Un driver prohibido por la USGA es el lastre de McIlroy en el PGA
Las especificaciones en este palo con las que el norirlandés llegó a Quail Hollow no pasaron una revisión de los técnicos. Es el 73º en calles cogidas.


No es habitual ver a Rory McIlroy fallar tantas calles en Quail Hollow como esta semana y tiene su explicación. Al menos una parte de la misma se encuentra en una noticia que afloró este viernes, tras la segunda vuelta del PGA Championship que se disputa en el citado campo de Carolina del Norte (EE UU). Se ha sabido que Rory ha tenido que jugar con un driver nuevo, dado que el suyo no ha superado una revisión por parte de los técnicos de la USGA para comprobar que todo estuviera en orden.
No es la primera vez que algo así, una de las peores cosas que le puede ocurrir a un jugados en vísperas de un grande, ocurre. Otro caso reciente es el de Xander Schauffele en el British Open de 2019. El californiano argumentó entonces que lo justo sería revisar el equipamiento de todos los golfistas antes de cada torneo. No le falta razón. Lo que faltaría serían manos.
BREAKING: The USGA deemed Rory McIlroy’s driver illegal.
— Andrew Hart (@realahart) May 17, 2025
As a result he was forced to switch drivers right before teeing off at the PGA Championship.
It is interesting because it was the same driver he used to win The Masters.
He’s skipped all press events since the ban. 🤔 pic.twitter.com/xnCItj9r6X
En el caso de Rory, el problema ha sido con la elasticidad de la cara de su TaylorMade Qi10, un parámetro que se mide en fracciones de segundo y que, al ser testado por los especialistas, pitó. La principal incógnita que deja el asunto es qué ventaja puede dar una modificación así, y si McIlroy jugó con ese mismo palo durante su victoria en el Masters de Augusta, que todo parece indicar que sí.
Despojado de una de sus principales armas, porque por mucho que pueda cambiarlo el grado de disrupción que tiene hoy en día, un tiempo en el que no hay dos palos iguales gracias a las posibilidades infinitas de personalización, es muy alto. Así, e que pasa por ser el mejor en la estadística de golpes ganados desde el tee esta temporada en el PGA solo cogió cuatro calles el jueves, en el que hizo +3, y tras dos vueltas está a nueve golpes de la cabeza y entre los últimos de los que han pasado el corte en número de calles cogidas. Parece que el contratiempo le puede haber costado al norirlandés sus opciones de ganar los dos primeros grandes de la temporada. Quizá como represalia contra los organizadores, ha decidido no atender a la prensa en los últimos días.
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