A Pablo Torre ya le toca jugar
El Barcelona le abre las puertas a una salida, aunque quieren tenerlo controlado, mientras que su entorno entiende que no puede estar otra temporada casi en blanco
Pablo Torre llegó al Barcelona en la temporada 2022-23. En principio, lo hizo con ficha del filial pero con el compromiso de estar en dinámica del primer equipo. Así se lo dijo Xavi, figura importante en su decisión de venir al club azulgrana. Era joven y con la competencia que había jugó muy poco. Participó en ocho partidos de Liga, en dos de Copa del Rey y en tres más de Champions. También reforzó al filial en tres ocasiones. En total, 583 minutos repartidos en 16 partidos. Muy poco.
En el verano siguiente, el Barcelona lo cedió al Girona, en cuyo banquillo se sienta Míchel, un entrenador que, a priori, era ideal para que Pablo Torre pudiera crecer y hacer explotar todo su potencial. Pero tampoco lo logró y pese a mejorar sus cifras, jugó menos de lo esperado. 26 partidos de Liga, tres de Copa y 802 minutos en total.
Regresó al equipo azulgrana para empezar de nuevo bajo las órdenes de Hansi Flick. Hizo una muy buena pretemporada pero la feroz competencia en la medular lo volvieron a relegar al ostracismo. Llegó Dani Olmo, se recuperó Gavi y Fermín va por delante. Esta temporada apenas ha jugado: 14 partidos en total, 10 de Liga, dos de Champions y dos más en la Copa del Rey y sólo 421 minutos.
De seguir así, el talentoso centrocampista cántabro va camino de estancarse. A Pablo Torre le ha llegado la hora de jugar. Lo saben en el Barcelona y también su entorno, que reconoce que no puede estar tres años consecutivos con tan poca participación. El club le ha abierto las puertas de par en par para encontrar una solución. Finaliza contrato en 2026 y no se ve mal un traspaso intentando incluir una cláusula de recompra por si finalmente demuestra todo su potencial. La otra alternativa que se baraja sería renovarlo y buscar una cesión a un equipo que pueda darle continuidad.
Su entorno quiere darle estabilidad y tranquilidad. Es lo que necesita para explotar su mejor fútbol, a parte de continuidad. Tiene muchas ofertas porque Pablo Torre siempre que ha jugado demostró su talento así que entre todas las partes han de sentarse y hablar para encontrar la mejor solución. Lo que todos tienen muy claro es que a sus 22 años no puede estar otra temporada calentando banquillo o grada.
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