Un español hace historia… ¡En Liechtenstein!

Javier Navarro Rodríguez (Barcelona, 1997), sale de la cantera del Espanyol tras 11 años, y pasa por el Málaga tan solo una temporada. Tras eso, da el salto al fútbol ‘profesional’ marchándose al Europa, donde militó año y medio. Sus primeros meses, duros, con una lesión en el menisco, pero ya en la segunda temporada, en Navidad, viene el Cádiz y paga claúsula.

Tras varios años por diferentes clubes como Ponferradina, Albacete, San Fernando, etc, donde le costó volver a recuperar el ritmo que ofreció en la ciudad gaditana, decide, por medio de un compañero y amigo, emigrar.

“Un compañero suizo con el que estuve en el Cádiz y con el que tengo gran relación, Jean-Pierre Rhyner… Él volvió a Suiza y hablando con él un día me dijo: ‘si me dices que sí, te vienes aquí (Schaffhausen)’. Le dije, para delante. Al mes le dije: ‘¿cómo está la cosa?’. Me dijo: ‘voy a hablar con el presidente’. Habló con el presidente, negociamos, y para allí que me fui. Me fui en enero. No me pude adaptar mejor. Al país, a los compañeros… Todo muy, muy bien”, cuenta a AS.

“Vivo en Suiza aunque juegue en Liechtenstein, nadie que no tenga nacionalidad liechtensteiniana puede vivir allí”

Javi Navarro, sobre su estancia en el país transalpino

¿Cómo fueron tus inicios una vez diste el paso al fútbol más ‘profesional’ en el Europa?

“Me salieron las cosas muy bien. Tenía 19 años, en tercera, y sí que me hablaron de algunos equipos que ya me querían, pero dije en invierno: ‘acabo aquí la temporada, y ya en junio veo donde irme’. Pero el Cádiz insistió mucho, pagaron traspaso, y pensé que si estaban tan dispuestos a venir a por mí, era por algo. El equipo estaba en primera, el filial, primero en tercera… Prácticamente, tengo que irme, pensé. Mi padre es de Vejer de la Frontera, mi familia está ahí… Y si quería ser profesional del fútbol, tenía que ir. Tenía que dar ese paso ahí”, confiesa.

¿Y qué recuerdo te deja Cádiz?

“En Cádiz pasé los mejores años de mi vida futbolística. Cuando llegué, no me salieron las cosas muy bien, la verdad. Mira que teníamos de entrenador a Mere (Hermoso), que me daba confianza y me ponía y me ponía, pero yo no acababa de funcionar. Pero a la siguiente temporada, con Juanma Pavón, aprendí muchísimo de él y me llevó por el buen camino. Yo tenía la cabeza un poco… Me pensaba que era una estrella”, comenta Navarro.

Tocó centrarse y seguir trabajando, según nos cuenta: “esa temporada fue muy buena, ascendimos a Segunda B, y me dieron la oportunidad de hacer la pretemporada con el primer equipo. Ahí me salí. Debuté, con gol, un día que se recuerda porque es debut de un canterano, con golazo además… La grada impresionante, mis padres llorando… Para mí, el mejor día de mi vida. Nunca había visto a mis padres llorar. Me hizo más feliz ver a mis padres así, que realmente mi momento. Fue increíble. Y en enero me fui cedido a la Ponferradina… Cádiz, para mí, es mi casa, y es donde me gustaría si tuviera que vivir en España en un futuro. No me quiero olvidar de la Ponferradina, estuve seis meses, nos salvamos en Segunda, y es una ciudad donde se vive el fútbol de una manera muy especial. Fue en la pandemia, y los pocos partidos que pudimos jugar con público en El Toralín, me enamoraron”.

Tras una temporada en la que tuvo que operarse hasta dos veces del pubis en Albacete, y tras su paso por equipos como San Fernando y Sanluqueño, decide abrir su mirada a lo internacional. Llegó primero al fútbol del país transalpino, tal y como nos cuenta, jugando en Schaffhausen y Wil FC, y ya después aterrizó en el Vaduz de Liechtenstein.

¿Cómo fue tu primer año, con el Schaffhausen?

“Acaba la temporada, llegué en enero. Jugué solo 9 partidos por una lesión, pero en esos nueve marqué 5 goles y di 5 asistencias. Estaba jugando muy bien… Incluso empecé a sonar para equipos de Primera, pero me quedé donde estaba porque me lesioné. Acabó la temporada, y llegaron los problemas”, cuenta.

Inicio de su segundo año en Schaffhausen, una locura hasta enero…

“Pasó una cosa muy extraña aquí: los impagos. Comenzaron los impagos en la siguiente temporada y en enero me dijeron que no me podían pagar. Me fui a otro club cuatro meses, a otro más humilde (Wil FC).., Y este pasado verano, quedé libre, y este verano llegaron ofertas… Pero la del Vaduz fue la más atractiva. En los últimos años habían jugado Primera División, y sobre todo, previa de Conference League. Entrábamos en segunda ronda, habían conseguido hacía dos temporadas meterse en fase de grupos… Y una vez llegué aquí, muy bien. Es un club grande, con una infraestructura que no tienen ni siquiera clubes de España… Aquí en Liechtenstein hay mucho dinero, es el club del país… Y estoy muy a gusto. Me siento otra vez como si estuviera jugando en España”, expresa Javi a AS.

