Inoue retuvo su indiscutido del supergallo con susto incluido

El regreso de Naoya Inoue (30-0-0, 27 KO) a Estados Unidos tuvo un final feliz, pero estuvo a punto de terminar en tragedia. El japonés ganó por TKO en el octavo asalto a Ramón Cárdenas (26-2-0, 14 KO) en el T-Mobile Arena de Las Vegas con susto inicial, ya que este le mandó a la lona en el segundo round, para retener su título indiscutido del peso supergallo. Supo remontar para terminar ganando antes del límite.

Tras cuatro años peleando en casa, Inoue volvió a Las Vegas. Un regreso un tanto accidentado en los primeros compases del encuentro. El primer asalto fue de estudio, como es costumbre, y el japonés empezó con sus rápidas combinaciones, buscando el cuerpo mientras se desplazaba. Cárdenas vio sus intenciones y se preparó para responder a la contra. Y así llegó el susto. En el siguiente round, El Monstruo conectaba combinaciones de tres golpes ante la guardia cerrada del estadounidense, que respondía sin miedo y le hizo un corte en el ojo derecho. Con un gancho de izquierda, Cárdenas mandó al suelo a Inoue ante la incredulidad del recinto.

El japonés supo reponerse del golpe y empezó a tener más cuidado con la contra de su oponente. No fue la primera vez que Inoue visitó la lona, también lo hizo en el primer round en el combate con Luis Nery (36-2-0, 28 KO) el año pasado y se recuperó. Salió presionando y Cárdenas mantenía su buena defensa, respondiendo con manos cortas ante el movimiento y el jab del japonés. Los volados del estadounidense eran muy peligrosos. El Monstruo mantenía su presión y se movía para evitar que sus manos entrasen, clave para no volver a ser cazado. Con sus combinaciones, ya dominaba el encuentro, dejando atrás el susto de la caída. Le puso contra las cuerdas con potentes combinaciones e intercambiaron peligrosamente. Aunque Cárdenas demostró valentía en su corazón de origen mexicano, Inoue seguía apretando y, al final del séptimo asalto, conectó una derecha que lo mandó a la lona. La campana lo salvó, pero no lo volvió a hacer en el octavo.

Las cuerdas pararon la caída del estadounidense tras recibir un gancho y una derecha. El japonés siguió tirando combinaciones hasta que el árbitro se metió para parar el combate, una decisión que criticó Cárdenas. Defendió así, con susto incluido, por cuarta vez, sus coronas del peso supergallo, siendo el que más destacó en este fin de semana de boxeo.

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