Slot y una transición modélica
Slot tomó el relevo de Klopp el pasado verano, y en su primera campaña en Anfield, el holandés conquistó la Premier. El Liverpool llegó a tantear a Xabi...

El listón estaba alto. Lo dijo él mismo en su primera rueda de prensa en Inglaterra. Jürgen Klopp había devuelto al Liverpool al primer plano del fútbol mundial, ganando la primera liga en 30 años, llegando a tres finales de la Liga de Campeones y ganando una de ellas. Ardua tarea la que se presentaba a Arne Slot. Llegó como un gran desconocido después de que el club tanteara a Xabi Alonso... El holandés no se arrugó y ha aprobado con muy buena nota.
Entrenadores legendarios en Anfield jamás lo lograron. Técnicos adorados en The Kop, idolatrados, como Rafa Benítez o Brendan Rogers, no ganaron ninguna liga con el Liverpool. A Jürgen Klopp le costó cinco años. Su sucesor, Arne Slot, lo logró a las primeras de cambio. El tercer entrenador en la historia del club en ganar la liga en su campaña de estreno. Los anteriores había salido de las categorías inferiores del Liverpool, pero el holandés aterrizó en Inglaterra después de ganar la liga con el Feyenoord. Llegó el verano pasado. Observó, no hizo cambios, y venció. Recibió una máquina que funcionaba a la perfección, y se contentó con hacer un par de ajustes. Sin ego, consciente. No hubo fichaje de gran calibre, no hubo ningún gran desembolso. El club confió en Slot, y Slot en la plantilla que se encontró en Anfield.
Su equipo no perdió un ápice de verticalidad. Intenso y contundente. Heavy Metal. No dio un paso en falso durante una campaña que se intuía transitoria, pero que quedará en la memoria de la hinchada del Liverpool. Slot tomó el relevo, y la ciudad bañada por el río Mersey celebró tener un equipo campeón de liga. La segunda Premier League de su historia desde que se instauró el nuevo formato en 1992. La primera con las gradas llenas, haciendo buenos los festejos de 2020, cuando los futbolistas reds celebraron el título de liga en un estadio vacío debido a las medidas de la pandemia del COVID-19. Tuvieron que imaginarse a toda la gente, como cantó uno de los hijos pródigos de la ciudad, John Lennon.
Se quitaron la espina, pero no fue un camino de rosas. Pese a que tras la primera mitad de la temporada los reds eran favoritos en cada una de las competiciones en las que participaba. Pero el Plymouth, de segunda, lo apeó de la FA Cup. El Newcastle le ganó en la final de la Copa de la Liga. Y más recientemente, el PSG volvió a herir al Liverpool, eliminándolo en los octavos de final de la Liga de Campeones. Se tambaleó ligeramente, pero jamás perdió el rumbo en la Premier League. Dominantes. Excelsos. Con hambre y con mordiente. Con autoridad. Perdiendo únicamente dos partidos en las primeras 34 jornadas de Premier League. Con jugadores a la altura, capaces de marcar la diferencia. Aunque ninguno de la importancia del faraón de Anfield.
A Salah tampoco le ha importunado el cambio de entrenador. Ha sido crucial con Slot, como lo fue con Klopp. Máximo goleador de la Premier League, también lidera el departamento de asistencias en la liga inglesa. Con un margen amplio a falta de cuatro jornadas. Su esfuerzo fue premiado con un nuevo contrato. Van Dijk firmó otro. La única incertidumbre es la de Alexander-Arnold, que parece tener un pie en el Santiago Bernabéu. La del canterano y lateral es la única duda del Liverpool de cara al futuro. Un futuro prometedor a cuentas del impacto de Slot en el banquillo de Anfield en su primera campaña. Hizo suyo el equipo heredado de Klopp. Y el domingo recogió los frutos de una transición modélica. Domingo de confirmación de un equipo que camina con paso firme. Con Slot al frente.

Sin Klopp, con la Premier...
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