La aventura europea del Juvenil también se acaba

Los paralelismos entre el juvenil y el primer equipo del Girona son evidentes. En el estilo de juego, en la propuesta futbolística y, tristemente, en el resultado europeo. El club se despidió de la Youth League perdiendo por la mínima ante Olympiacos, vigente campeón, en un partido en el que fueron mejores. Dominaron con mano de hierro la primera mitad y gozaron de ocasiones al final para empatarlo, pero la falta de efectividad del condenó.

Tras unos minutos de tanteo inicial por parte de los dos equipos el Girona se adueñó del partido. Muy sólidos, con tan solo un error en la salida, fueron capaces de combinar constantemente en campo contrario. Eso sí, con un gran ‘pero’: no inquietaron la meta de Olympiacos. Los griegos esperaron excesivamente atrás y excesivamente largos (no se cerraron) dejando el centro del campo para que los de Sergi Mora jugaran a placer. Hasta la media hora ninguno de los porteros tuvo ni siquiera un susto.

Esto cambió radicalmente en los minutos finales de la primera parte. Primero porque Minsu tuvo una acción clarísima para adelantar al Girona. Una conducción larga, rápida, que le dejó sólo ante el meta rival. Una acción generada tras una magnífica descarga con el pecho de Arango, que sin embargo acabó fuera. Esta acción despertó a un Olympiacos que abusó del balón largo a Sillah, dando un paso adelante. Montes, por cierto, marcó un gol que fue anulado por una clara falta al borde del descanso. Las sensaciones de la primera parte fueron mucho mejores para los catalanes, pero el marcador se mantuvo a cero.

El partido siguió discurriendo por los mismos derroteros, con un gran disparo de Erik Vázquez y otro más de Minsu. Pero a medida que pasaron los minutos, quizás fruto del cansancio, el Girona dejó de ser tan protagonista. Dio aire a su rival, que en una acción surgida de la nada Alafakis disparó con peligro. Primer aviso. Las recuperaciones constantes en campo contrario dejaron de darse y Olympiacos vivió sus mejores minutos. Y golpeó primero. Pnevmonidis remató de cabeza libre de marca, entrando desde segunda línea, al fondo de la red. Y en el 74′, apenas cinco minutos después del primer gol, con el Girona todavía en la lona, Sillah pudo sentenciar el partido. Pero disparó fuera.

El Girona se rehizo del golpe y empezó a atacar ya a contrarreloj, partiendo el partido, quemando las naves. Pudo perfectamente encajar el 2-0 a la contra, pero también empatar el partido. Cierto es que no gozó de ninguna acción clarísima, pero sí de numerosos acercamientos a una portería. Hasta que Aguilera y Reverter, ya en el descuento, tuvieron dos remates para enviar el partido a los penaltis.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.