En juego, la vida… y la bolsa
La permanencia del Leganés es clave también para sustentar el potencial económico del proyecto de Blue Crow. El club acumula tres temporadas de pérdidas por valor de 18,201 millones. Los ingresos en Segunda caen notablemente.
El Leganés se juega mañana sábado ante el Valladolid (Butarque, 18:30) algo más que la permanencia en Primera. El potencial económico del proyecto que lidera sus dueños Blue Crow Sports (BCS) también está en juego. Hay que recordar que el club llegó a la élite la pasada temporada con tres ejercicios consecutivos arrastrando pérdidas, un hecho insólito para los pepineros en la última década. Mantenerse en Primera supondría un importante balón de oxígeno para mejorar esas cifras. Descender reduciría el músculo financiero y, por lo tanto, las opciones deportivas del club.
Al cierre del ejercicio pasado, temporada 2023-2024, los pepineros contaban con una deuda a largo plazo de 18,201 millones de euros. Esta cuantía era resultante de las mermas de esa misma temporada (el Lega subió con pérdidas de 5,792 millones) y los 11,74 que acumulaba de los dos ejercicios anteriores. Uno es imputable al completo a BCS. En la temporada 2022-2023 el club cerró con pérdidas de 7,447 millones de euros. El tercer curso con pérdidas se inició en la temporada 2021-2022, campaña gestionada por los anteriores dueños, los Moreno-Pavón. Ese ejercicio se cerró con pérdidas de 6,761 millones.
Sin colchón
Precisamente la salida de la familia que rigió los designios blanquiazules durante más de 13 años obligó a los nuevos dueños a usar el dinero que había en caja como dividendos con los que pagar parte del crédito con el que se compró la entidad. El coste total de la operación fue de 80 millones: los 39 inicialmente reportados más el dinero en acciones y en caja que no salieron del club… pero sí se incluyeron en el precio de venta. Aquel colchón ya no existe.
Ahora el Leganés, con su vuelta a Primera, ha pasado de 6 millones por ingresos televisivos (lo que cobraba en Segunda), a unos 40-50. Una subida importante, pero engañosa, porque los costes también suben en la élite. Ya sólo en la plantilla, el club inició campaña con gastarse unos 30 millones en el plantel. “Queremos una plantilla de 30 millones que rinda como una de 80”, confesó a AS Jeff Luhnow. Es decir, el margen para generar beneficios es escaso. Se necesitan varias temporadas en Primera para notar sus efectos.
En caso de descenso el club percibiría una ayuda del fondo de compensación, pero aun así supondría una bajada notable del dinero que percibiría con respecto a la Primera División. Ese escenario podría forzar al club a reconsiderar inversiones o realizar ajustes de recursos, como ventas de jugadores.
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