El empate ante el Leganés deja un sabor amargo
Los rojillos perdonaron demasiado y acabaron en tablas en los minutos finales del encuentro.

El partido que ayer medía a Osasuna con el Leganés en Butarque era transcendental para los intereses de los navarros. Una victoria les acercaría mucho al objetivo de la permanencia, una derrota les metería en problema y un empate les dejaría con deberes por hacer. El resultado que se dio fue este último. Los navarros se adelantaron por medio de Herrando en el minuto 49 y, tras perdonar numerosas ocasiones, un penalti absurdo de Abel Bretones en el minuto 87, permitía el empate de los pepineros.
Los rojillos también vieron como el VAR anulaba un gol por un supuesto fuera de juego más que dudoso. En cualquier caso, el resultado, empate a uno, dejó un amargo sabor a la plantilla del equipo navarro. Boyomo, que fue uno de los mejores del partido, apuntaba: “Creo que tuvimos el partido controlado pero los partidos se definen por detalles. No nos salió bien y eso le puede pasar a todo el mundo. A mi me ha pasado en muchos partidos. Sólo tenemos que levantar la cabeza y pensar en el próximo partido ante el Girona. Va a ser un encuentro muy importante y espero que la afición nos siga apoyando como lo ha hecho durante toda esta temporada”.
Su compañero Aimar era claro en sus palabras, que reflejaban el sentir del equipo: “Nos vamos jodidos. Hasta los últimos minutos, que nos fuimos un poco atrás y no supimos mantener el balón, estuvimos bien. Tuvimos ocasiones claras como para ganar el partido, pudimos sentenciar antes. Intentaremos ganar el domingo. El fútbol son dinámicas”.
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