Adiós al Canoe, un histórico del waterpolo español
El equipo madrileño certifica su descenso de División de Honor tras unos años muy difíciles en los que están muy lejos de la historia que escribieron en el pasado. Jorge Carpeño sustituye a Emilio Bautista en los banquillos.


Malas noticias para el waterpolo español. El Real Canoe, todo un clásico del waterpolo nacional, ha certificado su descenso de División de Honor, la categoría de oro, tras ser uno se los equipos por excelencia en el pasado de la competición. Los madrileños quedaron últimos de la fase regular con 10 puntos y se vieron abocados al playoff de descenso. Primero perdieron con Sant Andreu, cayendo 4-6 en el Pez Volador y ganando por 8-10 fuera de casa, un resultado insuficiente al estar los catalanes por encima en la clasificación. El drama fue con Caballa, contra los que se jugaban evitar la última posición (sólo baja un equipo). La derrota por la mínima en los dos primeros partidos (10-9 y 7-8) hizo innecesario un tercero y certificó el fracaso.
Es la tercera vez en la historia que el Canoe baja de División de Honor en el siglo XXI, tras hacerlo también en las temporadas 2002-03 y 2004-05, consiguiendo en ambos casos el ascenso al año siguiente. La situación es dramática para el waterpolo madrileño, que se podría quedar sin representantes en la categoría de oro a expensas de lo que haga el Encinas de Boadilla, líder de la fase regular de Primera División y a un paso de la final al haber ganado el primer partido de su primera semifinal frente al Horta (8-11) fuera de casa. En caso de llegar a la final, deberían ganarla (presumiblemente frente a Sant Feliú, que ganó su partido inicial al Premiá por 8-12) para conseguir el ascenso y luego enfrentarse a la decisión de jugar en División de Honor, algo que no todos los clubes aceptan por el esfuerzo económico que supone y las dificultades para competir con jugadores casi en la totalidad de Madrid o de las canteras de los propios equipos frente a rivales de mayor presupuesto.
Las consecuencias no se han hecho esperar y Jorge Carpeño, mítico exjugador del club, pasará a ocupar los banquillos la próxima temporada sin que se haya concretado el futuro de Emilio Bautista, que parece que ocupará un lugar en categorías tras estar ligado durante muchos años a la Federación Madrileña de Natación y ser el técnico hasta ahora del Canoe. Bautista precisamente estuvo involucrado en los éxitos del pasado del equipo, cuando era segundo del legendario Santi Fernández, que fue luego pionero del reinado eterno del Barceloneta. Fue en la 1998-99 y en la 1999-00 cuando el Canoe se convirtió en el primer (y hasta ahora último) equipo no catalán de la historia en ganar la Liga española, algo que hizo en dos ocasiones consecutivas y acabando con la hegemonía del Barceloneta y del Barcelona respectivamente mientras los éxitos del CN Cataluña empezaban a quedarse atrás. Entonces, míticos jugadores como los hermanos Moro (Iván y Dani) o Gabi Hernández (que fue luego entrenador de la Selección española) eran los protagonistas de un club por el que han pasado otros grandes nombres que han participado en grandes éxitos internacionales con España.
El descenso del Canoe corresponde a una larga sucesión de desgracias que han ocurrido de forma concatenada y constante con el waterpolo madrileño. La pérdida de poder adquisitivo y los problemas económicos han impedido que, como en antaño, se pueda atraer a grandes jugadores, y el descenso se ha evitado en los últimos compases de las dos últimas temporadas, pero no ha tenido lugar en la presente. Esto también provoca que el equipo B (que dirige el propio Carpeño), en Segunda, no pueda ascender a Primera, ya que dos equipos no pueden coincidir en la misma competición. Algo que deja beneficiados y perjudicados, pero también una situación que es un drama absoluto para el waterpolo madrileño. Adiós al Canoe, todo un clásico del waterpolo español.
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