Virginia Torrecilla: “El camino es largo, pero merece la pena llegar hasta el final”
La futbolista y el jugador de baloncesto Tomás Bellas, supervivientes de cáncer, cuentan su experiencia: “Hay que disfrutar los pequeños detalles”.
Hay seis letras que cambian la vida: cáncer. No es fácil afrontar el diagnóstico, ni tampoco el tratamiento, pero los deportistas se han convertido en inspiración durante este proceso. Sin duda, su partido más importante y su victoria más emocionante. La futbolista Virginia Torrecilla (Cala Millor, Mallorca, 1994) y el jugador de baloncesto Tomás Bellas (Madrid, 1987) recibieron la noticia como un jarro de agua fría. A ella le detectaron un cáncer cerebral y a él, un linfoma de Hodgkin. Ambos lo superaron y compartieron su experiencia en el Congreso Deporte en Positivo 2025 en una mesa moderada por la futbolista Marina Díaz, inmersa en esa pelea por superar la enfermedad.
Sus palabras eran puñales directos al corazón. “Al principio me dijeron que era un tumor. Yo no sabía ni lo que era. Para mí, el cáncer era morir. Me quedé en shock y ni lloré. Al ver que no tenía metástasis debía someterme a quimioterapia y radioterapia. Me dijeron que no sabía lo agradecido que era mi cuerpo por haber sido deportista. Hacía flexiones, sentadillas... incluso cuando no me podía levantar del sofá”, narra la centrocampista, a la que el cáncer sacudió los cimientos de su vida en plena época del COVID. En el imaginario colectivo continúa la imagen de Virginia levantando la Supercopa de España con el Atleti. Delgada. Sin pelo. Sonriente. Fuerte. Ella libraba su particular batalla, aunque seguía presente en las del equipo.
El miedo y la incertidumbre son el común denominador cuando el cáncer aparece. A Tomás la noticia le llegó en verano de 2024. “De repente ves cómo de un día para otro aparece la palabra cáncer y me agobiaba pensar cómo explicárselo a mis tres hijos. La preparación mental de deportista ha sido diferencial para afrontarlo yo y gestionarlo con mi entorno. Le he necesitado para coger energía. Los primeros ciclos de quimio fueron muy duros, pero gracias a mi buen tono muscular soporté ese tratamiento tan agresivo”, confiesa el base, que sumó 466 partidos en la ACB y se retiró a los 37 años, nada más superar la enfermedad.
El punto de vista médico lo aportó Aurora Rodríguez Pérez, jefa de servicio de Oncología Radioterápica del hospital Ruber Internacional. “Los pacientes oncológicos deben hacer ejercicio físico en todas las etapas del cáncer. Eso hace que se recuperen antes y estén menos días ingresados. El ejercicio contrarresta muchos efectos secundarios. Cada vez hay más supervivientes y queremos que vivan mejor. Hay que tener en cuenta muchos factores para recomendar determinados tipos de ejercicios y personalizarlo”, detalla la doctora.
El deporte acompaña y ayuda. “Aprendes a sufrir, a llevar el día a día... Soy optimista por naturaleza. Cuando me dieron la noticia hice balance y había vivido una vida fantástica e intenté disfrutar de los pequeños detalles. Me he visualizado ganando un montón de veces”, se emociona Tomás y Virginia lo valora: “Eres un ejemplo para la gente que sufre esa enfermedad. Ser positivo y valiente conduce al camino de la salvación. Ahora tengo miedo a todo, después de que me hayan hecho de todo”. Eso tiene su explicación y la expone Aurora: “Hay que manifestar los miedos y preguntar porque a veces tememos lo desconocido”.
Sus palabras derrochan energía. “Sí se puede. Hay que intentarlo hasta el final, resistir, aguantar... Muchos días son malísimos, pero debes ser capaz de disfrutar de los pequeños momentos”, sentencia el jugador de baloncesto. El mensaje de Virginia está en las páginas de su libro Nadie se arrepiente de ser valiente (B, 2023). “El camino es muy largo, habrá momentos en que vayas hacia arriba y otros hacia abajo, pero siempre vale la pena llegar al final”, concluye Virginia. Un mensaje de fuerza y esperanza. Un mensaje de vida.
As Deporte en Positivo es un proyecto de compromiso social que fomenta los valores asociados intrínsicamente al deporte tales como el respeto, la equidad, la inclusión, la humildad, la disciplina o la diversidad. Frente a la crispación y al ruido que tan presentes están en la actualidad deportiva en los últimos tiempos, esta iniciativa recuerda que más allá de los goles, las canastas y los récords, el deporte tiene un gran potencial como elemento transformador de la sociedad.
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