Míchel, va por ti
El técnico, hospitalizado por un problema de salud, no dirigirá al Girona hoy. Los rojiblancos, a sellar su segundo triunfo seguido y cerrar, virtualmente, la permanencia. El Villarreal, a seguir su camino a la Champions.
“El fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes”. Y así se vivirá el Girona-Villarreal de este sábado porque lo vital es la pronta y buena recuperación de Míchel Sánchez. El técnico rojiblanco de 49 años está hospitalizado por problemas de salud (evoluciona de manera favorable y está fuera de peligro) y no ocupará su lugar en el banquillo local de Montilivi en este encuentro (sigue el partido en directo en as.noticiasalagoanas.com). El segundo técnico, Salva Fúnez, será su ‘sustituto’.
El fútbol no para y la plantilla gerundense quiere recuperar cuanto antes la normalidad y un mensaje retumba en el vestuario: ‘Míchel, va por ti’. El técnico, desde fuera, seguirá el duelo y ya avanzó que “estoy seguro de que este grupo, pese a mi ausencia, lo dará todo, como siempre, para que nuestra gente pueda sentirse orgullosa del club y de los valores que representa”. Se quiere una victoria, la que sería la segunda seguida tras la que se logró el pasado lunes contra el Mallorca, y toda celebración será alegría para Míchel.
Este susto del entrenador rojiblanco llega, precisamente, en unos días de los más bonitos del año que se pueden vivir en Girona porque es temps de flors (tiempo de flores). La ciudad catalana se engalana, desde este sábado y hasta el domingo día 18, para disfrutar de un escenario primaveral. Durante este tiempo los alrededores de la catedral y el casco histórico se llenan de flores y exposiciones de patios y jardines. Aprovechando este momento se espera que florezca una victoria en Montilivi. Y es que Girona y Villarreal se medirán con objetivos muy distintos, la salvación contra la Champions.
Montilivi, que ha sido territorio Champions este curso es lo que quiere llevarse el equipo de Marcelino a Vila-real. Los amarillos sienten la respiración del Betis muy de cerca, a un solo punto por detrás, y no pueden fallar. El Girona tampoco está para dejarse ir y menos ahora que ha encontrado la vía de agua que le estaba hundiendo. Tras 11 partidos sin ganar, el pasado lunes venció al Mallorca (1-0) y vuelve a tener, en su casa, una oportunidad de oro para dejar, virtualmente, la permanencia cerrada.
Montilivi debe ser un muro, como el que, por fin, logró poner Gazzaniga la pasada jornada en su meta. El portero, que cumplirá su partido 101 con el Girona, quiere su segunda portería a cero de esta segunda vuelta. Y es que por ahí pasan muchas de las opciones de alegría para los gerundenses. Porque llega un Villarreal que es un bombardero ya que con 60 goles a favor esta Liga está rompiendo todos los techos. Es su mejor registro anotador a estas alturas (34 jornadas) en toda su historia en Primera.
Los de Marcelino han ganado cuatro partidos de sus últimos seis a domicilio (dos derrotas) y contarán con un Álex Baena que se llevará una gran ovación de Montilivi por su pasado rojiblanco. Pero para iración la que despierta Stuani. El charrúa está siendo quien lleva la bandera de la permanencia y está destilando ese ‘orgull gironí’ que tanto se pregona. Encadena tres jornadas seguidas marcando (tres goles) y su media, de un tanto cada 90 minutos, retumba.
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