El Leganés firma tres meses después la concesión que ya anunció con el Ayuntamiento
La burocracia ha retasado una rúbrica que supone pistoletazo de salida para comenzar con las reformas vinculadas a los fondos CVC. La primera: los vídeo marcadores. Techar Butarque podría aumentar el coste de las entradas.
El Leganés ha anunciado que hoy se ha hecho efectiva la firma del acuerdo para la concesión de Butarque se anunció a finales de febrero y que dará el estadio al Legnaés durante 50 años. Casi tres meses después. El motivo: la burocracia. O al menos eso dice un club que insiste que ha tenido que trabajar en trámites burocráticos importantes para completar la formalización del proyecto.
Además, cuenta el club, el Leganés se ha encontrado con trámites de adaptación que ha tenido que ejecutar en el estadio. Trabajos que son previos a cualquier otro proyecto que pueda desarrollar en el estadio. El caso es que, con todo este papeleo, el Leganés ha visto retrasar la posibilidad de ir realizando cambios en un estadio al que, eso sí, la propiedad del Leganés, Blue Crow Sports, ya le ha ido metiendo mano a mano de a poquitos.
Vídeo marcadores, punto de partida
Desde el incremento del aforo por cambio de sillería, hasta la construcción de un nuevo túnel VIP experiencial pasando por una nueva zona de prensa, una nueva zona VIP o la readaptación de las oficinas. También se ha trabajado en una nueva oficina de atención al socio. Maquillaje para lo que está por venir con la reestructuración de un Butarque en el que el club tiene que invertir parte de los 42 millones de euros del plan CVC que también tendrá que repartir en la Instalación Deportiva Butarque, en la que también se trabaja para tener la concesión.
Entre los trabajos que se implementarán pese al descenso a Segunda División es la instalación de dos nuevos vídeo marcadores, una demanda que, afirmó Jeff Luhnow, presidente, el pasado lunes, es de las más repetidas por la afición. Después vendrán otras. La más pedida por parte del público es el techado de un estadio que, con todo, podría implicar una modificación de los precios de las entradas. En Blue Crow se debate si dar este paso porque entienden que, de hacerlo, sería necesario subir lo que cuesta cada localidad al mejorar la calidad de los servicios.
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