Patinaje | Juegos de Invierno

El dúo que España le ‘quitó’ a Alemania y deslumbra: “Queremos crear historia”

Olivia Smart y Tim Dieck, pendiente de recibir la nacionalidad, hablan con AS tras un brillante sexto puesto en los Mundiales de patinaje. Miran con ilusión a Milán-Cortina 2026.

El dúo que España le ‘quitó’ a Alemania y deslumbra: “Queremos crear historia”
Real Federación Española Deportes de Hielo
Albert Sancho
Nació en Alcanar (Tarragona) en 1998. Licenciado en Periodismo y Ciencia Política. En AS desde 2020, es redactor en Más Deporte. Con vocación polideportiva, ha cubierto presencialmente desde la Titan Desert a los Juegos Olímpicos de París. En 2023, fue premiado por su atención sobre la información paralímpica. En 2024, por la Federación de Remo.
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Cuando se paró la música, también se paró el tiempo. Olivia Smart y Tim Dieck se quedaron de rodillas, frente a frente, y tomaron consciencia de lo que estaba ocurriendo. Miraron a un lado, miraron al otro y se dejaron caer sobre el hielo para abrazarse. El público del TD Garden, en Boston, estaba de pie aplaudiéndoles. “La imagen sigue en mi mente. Olivia me dijo que mirara a mi alrededor. Alcé la vista y vi a todo el mundo levantándose para aplaudir. Fue absolutamente increíble y no lo voy a olvidar nunca”, recuerda Dieck tras asimilar lo ocurrido en los Mundiales de patinaje artístico, a finales de marzo. “Que un equipo español sea ovacionado en Estados Unidos es increíble, es algo que muy pocos han conseguido. Mucha gente nos ha dicho que fue memorable y que estaremos en la historia del patinaje sobre hielo”, añade Smart sobre una competición en la que finalizaron sextos y lograron una plaza (no nominal) para que España esté en los Juegos Olímpicos de Invierno del próximo año, en Milán y Cortina d’Ampezzo.

No fueron los únicos logros de una actuación que abrió la posibilidad de sumar otro billete en el Preolímpico de Pekín, en septiembre, a través de Sofía Val y Asaf Kazimov. Nunca antes se había logrado una posición tan buena en unos Mundiales de danza sobre hielo, superando así el séptimo puesto que la propia Smart logró al lado de Adrián Díaz en 2022 (antes, fueron diploma en los Juegos de Pekín). Y nunca antes se habían superado los 200 puntos totales (lograron 200.92), que salen de la suma de danza rítmica (77.21 puntos) y danza libre (123.71), parte en la que fueron ‘medalla’ con el tercer mejor tanteo. “El objetivo inicial era estar dentro del top-10, porque eso, con lo ajustado que está el patinaje ahora mismo, podía significar ser décimos, quintos o cuartos. Queríamos llegar a esas posiciones para que España pueda estar en los Juegos con dos dúos, que es algo que no se ha visto nunca. Una vez lo teníamos asegurado, estábamos dando entrevistas en una sala y, por la pantalla, veíamos nuestros nombres subiendo en la clasificación. Fue realmente emocionante”, recuerda Smart, como si aún estuviera en Boston.

Tras unas merecidas vacaciones, Olivia y Tim hablan con AS desde Montreal (Canadá), donde se pulen en la Ice Academy con “los mejores entrenadores y patinadores del mundo”. “Cuando todos los días ves lo que hacen, quieres mejorar. No te comparas, pero te empujan a escalar”, explica Dieck. Esa es, seguramente, la clave para su subidón: en los Mundiales del año pasado, los primeros que disputaron conjuntamente, no pudieron pasar del 19º puesto. “Los dos llevábamos un tiempo sin competir. Necesitábamos entendernos. Éramos patinadores, pero no una pareja. Luego, empezamos a entrenar de otra forma. No más duro, pero sí más inteligente. Empezamos a ganar determinación y confianza”, continúa la pata masculina del dúo. “El 19º puesto fue un resultado decepcionante. Tras un descanso, volvimos con intención de reinventarnos como patinadores y como pareja. Trabajamos mucho con nuestro psicólogo y, ahora, nos sentimos como si lleváramos 10 años juntos”, añade Smart, que señala un bronce en el GP Skate America del año pasado, en octubre, como un punto de inflexión. Desde entonces, nunca han quedado más allá del sexto lugar.

