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El Alcobendas se encomienda a la historia

Por segunda vez en la historia, la fase final de la Copa del Rey de Balonmano contará con un equipo que no es de la Asobal.

El Alcobendas se encomienda a la historia
Enrique Ojeda
Actualizado a

Por segunda vez en el palmarés de la Copa del Rey, y de manera consecutiva, entre los ocho clasificados para la fase final habrá un equipo que no es de la Asobal: el año pasado fue el Caserío Vigón de Ciudad Real; este, el Alcobendas madrileño, un club de glorioso pasado con 44 años de historia, que compite en la División de Honor de Plata y que de alguna manera consigue un premio a su dedicación y apuesta por la cantera. Prácticamente, todos los jugadores se han formado en la casa, con la excepción del sevillano Ramón Fuertes, que se desplazó a vivir a Madrid, y que ya va por la sexta temporada en el equipo. El entrenador Javi Suárez, central en la mejor época del club en la Asobal, lleva cuatro años al frente de un equipo que sabe de las limitaciones económicas. Por eso no hay fichajes de fuera, y solo con un único extranjero.

Tras batir al Balonmano Nava en la prórroga el miércoles en la Copa del Rey, la explicación a cómo habían eliminado a dos equipos de la liga profesional para estar en Irún no era muy clara: “Nos ha salido un gran partido, y aunque en la segunda mitad parecía que se nos iba, han sacado fuerzas de no sé dónde para seguir vivos. Estas eliminatorias a partido único tienen mucho componente emocional, y nosotros no teníamos nada que perder, y de esa manera estás más libre que un equipo de superior categoría”.

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Cinco componentes del plantel son supervivientes del que disputó la Asobal: el central Gonzalo Velasco, el pivote Boyarizo, el lateral derecho Josemaría Gutiérrez y los extremos Crespo y Nacho Gimeno. Su único extranjero es un alemán de 2,00 metros de altura, que juega fundamentalmente en defensa: Laurenz Kluth, de 22 años, llegó a Madrid a estudiar comunicación tras competir en el Tusen Essen alemán y en el Bjerringbro-Silkeborg danés. Con el éxito de conseguir un objetivo sobrevenido e inesperado, también para el balonmano madrileño, Suárez tiene claro que “hay que descansar y centrarse en el partido ante el Amenabar de Zarautz, que va a ser muy exigente”. En ese ambiente competitivo crecen los nuevos talentos del equipo formados en la cantera, entre los que destaca Álex Colón, lateral izquierdo juvenil habitual en la selección de su edad e hijo del internacional Manolo Colón, que también pasó por el club.

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