yo corría, en el Tour de Francia, sí que teníamos los grandes puertos. Subíamos Alpe d’Huez, Tourmalet... pero, como en aquella época el ciclismo era invisible, no se veía. Es verdad que, aquí en España, había mucho miedo a ponernos puertos. La mentalidad y el pensamiento era que las chicas no podíamos subir por allí. Siempre eran etapas al esprint o llanas. Encontrar etapas como estas era una utopía. A mí me hace mucha ilusión ver estas etapas en España, porque quiere decir que la mentalidad de la sociedad y de los organizadores ha cambiado. Y también me siento muy partícipe de ello”, celebra Dori. “Etapas así con supernecesarias para el ciclismo femenino. No para demostrar que podemos subir como los hombres, porque eso ya está superdemostrado, pero sí para el espectáculo”, añade.
Gema Pascual, actual seleccionadora nacional, se suma a sus palabras. “Creo que el ciclismo femenino se está igualando al masculino. No se escatima en puertos duros y vamos en esa línea”, expresa. En lo deportivo, y desde su ojo privilegiado para la táctica, prevé un día con muchas posibilidades. “La etapa va a estar marcada por la fortaleza de Vollering, pero habrá que ver a Reusser. En Neila, demostró que puede estar entre las mejores del mundo escalando. Veremos cuál es el desenlace de la carrera para Movistar, que imagino que tendrá su estrategia para intentarlo. Para mí, eso sí, la valentía va a estar en Van der Breggen. Y, por qué no, en (Cédrine) Kerbaol (EF), que es una de las mejores estrategas que tiene el ciclismo y creo que lo va a intentar antes de que llegue el puerto final", apuesta.
Vollering contempla todos los escenarios. “Me estoy preparando mentalmente para la lluvia y la tormenta, como cada día. Será una etapa final muy dura. Veremos en la carretera cómo se desarrolla. Probablemente, una escapada intentará marcharse, y nosotros intentaremos controlar buscando otra victoria de etapa. En cualquier caso, mantener el maillot rojo será nuestra prioridad”, expresó después de la sexta etapa, este viernes, en la que se salvó de una caída que tuvo lugar justo delante de ella. En materia nacional, la atención estará sobre Usoa Ostolaza (Laboral Kutxa), quinta en Neila y octava en la general, con la posibilidad de lograr un gran puesto. “Unas semanas antes de La Vuelta estuvo enferma y no pudo ir a otras pruebas. Estar ahí en la general es una sensacional noticia”, celebra Pascual. La dureza de Cotobello decidirá.
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