El lunar de Lenglet
El francés empaña su gran temporada, clave en la salida de balón rojiblanca, con cuatro borrones: cuatro penaltis cometidos, el jugador del Cholo que más.
En su catálogo particular, Clement Lenglet ha hecho en el Atlético penaltis de todas clases: por agarrones, pisotones, empujones y manos en el área. Muy completo. Penaltis que pueden pesar plomo en sus bolsillos. Es un jugador a examen. Llegó de puntillas, por la imposibilidad del club de fichar a Hancko, el precio, los casi 40 millones que por su traspaso pedía el Feyenoord, pero en la lesión de Le Normand por su golpe en la cabeza en el derbi ante el Madrid del 29 de septiembre, se hizo sitio en el once... Y en la cabeza del Cholo. Suma su clarividencia a la hora de sacar limpio el balón, algo que dio vuelo al Atlético de las 15 victorias seguidas, pero le resta mucho lo del último mes, cuando queda nada para que el Atlético levante el teléfono y se siente a negociar con el Barcelona un posible traspaso (ahora está cedido). Tres penaltis de los cuatro que ha cometido han sucedido en el último mes. Es el rojiblanco que más ha hecho en la temporada 24-25. Y a distancia de los demás.
Porque el segundo en esta lista es Reinildo, con dos. Y después van Koke, Gallagher, Javi Galán y Le Normand. Diez en total. Casi la mitad suyos. El lunar crece es como una mancha negra de pintura en un cubo de agua que se expande. El primero fue en diciembre, ante el Slovan en Champions, penalti por pisotón. El acelerón ha llegado ahora, en el último mes: el penalti por empujón y/o obstrucción ante el Madrid, el penalti por agarrón ante el Espanyol y el penalti del lunes, ante el Valladolid, por mano. Demasiados penaltis que le cantaría C. Tangana.
El séptimo jugador de campo en minutos del Cholo
Lenglet, a examen
Un Lenglet que le había quitado el sitio a uno de los grandes fichajes del verano, también en la zaga, a ese Le Normand que, cuando se recuperó de ese peligroso golpe que le provocó un edema subdural en el cerebro descubrió que había perdido la silla. O el trozo de tepe al lado de Giménez. En el reparto de minutos de la plantilla se palpa: el charrúa es el quinto jugador de campo rojiblanco más utilizado por Simeone (2.744′, solo por detrás de Griezmann, Julián Alvarez, Llorente y De Paul, además de Oblak, claro), el séptimo es el francés (2.516′) y el décimo el franco-español (2.212′). Lo del lunes puede cambiarlo, sin embargo, de cara a las siete jornadas que quedan para el final. Que el Cholo vuelva a apostar por la fiabilidad y sobriedad intachable de Robin... Mientras en los despachos se deshoja otra margarita: qué decir cuando se llame al Barcelona. Hasta que sacara su particular catálogo la idea era clara: hacer el esfuerzo para que se quedase más allá del Mundial de Clubes, algo ya hablado en los términos de su cesión por parte de los azulgrana, que no cuentan con él para la próxima temporada.
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