El paso del tiempo no juega a favor de Gilsanz
El técnico está pendiente de una renovación que no llega y el equipo, sin objetivos y con desgaste, empieza a caerse. Por primera vez en su etapa, ha perdido dos partidos seguidos.


El Deportivo logró la salvación hace tres jornadas después de golear al Albacete (5-1), una semana después se quedó sin opciones de playoff y en las últimas jornadas se está comprobando que la temporada se le está haciendo larga. La falta de objetivos se ha unido al desgaste físico y psicológico de la plantilla, también castigada con lesiones largas de jugadores importantes. En el último duelo ante el Granada, Gilsanz no pudo contar para su once con Ximo, Barcia, José Ángel, Mella y Yeremay, casi medio equipo titular.
Casualidad o no, lo cierto es que por primera vez en los 28 partidos que lleva al frente el técnico de Betanzos el Depor encadenó dos derrotas (Sporting y Granada), que son tres en los últimos cuatro encuentros (Racing de Santander). Esta racha, de largo la peor de una era Gilsanz que presentaba números de playoff, puede llegar a ser comprensible en ciertos aspectos, pero no favorece nada a un técnico que termina contrato en junio y está pendiente de lo que decida el club sobre su renovación. Como ha pasado en las dos últimas jornadas, los rivales que quedan, a diferencia del Depor, se juegan el descenso (Zaragoza) y el ascenso directo (Elche).
El paso del tiempo no está jugando a favor de un Gilsanz que ha visto como el propio club ha ido dilatando la decisión sobre su renovación. Fernando Soriano afirmaba en AS hace un mes que “si en algún momento nos quedamos sin objetivos, será el momento de empezar a pensar en el año que viene”. Cumplido eso hace dos jornadas, la semana pasada Massimo Benassi amplió el plazo en una entrevista en la SER: “Tomaremos una decisión cuando se termine la temporada”, aseguró el consejero delegado del club.
Este tiempo extra se une a un equipo de semi vacaciones y un club que sondea desde hace tiempo el mercado de entrenadores, aunque no está descartado que el de Betanzos continúe. Los nombres de futuribles empiezan a rondar el banquillo deportivista, lo que tampoco es un mensaje demasiado tranquilizador para Gilsanz. Uno de esos técnicos que gusta es Luis Carrión, actualmente sin equipo, con 220 partidos de experiencia en Segunda y que rozó el ascenso con el Oviedo la pasada temporada.
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