Liga de Suiza, Copa de Liechtenstein

“Jugamos la liga en Suiza ya que Liechtenstein es la única confederación que no tiene liga. No hay suficientes equipos. Nosotros somos los más fuertes, los que más arriba estamos, el resto de equipos de Liechtenstein están en tercera, cuarta, quinta suiza… Pero la Copa la jugamos contra estos equipos. Claro, con el Vaduz, estás obligado a ganar la Copa, ya que somos el equipo más grande”, explica Navarro.

Este lunes, el Vaduz se proclamó campeón de la Copa de Liechtenstein, pero ojo, que no lo tuvieron fácil. Hasta el 65’, iban 0-2 perdiendo: “iban como aviones”, dice Javi. “En cuanto apretamos, conseguimos solventarlo”. Él marcó el 2-2 en el 74’, y más tarde, de penalti, Fabrizio, el ‘pichichi’ del equipo, sentenció todo de penalti. Con ello, Javi Navarro, se convierte en primer español de la historia del fútbol en ganar una Copa de Liechtenstein.

Actualmente, el Vaduz se encuentra en Segunda División de Suiza… Año “malo” sin ascenso… Pero aquí también hay curiosidad. Son tan solo 10 equipos en esta división, por lo que hay hasta cuatro vueltas, es decir, los equipos se ven las caras unos con otros, ¡hasta en cuatro ocasiones! “Me hago amigo de los defensas que me pegan y yo les pego… Nos hacemos hasta amigos (risas)”, expresa Javi a AS.

¿Y el nivel?: “hay jugadores en España que no se adaptarían, otros que vendrían y jugarían sobrados… Y es que hay jugadores en mi equipo que han jugado en la MLS, en Primera de Bélgica, en Primera de Suiza… Y también hay otros en la liga que diría: ‘este chico no jugaría en Segunda Federación en España’. También te digo, depende mucho del jugador. Es una liga muy diferente, mucho físico, mucha transición, muy poco orden táctico, los equipos no están tan trabajados tácticamente, los últimos minutos son una locura… Si eres delantero y estás fresco, en los últimos minutos, te puedes hinchar”.

La amistad en el vestuario

“Hay un chico (Nicolas Hasler), que es el capitán de la Selección de Liechtenstein, que cuando tenía 18 años se fue a Salamanca 4 meses. A aprender español y a entrenar con el Salamanca y tal… Con él es con el que mejor relación tengo. Pero también tengo relación con todos los demás. Tengo la suerte de hablar en inglés y estoy también bastante dentro con el alemán…”, dice a este diario el futbolista catalán.

Vivir allí: vida en Suiza pese a jugar con un equipo liechtensteiniano

“Esto es lo más curioso. No puedes vivir en Liechtenstein si no tienes nacionalidad de allí. La mayoría de mis compañeros y yo vivimos en Suiza. Yo, por ejemplo, vivo en Saint-Gallen, tardo 40 minutos en ir a entrenar, pero sí que es verdad que puedes vivir tan cerca que puedes tardar hasta cinco, viviendo en Suiza y yendo a entrenar a Liechtenstein”, explica.

“Lo que más me sorprendió cuando llegué fue que a las cuatro de la tarde en invierno ya era de noche, no tanto el frío. Cenan a las seis de la tarde, comen a las doce del mediodía… Encima estuve en el primer mes aquí en un hotel y dije: ‘madre mía’... Pero al final me he adaptado bien. Ya como a las 19:30 que algo es algo… Y bueno, te das cuenta de que los españoles somos los que hacemos estas cosas mal (risas). Suiza y Liechtenstein son los dos ejemplos de cómo tiene que funcionar un país”, dice Navarro.

“Tema familia, yo vivo aquí con mi pareja, y mi familia vive en Barcelona. Ellos se pueden plantar aquí en hora y media en avión, vienen dos-tres veces por temporada a verme, yo voy en parones, vacaciones… En mi vida había hecho una videollamada con mis padres, ni estando en Cádiz, pero desde que llegué son todo videollamadas. Y en coche alguna vez he ido desde aquí a Barcelona, ya que son 11 horas y tengo a mi perrita, y al final era lo mismo que hacía de Cádiz a Barcelona así que…”, confiesa el ex jugador del Cádiz.

¿Volver a España?

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“Es una pregunta un poco complicada. Cuando las cosas te van bien piensas en quedarte, cuando van mal, en irte… Es ponerlo todo en una balanza. En el extranjero estás mucho mejor valorado que en España… Si me llama el Cádiz, voy andando hasta Cádiz (risas). Si me llaman de otro equipo de Primera RFEF, lo veo complicado. Si me llama la Ponfe, también voy andando desde aquí. También te digo, este fin de temporada ha sido duro, he pensado si volver o no… Algo irrechazable diría que sí, algo bueno, no lo sé. Donde estoy, creo que muchos querrían estar. Estoy feliz y a gusto aquí”, concluye a AS Javi Navarro.

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