Una tragedia defensiva
Los problemas de Las Palmas en la zaga quedaron en evidencia ante el Valencia. Ante el Rayo podría haber nuevos cambios. La sangría no cesa.


A estas alturas de temporada, con apenas cuatro partidos por delante, Las Palmas yace en los puestos de descenso con todos los honores. Sin tiempo de nada, no le queda más remedio que encomendarse a la épica y a los fallos de otros para salvarse. Mientras, el equipo grancanario sigue errando especialmente en defensa, donde la sangría no cesa.
Tampoco, claro, ante el Valencia, que hace unos días asaltó el Estadio de Gran Canaria (2-3), convirtiendo a Las Palmas en un pelele con poco que decir más allá de algunos arreones aislados. Estos goles encajados apuntalaron la continua tragedia defensiva en la que parece instalada la hueste insular. Ya son 56 las veces que Horkaš o Cillessen han tenido que recoger la pelota de dentro de la portería amarilla, que 34 partidos después apenas ha quedado inmaculada en cuatro de ellos.
Para colmo de males, la lesión de McKenna en los días previos a la visita del Valencia privó a Diego Martínez de uno de sus defensas de referencia (26 titularidades en 27 partidos para 2.287 minutos de juego) y obligó a retocar la inalterable línea de cuatro que protege el área de Las Palmas. Así, Álex Muñoz compareció como lateral izquierdo para que Mika Mármol ejerciera como central, acaso su posición natural.
Sin embargo, el suspenso generalizado ante el Valencia podría traer consigo nuevos cambios en el equipo, estos por decisión técnica, dejando a un lado los problemas musculares del propio McKenna. Resulta que Martínez siempre prefirió a Mika Mármol como lateral izquierdo, donde sus números son, de momento, abrumadoramente inferiores este curso en comparación con el pasado, donde casi siempre compareció en el eje de la zaga.

Pelmard, que puede también jugar como central, ni está ni se le espera tras aquella lesión de la que después no se supo más. Su puesta a punto, eterna. Ahora, buscando más empaque defensivo, emerge la opción de jugar con Juanma Herzog, víctima de un sainete en el que el club, de nuevo, quiso sacar músculo de la manera equivocada.
Sainete Herzog
Resulta que Herzog, que acumulaba cinco titularidades del tirón, se había quedado misteriosamente fuera de la convocatoria para ir a jugar a Getafe sin que mediara ningún tipo de explicación, pues la lista se conoció, como siempre, después de que compareciera Diego Martínez. Sin embargo, con sus compañeros rumbo a Madrid, el propio Herzog fue llamada a filas para desplazarse hasta la capital española e incorporarse así al resto de la expedición, colocándose así en el centro de un sainete generado por el club.
Las explicaciones posteriores dadas por el propio Martínez y Miguel Ángel Ramírez, máximo accionista y presidente del club, obedecieron a un malentendido difícil de creer como tal. Poco después se supo que Herzog se había quedado fuera, en un principio, por desavenencias surgidas con la renovación de su contrato, insistiendo el propio Ramírez en que finalizaba en 2026. A Martínez no le quedó más remedio, como en su día con Valles, que dejar de alinearlo. La diferencia es que Herzog al menos sí va convocado aunque desde entonces sigue fuera de los partidos. Ante el Rayo, sin embargo, podría volver a competir para darle carrete a Mármol en al lateral izquierdo, donde siempre lo prefirió su entrenador. Álex Suárez, claro, es intocable.
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