Un Frankenstein a EEUU
El Madrid se asoma al Mundial de Clubes con sólo tres defensas. Tendrá a Solari en el banquillo. Y por si no fuera suficiente, también sin Camavinga...

La vida puede dar muchas vueltas. Pero lo del Madrid esta temporada es, directamente, un quíntuple tirabuzón. Algo digno de Greg Louganis. Hace apenas unos meses se relamía al pensar en el Mundial de Clubes. Un torneo inédito, un botín millonario. Ese nuevo satélite en el que clavar su bandera. Y ser el primero en hacerlo. Pero la situación, ahora, invita más a entonar el mayday, que a preparar un alunizaje. La transformación del equipo −desde febrero hasta junio− asustaría a los productores de Cambio Radical. Asoma EEUU y el Madrid tiene tres defensas, cuenta los días de su entrenador y, por si no fuera suficiente, ha perdido a su comodín, Camavinga. Casi nada. Y con eso, debe ir a por algo que sabría como tanto. Aferrados a un Frankenstein.
El castillo venía siendo endeble, pero ayer se volvió en uno de naipes. Primero, por Rüdiger. El hombre que llevaba meses jugando con dolor en la rodilla. Y considerable. A su diagnosticada artrosis prematura, se le sumó una rotura parcial en el menisco externo de su pierna izquierda. Coincidiendo con que tendrá que estar parado por sanción (seis partidos), club y jugador acordaron pasar por quirófano. Todo salió bien. Pero estará entre seis y ocho semanas de baja. De llegar al Mundial de Clubes, sería para los partidos de la fase final. A mitad de camino. Y sin ritmo deportivo. Es complicado, es complejo.

Llueve sobre mojado
Pero no fue la única noticia. Poco después, el club confirmó la dura lesión de Mendy: rotura del tendón proximal del recto anterior en el cuádriceps derecho. Suena a grave, porque lo es: entre 10 y 12 semanas de baja. No podrá jugar ninguno de los partidos del torneo. Y a última hora de la noche, el tercero: Alaba. Rotura del menisco interno de la rodilla izquierda, la ‘mala’. Pasará por quirófano y comenzará rehabilitación que es casi una contrarreloj: estará entre seis y ocho semanas de baja. El club cree que llegará, pero duda de en qué condiciones.
Quedan tres
Así que el resumen es sencillo: sólo hay tres defensas seguros para el torneo. Lucas Vázquez, Asencio y Fran García. Porque Carvajal y Militao exprimen sus opciones para estar en la dinámica, pero ser titulares es una utopía. Sobre todo para el lateral. Habrá tres defensas; cuatro si se alista para la causa a Tchouameni. Quien estaba prácticamente obligado a ser centrocampista, una vez que Camavinga tampoco estará operativo (rotura completa del tendón del aductor izquierdo), pero ahora impera la causa defensiva. Un quilombo.
Y cambio de pizarra
Pues con esto, a Estados Unidos. Y sin Ancelotti: como se ha venido contando, el Real Madrid tiene decidido que su etapa ha finalizado. Y ya trabaja en el fichaje de Xabi Alonso, su Plan A... pero para después del Mundial de Clubes. Ahí, el escogido será Solari. Durante un mes, en el mejor de los casos, será su Madrid. Uno que mirará a la cantera más por obligación, que por deseo. Jacobo subirá desde ya a la dinámica del primer equipo.
Prueba del algodón
La situación es tal, que el once más probable para la fase de grupos, a día de hoy, estaría formado por Courtois, Lucas Vázquez, Tchouameni, Asencio, Fran García, Valverde, Ceballos, Rodrygo, Bellingham, Vinicius y Mbappé. Aferrados a la pólvora, para tapar los agujeros defensivos. Un Frankenstein. Aquí va un espejo con el que, teóricamente, debería ser el once titular dle Real Madrid esta temporada: Courtois, Carvajal, Militao, Rüdiger, Mendy, Valverde, Tchouameni, Rodrygo, Bellingham, Vinicius y Mbappé.
Con lo que hay
No hay mayor prueba del algodón, que este cara a cara. El Real Madrid lleva meses hablando de la importancia que da al Mundial de Clubes. De la ilusión que tiene por ser el primer equipo de toda la historia que gana este trofeo, como ya sucediese con la Copa de Europa. Le daba casi más importancia que a la Champions. No es una exageración. Pero el asunto empieza a tener pinta de hemorragia preocupante. Con tres defensas y sin su entrenador. Casi nada. Lo que pintaba a alunizaje, sí, ya ven, coge tono de mayday.
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