Irene Ferreras, nueva entrenadora del Granada
El conjunto nazarí oficializó la salida de Arturo Ruiz, que ha firmado el mejor curso de la historia, y anunció Ferreras, con amplia experiencia.
El Granada ya tiene nueva inquilina para el banquillo: Irene Ferreras. La madrileña, que ya tiene experiencia en Primera con el Rayo, Valencia o Depor, regresa a los banquillos para sustituir a Arturo Ruiz. El club nazarí oficializó el adiós del mejor entrenador (hasta ahora) del Granada femenino y anunció la llegada de la madrileña que firma por una temporada para convertirse en la primera mujer en dirigir al primer equipo rojiblanco.
Irene Ferreras (Fuenlabrada, Madrid, 1998) fue futbolista antes que entrenadora. Creció en la cantera del Rayo Vallecano, sin embargo, sólo pudo estar una temporada en el primer equipo. Paso por Pozuelo y el filial del Atlético, sin embargo, su carrera sobre el verde se terminó demasiado pronto. En 2015, una hernia discal le obligó a retirarse. “Una lesión que al final no me permintía tener un buen nivel día a día, me cansé de luchar por eso, porque iba en contra de mi salud y no me sentía a un buen nivel”, dijo en una entrevista a As en su periplo en Valencia.
Tenía 25 años y tocaba decir adiós a lo que más le gustaba. “No voy a vivir sin el fútbol porque toda mi vida gira en torno a él. Voy a echar muchísimo de menos sentirme portera, las sensaciones jugando y todo lo que te aporta un equipo a nivel personal, pero sin duda tocará vivirlo desde otra perspectiva”, dijo el día que tomó la decisión de colgar los guantes.
Pero su futuro ya lo tenía en mente. Porque Irene llevaba años compatibilizando su trabajo de futbolista con su pasión por entrenar. Así que se dedicó cien por cien a su otra pasión: los banquillos. Empezó desde abajo. La Solana, el CDE Olímpico y después el Rayo, donde pasó por el filial y con el conjunto rayista en mala situación subió al primer equipo. Su buen hacer en el conjunto madrileño le llevó a fichar por el Valencia, pero, a pesar de un increíble inicio, fue destituida.
Así que volvió a Madrid, su casa, y encontró acomodo en el Real Madrid como segunda entrenadora de Alberto Toril. Dos años estuvo en la casa blanca hasta que llegó el Depor con un proyecto y un objetivo: subir a Primera División. Cogió el reto y en su primera temporada en A Coruña subió al conjunto gallego a la máxima categoría. En Primera, no fueron tan bien las cosas y en noviembre el Depor decidió prescindir de sus servicios.
“No me dedico a esto con el afán de endiosarme o ganar títulos. Quiero ganar, pero por ver las caras de mis jugadoras cuando ganan y quiero disfrutar de eso. Es un trabajo muy humano y tienes que saber disfrutar de ello porque también tiene momentos que te afecta. Es tan personal que todo te lo llevas a casa. A lo mejor lo futbolístico va bien, pero a nivel emocional no... es un trabajo tan complejo que me parece una pasada y me encanta”, sentenció la nueva entrenadora del Granada.
Una mujer de carácter y pasión que tratará de continuar con el legado de Arturo Ruiz, que le dejó el listón muy alto...
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