La magia de ‘Dune’

La nueva conexión entre Dieck y Smart, paradójicamente, nace en el desierto. Su programa libre, inspirado en Dune, la novela de Frank Herbert que Denis Villeneuve ha llevado al cine, es un manantial de elogios y reconocimientos. “Encontramos el concepto correcto. La historia y la música. Desde el principio, pese a que la presentación no fue como queríamos, nos dijeron que el programa tenía mucho potencial. Siempre he disfrutado haciendo programas que la gente recordará. Es la sensación que sentí con Adrián (Díaz) y Zorro y, ahora, es la sensación que tengo con Dune”, explica la patinadora hispanobritánica, que al principio se hizo la dura con Tim. “Me pidió una prueba en verano, no mucho después de los Juegos de Pekín, y al principio decliné porque no me sentía preparada. Con Adrián, necesitamos ocho o nueve años antes de alcanzar nuestro mejor nivel”, revela. “Al final, acepté una prueba y sentí que había mucho potencial en la unión. Poco a poco, tras separarnos de nuestras antiguas parejas, vimos que aún teníamos un fuego, una pasión y un deseo”, completa.

Una vez juntos, Smart y Dieck tuvieron que afrontar un dilema que no tardaron en resolver: podían competir tanto por España como por Alemania, país de Tim. “Nos pusimos a hablar de nuestras experiencias personales con las dos federaciones. La mía representando a España había sido tan positiva... Siempre he sentido apoyo, siempre ha habido una gran comunicación y siempre ha existido una competencia interna que empuja. Cuando conseguí mi pasaporte español (en 2017), me preguntaba si me aceptarían como una más. Y lo hicieron desde el primer día”, revela ella. “Como dice Olivia, me empezaron a tratar como uno más desde el primer día. En los primeros os con la federación española ya abrí los ojos y me di cuenta de lo bien que funcionaban”, añade él, que aún no tiene la nacionalidad española, necesaria para competir en los Juegos (en el resto de competiciones, vale con que uno de los dos componentes de la pareja sea del país que representan). Según pudo saber este periódico, el proceso está en marcha para que, en caso de ir a Milán-Cortina 2026 (se recuerda que las plazas no son nominales), tanto Dieck como Kazimov (también alemán) tengan el pasaporte español a tiempo.

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Mientras, Tim vive el presente. “Es difícil hablar de objetivos ahora. Venimos de un punto muy alto en nuestras carreras. Podríamos decir que queremos esto o lo otro, pero, ahora, es momento de respirar, asimilar lo que pasó y pensar”, reflexiona. “Cuando volví a casa después de los Mundiales, mis amigos me dijeron que había creado historia. Yo suelo ver programas libres de hace 20 años por YouTube y mis amigos me dijeron que este (Dune) era un programa que se volvería a ver dentro de 20 años. Escuchar esto fue algo muy especial y no me había dado cuenta de que era así”, añade sobre lo vivido. Inconscientemente, lo proyecta en lo que desea vivir. “En Milán-Cortina, queremos crear otro momento histórico para España, como en Boston, con el público de pie. Vimos que es posible”, se ilusiona. Como Olivia, que asiente mientras se lo imagina. “En Tokio, además, competimos sin aficionados. Ahora, podemos crear uno de esos momentos mágicos”, añade la hispanobritánica. Y, en su cabeza, vuelven a estar arrodillados y abrazados sobre el hielo, escuchando una ovación atronadora, pero con los aros olímpicos a la vista.

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