Pedro, nuevo héroe de Nápoles

La pelea por el Scudetto entre Nápoles e Inter vivió una noche inolvidable, que obliga a posponer el veredicto final a la última jornada. Los sureños mantuvieron su punto de ventaja sobre los milaneses, a pesar de no haber pasado del 0-0 en su visita al Parma, gracias a Pedro, nuevo héroe de la hinchada azzurra. Un doblete del español frenó también al Inter, que con un 2-2 en San Siro ante la Lazio desaprovechó la oportunidad de hacerse con el liderato. Ahora, los de Inzaghi necesitan ganar al Como de Fàbregas a domicilio y esperar un tropiezo del Nápoles en el Maradona contra el Cagliari para arrebatarle el título en la última jornada.

En un Tardini teñido de azzurro, los de Conte (sin Buongiorno ni Lobotka) comenzaron sintiendo la presión de la cita histórica. Lukaku, bien contenido por el joven central Leoni (un 2006 que apunta muy alto), apenas generó peligro, y la ausencia de un extremo izquierdo obligó a los sureños a concentrar sus ataques por la derecha, con un activo Politano, autor del primer disparo visitante.

Los de Chivu, que necesitaban puntos para llegar tranquilos a la última jornada, cedieron el balón e intentaron hacer daño con transiciones. En una de ellas, Sohm se deshizo de Olivera y, con un derechazo, exigió una buena parada de Meret. Poco después llegó la mejor ocasión del Nápoles: Anguissa penetró en el área y remató con potencia, pero el balón se estrelló en la parte interna del poste. El 0-1 no llegó por centímetros y, mientras regresaban a vestuarios, los partenopei recibieron la noticia del gol que adelantaba al Inter. Fue de Bisseck, que abrió la lata tras un córner en la última jornada de la primera parte.

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Un mazazo para los napolitanos, que comenzaron la segunda mitad con otra intervención de Meret ante un disparo lejano de Sohm y, poco a poco, reaccionaron. El Nápoles estrelló el balón en el larguero dos veces más - con un centrochut de Politano y una falta de McTominay desviada por Suzuki - mientras las noticias desde Milán mantenían en vilo a todo el Tardini. Los de Baroni, en plena lucha por la zona Champions, empataron con Pedro, que aprovechó un pase de Vecino tras un centro de Marusic en el 72’.

Ocho minutos después, sin embargo, el Inter marcó el que parecía el tanto del soro: lo firmó Dumfries con un cabezazo imponente a pase de Calhanoglu que enloqueció al Meazza, enmudecido sobre la bocina en el 90’. Un penalti señalado con la ayuda del VAR por una mano de Bisseck desató la furia en San Siro y fue transformado por el canario, celebrado con euforia también en el Tardini.

Allí, los tifosi sufrieron hasta el final por otro posible penalti: una falta de Lovik sobre Neres fue inicialmente señalada, pero anulada tras revisión por una infracción previa de Simeone en la misma acción. Un final de alta tensión que aplaza una pelea histórica a los últimos 90 minutos. Todo sigue en juego.

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