Athletic ATH
3
O. Sancet 57' (p), 93', Nico Williams 79'
Athletic
Rayo RAY
1
Pathé Ciss 36'
Rayo
Finalizado

Athletic 3 - Rayo Vallecano 1

Sancet y Nico van como rayos hacia la Champions

Goles espectaculares de las dos estrellas, que salieron al rescate, para remontar ante el Rayo. Oihan mete el tanto cinco mil del Athletic en Primera.

Sancet y Nico Williams a veces regalan estas joyas a la concurrencia. Goles de PlayStation. Pura fantasía, crema que es un deleite para la vista. Oihan hizo un tanto que se recordará durante siglos, porque era el cinco mil del Athletic en Primera. El número 16 en su cuenta este ejercicio. Tiene la equis puesta en el Rayo. Metió el del empate desde los once metros y puso el broche del 3-1 con una obra de arte desde lejos, ajustado al palo. Y qué decir del otro, del extremo. Andaba descansado, y eso es un peligro para cualquiera, 73 minutos viendo los toros desde la barrera. Llevaba sólo siete sobre el verde. El Athletic sacó un córner, protestado por el rival aduciendo que no había tocado en nadie. Lo puso en acción el hermano de Iñaki. Ideó una jugada en un instante fugaz. Mientras la Franja esperaba un saque largo, se apoyó en Galarreta muy cerca y éste se la devolvió. Estaba el 10 muy escorado, sin ángulo, parecía imposible embocarla. Pues bien, le pegó con semejante perversidad que la metió ajustada a la escuadra contraria de Batalla. Hasta le limpió la bota, reverencial, su hermano Iñaki. El campeón de Europa culminaba así la remontada del Athletic, tras dos tantos de penalti iniciales para cada uno revisados por el VAR. Tienen un don natural estos chavales para amontonar puntos. El mago de los tirabuzones rubios tiene un socio de cuidado. Calidad y pegada. Las dos estrellas salieron al rescate cuando la situación se tornaba compleja. Ah, hay otro que tal baila. Ambos, los fenómenos de la noche, contaron con el trabajo descomunal de Jauregizar, el hombre-escoba que todo lo barre y deja el camino limpio para el lucimiento de sus compañeros. Este chaval tiene cuatro pulmones, es de acero, todo lo juega y nunca desfallece.

Valverde estaba obligado a mover el arbolito, cambiar radicalmente el once que puso en liza en Glasgow, el de gala, con alguna salvedad. Ver a los Williams en el banquillo hace daño a los ojos, merece un razonamiento muy concienzudo y si hablamos de que está en juego una semifinal de la Europa League, sobran más palaras. Aunque muchas veces esta amplia mudanza suele salir mal y tiene peajes caros, son imprescindibles. Salió Djaló, en otra de esas oportunidades que el extremo, al que pesa un año muy irregular y accidentado y, sobre todo, los 15 millones que costó, trató de aprovechar, de demostrar cosas, pero con cierta ansiedad. Normal. Volvió dos meses después tras cinco partidos en el banquillo sin ningún minuto. Se enfrentaba a un equipo de Vallecas, allí donde pasó sus tres primeros meses de vida, antes de recalar en Otxarkoaga.

El Rayo estuvo valiente durante toda la velada y, de hecho, empezó avisando con Pedro Díaz y Álvaro, que jugó de falso nueve y su movilidad provocó pesadillas en la zaga local. No se arrugaban a la hora de expandirse y llegaban con mucha gente al área rival. El Athletic estaba de saque mustio, sin la fluidez de otras entregas, con los secundarios apagados y muchos ojos puestos en los del banquillo. Un remate de Guruzeta de cabeza ajustado al poste izquierda de Batalla a saque de falta de Unai Gómez fue de lo poco masticable en el primer tiempo, en el que Jauregizar se multiplicó para recuperar balones y ponerlos en funcionamiento hacia campo enemigo.

Los leones fueron cogiendo ritmo y enganchando llegadas, pero sus buenas intenciones acaban con la pelota fuera o chocando en defensas. El partido dio un giro en el minuto 36, tras un centro lateral en el que estuvo errático Paredes. Dejó un balón servido sin querer a Álvaro, que disparó como pudo, pero se le marchó fuera de los tres palos. Vivian, que no regala ni caramelos en Navidad, estaba atento a su disparo y fue a cortar el esférico por si acaso, pero llegó tarde y le raspó con los tacos en el muslo. Le dejó una marca superficial. Esa acción no habría tenido mucha más incidencia que una amarilla si se hubiera producido con el cuero ya fuera del terreno de juego, pero aún estaba en las cuatro líneas cuando se produjo. Penalti, VAR mediante. Lo lanzó Pedro Díaz y atajó Simón como un gato. El año pasado taponó tres de cinco lanzamientos y este lleva pleno con lo de hoy, uno de uno. Pero el rechace lo metió a la jaula Ciss, muy atento. Primer gol que encajaba el Athletic en los cinco últimos partidos. Y el Rayo cerró la sequía de 420 días sin un penalti a favor.

