Fortalecer la unidad del vestuario, otro reto para Rubi
La afición acabó enfadada por las dudas del equipo en los minutos finales contra el Cartagena. Rubi aplica bisturí para reforzar la unidad del vestuario que “no es nuestra fortaleza”. Match-ball por el ascenso directo en Castalia.

La victoria del Almería el pasado domingo ante el Cartagena dejó un regusto muy amargo. Durante 85′ los indálicos jugaron a placer ante un oponente moribundo y consciente de su descenso por adelantado. Esta abrumadora superioridad no concordaba con las sensaciones que deslizaba el equipo. Poca pasión y entusiasmo medio tirando a bajo en la celebración los goles anotados por Baptistao y Luis Suárez. Grandes individualidades, sí, pero discutible criterio colectivo.
Los problemas llegaron en los minutos finales con Maximiano complicándose la vida en una salida innecesaria fuera del área con regate arriesgado y pase al contrario que casi cuesta un disgusto, absurdo penalti de Robertone que aprieta el marcador y pone de los nervios al respetable. En este momento de los murmullos se pasa a los pitos en uno de los momentos de la temporada donde la parroquia local más ha mostrado su disconformidad con lo que estaba viendo de los suyos. A los 90′ llegó el lanzamiento de Luna que se estrelló en la cruceta. ¿Qué hubiera pasado si ese balón llega a entrar?
El bisturí de Rubi
El pitido final alivió los corazones más sensibles de los aficionados, pero no rebajó su malestar que se marchó del Almería Stadium de mal humor, a pesar de que el equipo pudo dormir en playoff a expensas de lo que suceda en el Huesca-Málaga que cierra la jornada 34.
En la rueda de prensa previa al duelo contra los catageneros Rubi incidió en una situación que, verdaderamente, da que pensar. La pregunta fue la siguiente: “¿Es un vestuario bestial en cuanto a la unidad?”. Esta fue la respuesta de Rubi. “No te voy a engañar: no lo es. No es nuestra fortaleza”. Más claro...
No es la primera vez a lo largo de esta campaña que el entrenador deja caer que echa en falta, no vamos a decir que más implicación, pero sí más criterio de unidad en el campo y en el vestuario. Una sensación no superada tras el lamentable descenso y ya continuidad de la mayoría de estos futbolistas. El Almería solo ha hecho tres fichajes; Nico Melamed, Lázaro Vinicius y Selvi Clua (estos dos últimos, invernales).
Tras el empate ante el Eibar y en los prolegómenos del partido ante el Levante volvió a referirse su añoranza de un mejor núcleo duro y haber detectado “que uno de nuestros problemas era la unión y la fuerza del grupo” y que el equipo “necesita buenas personas, trabajadores y, sobre todo, personas que interaccionen”.
Gestionar a un grupo dolido tras el citado descenso y con varios jugadores valorando ofertas de otros equipos no ha sido fácil para Rubi, que ha tratado ser el líder integrador de un colectivo disperso por venir de un duro golpe deportivo.
El Almería empezó mal y en la séptima jornada estaba en descenso. En esta situación la dupla Mohamed El Assy-Joao Gonçalves (CEO y director deportivo respectivamente) hicieron algo muy poco usual en el fútbol: respaldar al entrenador y seguir creyendo en el proyecto. Los rojiblancos alcanzaron el liderato tras 14 jornadas invicto.
Pero la montaña rusa regresó y el Almería se estancó fuera de casa con solo un punto sumado de19 posibles. El próximo viernes tendrá el definitivo match-ball para el ascenso directo en Castalia ante el Castellón y pelota de set para no despegarse del playoff. Días de bisturí para Rubi.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opinión se publicará con nombres y apellidos