El imposible de Raúl
El técnico ve cómo, con el aterrizaje de Xabi Alonso, se esfuma su último tren al primer equipo blanco. “Cada día me siento más confiado para cualquier reto”, reivindica.
“A nivel personal, cada día me siento con más confianza y preparado para cualquier reto. Cualquier reto es cualquier reto. Y eso es lo que está en mi cabeza”. Un mensaje claro. Contundente. De Raúl tras maniatar al Fuenlabrada. Una goleada (4-0) sin premio. Porque el Castilla se quedaba en la orilla de playoff. A cuatro del Mérida a un partido. Sin opciones a falta de una jornada. Por una mochila pesadísima. Un arranque de temporada que hizo al filial despedir el 2024 en descenso. Mucha lesión, inexperiencia de un grupo nuevo. “Si hubiéramos empezado de otra manera...”, se lamenta internamente. Porque en 2025, solo una derrota. Pero no ha sido suficiente. Como tampoco los méritos de Raúl para, desde el club, ser considerado como opción para el primer equipo. A final de temporada el Siete decidirá su futuro. Deshojará la margarita, con Europa atenta. Pero el pétalo más deseado se lo lleva Xabi Alonso. El reto imposible de Raúl.
Un ochomil que nunca ha logrado escalar el técnico. No lo ha hecho durante sus seis proyectos con el Castilla. Ni estar en el escalón previo. Un salto que no es fácil. Requiere contexto. Estar en el momento y en el lugar. Y no siempre ocurre, pero lo ha hecho. En esos seis años, dos veces. La última, la actual. Con Ancelotti y su futuro en cuenta regresiva, la opción preferencial, desde el minuto uno, ha sido Xabi. Y cuando la incógnita del Mundial de Clubes latía, para dirigir en Estados Unidos, la cuestión era Xabi o Solari.
De hecho, el elegido era el argentino, como informó AS. Hasta que se pidió al tolosarra ponerse el chándal blanco a partir del 1 de junio, acompañado de tres refuerzos de campanillas (Alexander-Arnold, Huijsen, Carreras). Raúl aparecía en la conversación del interino, pero con la boca pequeña. Y según fuentes consultadas por este periódico, algunas voces dentro de la entidad tenían en Álvaro Arbeloa una opción más factible para el torneo. Una muestra de la confianza que hay depositada en el todavía técnico del Juvenil A, ahora inmerso en la lucha por la Copa de Campeones y a la espera de la decisión de Raúl. Porque si el Siete se marcha, el Castilla será para Arbeloa.
Y en 2021...
Un varapalo, ver volar ese sueño del primer equipo, que ya sintió en 2021. Después de que Zidane dijese adiós a través de una carta publicada en exclusiva en AS: “Me voy porque el club no me da la confianza que necesito”. Ahí estuvo más cerca. Por momentos, el debate era entre Pochettino y Raúl. Hasta que desapareció el primero y apareció un Allegri que como ‘vino’, se fue. Con el contrato redactado y tres años de contrato, dio plantón el Madrid. Y sin Allegri, el plan B no fue Raúl, sino Ancelotti, tras una afortunada llamada de teléfono (ó a José Ángel Sánchez para pedir fichajes para el Everton y acabó volviendo).
A pesar de ser una opción sinónima a Zidane. Una leyenda que dirigía al Castilla. Tras probarse como exitosa la apuesta por el francés. Y tras haberle entregado también las llaves de los mayores al propio Solari en 2019 tras el despido de Lopetegui. Pero Raúl siguió en el filial. Donde ha desarrollado una estupenda relación con Carletto.
Sin ir más lejos, el italiano le reivindicó días atrás: “Creo que Raúl ha hecho un gran trabajo con estos jugadores, porque han progresado mucho. Ha tenido una temporada con las mismas dificultades que he tenido yo, muchas lesiones, pero ha sido capaz de sacar lo mejor de su equipo y sobre todo de hacer progresar a los jóvenes". No obstante, ese “cualquier reto” de Raúl no será el Madrid.
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