El Txingurri se vio en la necesidad de rastrear soluciones porque se le podía escapar el choque. Puso con Sancet y Sannadi. Movimiento decisivo. El banquillo era un lujo y la puesta en escena revolucionó el cotarro. La Franja seguía con mentalidad de jugar muy arriba, lo que ahora la cátedra repite y repite hasta la saciedad como ‘bloque alto’. Iñigo Pérez no quería repetir el escenario de la primera vuelta tras ponerse con 1-0. Su equipo no dimitía, seguía acabando jugadas. Aunque todo cambió con Sancet en el verde, como pasó en la ida, cuando firmó un doblete en Vallecas. Animó a todos, incluso a Djaló, que tuvo una gran acción ante el Pacha, con regate, cambio de pierna y disparo. Cuando el lateral franjirrojo se despista, su equipo tiembla. Un agarrón descarado sobre Sannadi en el área puso a funcionar de nuevo el VAR. Un penalti de libro. En Bilbao la cosa con el punto fatídico está siendo un dolor de muelas. Pero Sancet acabó con los sudores metiendo el tiro a la derecha de Batalla, cambió su habitual lado de seguridad. En Bilbao se habla mucho de si su vida es poco ordenada. Al marcar, se tapó los oídos, y apunta que es para hacer poco caso al ruido que viene de fuera y centrarse en el fútbol.

Batalla empezó a jugar su partido particular, con exageraciones cuando tenía algún o con un rival. Se dolía del hombro, primero el derecho, luego el izquierdo, y si llega a tener cuatro, de los cuatro. Pérdidas de tiempo que rompieron un poco el hilo del negocio a los rojiblancos. Su función tenía muy cerca de ahí, en el Teatro Arriaga, un escenario precioso y más propicio. Su equipo estaba muy presente en el choque todavía. Álvaro volvió a obligar a Simón a intervenir. Pero desapareció cuando llegó el turno de los genios. Primero Nico Williams y después Sancet, tras la enésima recuperación de Jauregizar. Hubo cachondeo de San Mamés con el meta rayista: “¿Y el hombro quéééé?”. al final al cuadro madrileño le falto capacidad de respuesta para frenar ese torrente del dúo de cracks. La mala noticia, la retirada de Iñaki Williams, que dejó al equipo con diez con todo decidido, tras notar unas molestias en los isquios. Todo marcha engrasado. Hasta se reconcilió la Grada Popular con todos y el equipo cantó mirando a ese sector el Txoria txori.

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Cambios

Maroan Sannadi (45', Gorka Guruzeta), Oihan Sancet (45', Unai Gómez), Iñaki Williams (58', Álvaro Djaló), Íñigo Ruíz de Galarreta (58', Beñat Prados), Unai López (62', Gerard Gumbau), Óscar Valentín (62', Pedro Díaz), Adri Embarba (69', Jorge de Frutos), Nico Williams (72', Alex Berenguer), Raúl de Tomás (84', Pathé Ciss), Isi Palazón (84', Alfonso Espino)

Goles

0-1, 36': Pathé Ciss, 1-1, 57': O. Sancet, 2-1, 79': Nico Williams, 3-1, 93': O. Sancet

Tarjetas

Arbitro: Adrián Cordero Vega
Arbitro VAR: Jorge Figueroa Vázquez, Carlos Álvarez Fernández
Álvaro Djaló (11',Amarilla), Daniel Vivian (35',Amarilla), Pedro Díaz (49',Amarilla), Luis Espino (56',Amarilla), Unai López (75',Amarilla), Adama Boiro (83',Amarilla), Williams (86',Amarilla)

Clasificación
Clasificación PT PJ PG PE PP
2 66 31 20 6 5
3 60 30 17 9 4
4 57 31 15 12 4
5 51 30 14 9 7
6 48 31 13 9 9
Clasificación PT PJ PG PE PP
8 43 31 12 7 12
9 41 31 12 5 14
10 40 31 10 10 11
11 39 31 10 9 12
12 38 31 8 14 9
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