El Palma Futsal hace historia con su tercera Champions consecutiva

Los ‘olés’ se coreaban desde las gradas del Antarès Arena de Le Mans, preludio del festejo que dio paso al grito de “¡campeones, campeones!“. Y eso que todavía quedaban minutos de juego por disputarse… Pero cuando impones tu ley en todas y cada una de las jugadas trascendentales de una final, la tensión da paso a la tranquilidad. Como mandan los cánones, como dicta la ley del campeón, de un Palma Futsal que lo ha vuelto a hacer, que ha hecho historia una vez más al convertirse en el único club en la historia del fútbol sala que gana tres Champions League de forma consecutiva.

Y lo hizo a lo grande, con una goleada que será eternamente recordada en la máxima competición del Viejo Continente. No sólo es ganar por un contundente 9-4, es vencer a lo grande a un histórico bicampeón de la competición como el Kairat Almaty kazajo que, entre otras muchas cosas, le tocó sufrir la infalible puntería de Fabinho, gran protagonista del encuentro con 4 goles (todos en el segundo tiempo). El cielo dibuja una sonrisa un día más, una obra inacabada en vida que Miguel Jaume, presidente y fundador del club, disfruta desde allá arriba. Puede estar más que orgulloso.

Al frente de las operaciones del Kairat se encuentra Marlon Velasco, técnico español que dirigió en Primera al Noia Portus hasta que en 2023 puso rumbo a Kazajistán. La consigna era clara: intensidad total de principio a fin. La máxima era no dejar pensar a los creativos jugadores del Palma, y en el primer minuto de juego quedó demostrado. El recado de Edson a Rivillos se saldó con amarilla, acción que prendió la mecha de una sucesión de infracciones. En cinco minutos, el Kairat había cometido cuatro faltas, pero la cuenta se detuvo en seco. La permisividad de los colegiados en Europa no es ningún secreto…

La salsa no se hizo esperar, y por fortuna, la puso el Palma en su mayoría. En el 7′, los baleares abrieron la lata, con un balón suelto en la frontal del área a disparo de Luan que Gordillo mandó para adentro. El toledano, en su ya icónica celebración, tocaba el violín para deleite de la afición mallorquina desplazada al Antarès Arena. El Kairat hizo rápido el 1-1 en una jugada desafortunada para el conjunto español. Neguinho desvió por completo la trayectoria del disparo de Caio Ruiz, y Luan nada pudo hacer por evitar el empate.

Nada cambió en los planes de Antonio Vadillo, ni en la férrea voluntad de sus chicos. Después de que Fabinho evitase la ventaja del Kairat tras sacar bajo palos una acción de estrategia ejecutada por Alisson, el partido se instaló en una fase de meseta, transición a la tormenta perfecta que el equipo balear desataría sobre el 40x20 cuando la primera mitad agonizaba… En cuestión de un minuto, dos goles que acercaban el título a territorio mallorquín: Machado aprovechaba un rechace a tiro de Ernesto y Rivillos no perdonaba con espacios al enviar un zurdazo a la cepa del poste. Golpe de autoridad, golpe de campeón.

El Palma aplicó la mejor receta en el segundo tiempo para que el partido tuviera la falta de emoción en su parte final que tanto convenía. Y para goles surgió la asociación perfecta entre Neguinho y Fabinho. El primero (cuánto le echará de menos el Palma cuando el próximo año recale en el Barça), con un robo al portero Dennis y otras dos asistencias, le puso en bandeja tres goles al segundo, que después se procuró el cuarto en su cuenta particular (13 goles en esta Champions) con una maniobra de genio: recuperación, elevación de pelota y volea desde su campo y de espaldas a portería que acaba dentro.

Después del gol de Neguinho a la contra (fue nombrado MVP de la final) a pase de Rivillos, la sangría era tal que Marlon Velasco decidió retirar el portero-jugador de la cancha para evitar una goleada que pudo ser todavía mayor. Tras el último y anecdótico intercambio de goles, llegó el ansiado pitido final, que convertía en leyenda al Palma y también a Rivillos, que igualaba a Gabriel, Sergio Lozano y Carlos Ortiz como los únicos jugadores que han ganado cuatro Champions disputando la final (el madrileño suma 5 en total). “Somos el Palma, somos el Palma”, decía Gordillo a las cámaras, minutos antes de que el capitán, Carlos Barrón, alzase al cielo de Le Mans el trofeo de campeones. Un equipo para la historia.

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