Modric, un vacío difícil de llenar
La marcha del croata deja un hueco en el centro del campo para el que se manejan diversas opciones: desde Arda Güler a buscar un mediocentro. No hay ‘Modrics’ en el mercado.
Llegaba el minuto 85 de partido y todo el estadio Santiago Bernabéu comenzó a murmurar. Chema, el chaval del filial, se asomaba al terreno de juego. Iba a entrar para disputar los últimos momentos del Real Madrid en la presente Liga. Eso acarreaba otro significado: Luka Modric, el eterno centrocampista croata se aprestaba a poner punto y final a 13 campañas como jugador blanco. Desde aquel mes de agosto de 2012, cuando fue contratado por la entidad blanca sin saber lo qué le esperaba. Tanto a él como al club blanco. El resultado ya es conocido por todos: 13 temporadas y 28 títulos, el que más ganó con la sagrada elástica blanca. En medio, un recital de jugadas, fintas, regates, pases, goles, liderazgo y un ansia por jugar: lo ha hecho hasta casi con 40 años y cada campaña, como un Benjamin Button particular: cada año dejaba más y mejores recuerdos. Como un buen vino.
Ahora viene lo negativo. Ya no hay Modrics. Ni en la plantilla ni en el mercado. La búsqueda va a ser muy muy complicada para intentar conseguir un centrocampista de sus características, capaz de echarse el equipo a sus espaldas, dominar los partidos con una suave mano de hierro, con la inventiva de sacarse pases con el exterior que siempre encontraban a algún compañero bien situado. Sus datos así lo certifican: 591 apariciones, con 390 victorias, 101 empates (100 derrotas), con 42 goles y 90 asistencias (nadie olvidará la que dio a Sergio Ramos en la final de la Champions de 2014 que permitió forzar la prórroga para que los blancos se impusieran al Atlético 4-1). Pero volvamos a lo mollar: no hay Modrics. O mejor dicho, no hay recambios.
El hombre llamado a buscar ese relevo es Xabi Alonso, el nuevo entrenador blanco que será presentado este lunes 26 de mayo. Uno de los posibles sustitutos es Arda Güler, quizá Nico Paz. El turco, que ha acabado la temporada como la pasada, brillando en el tramo final, es el candidato idóneo por su juventud, talento y calidad, pero le falta continuidad, quizá por falta de físico. Pero el turco ha dejado destellos en partidos sueltos, como la final de la Copa del Rey, sus goles al Leganés y al Celta, pero le falta regularidad y sobre todo, físico para el trabajo defensivo, algo que exigía Ancelotti y que ahora le va a pedir Xabi Alonso. Tiene por delante el Mundial de Clubes para demostrar que puede asumir ese rol. Además, tendrá a Modric en sus últimas apariciones de blanco para fijarse e intentar reflejarse en el terreno de juego.

Si el club decide ir al mercado, las opciones son, por decirlo, prácticamente imposibles: jugadores como Vitinha (infichable: pertenece al PSG y el club francés no lo vendería al Madrid), Kimmich (ya ha alcanzado los 30 años y acaba de renovar por el Bayern hasta 2029), MacCallister (del Liverpool y argentino) y Martin Zubimendi (casi con los dos pies en el Arsenal), son meras quimeras. Otras opciones son la de Angelo Stiller, del Stuttgart, y del que se tienen buenos informes, y también la del español Rodrigo (Manchester City), pero al salir recientemente de una lesión, frena el posible fichaje.
Como dijo el propio Modric en su turno de despedida de los aficionados blancos: “No llores porque se terminó, sonríe porque sucedió”, pero el vacío que deja Luka Modric es un vacío difícil de llenar. Xabi Alonso tiene tarea. Y de las difíciles para empezar su trayectoria en el banquillo madridista.
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