Análisis de South of Midnight, un tapiz de belleza, amor y pérdida

En los últimos años, y sobre todo en la era post-pandemia, ha habido cierta sensación de desilusión por parte de los jugadores: apenas había IP nuevas y el mercado estaba copado de secuelas, remasters y remakes, por mucho que éstos se convirtieran en obras excelsas. Se hablaba en el sector de una crisis de creatividad, ligada también a la crisis de la industria actual, evidenciada a través de episodios de despidos masivos y casos sangrantes de explotación laboral. No obstante, cierta luz de optimismo se abre en el horizonte cuando emergen proyectos originales, diseñados con un especial cariño y sensibilidad. Es el caso de South of Midnight, un título de acción y aventura de Compulsion Games y Xbox Game Studios para PC y Xbox Series, que nos ha sentado como un soplo de aire fresco en un bayou encantado, aun después de haberlo probado hace un tiempo.

El nacimiento de una Tejedora

Hazel Flood es una joven sureña con una vida normal: se está preparando para la universidad, tiene los clásicos conflictos con su madre como cualquier adolescente… Y una noche tiene que lidiar con algo tan extraordinario como habitual en su región: un huracán. Con la calma de quien está habituado a sobrevivir a una catástrofe natural, empieza a empaquetar lo esencial para abandonar el hogar y sobrevivir al enésimo apocalipsis local. No obstante, esta escapada es diferente: durante el caos, la joven ve cómo la riada se lleva su casa. Con su madre dentro.

La aventura de la muchacha no sólo se iniciará en la búsqueda de su madre, sino en un descubrimiento místico que será el inicio de su propio viaje personal y espiritual: Flood es una Tejedora, es decir, una de las damas que es capaz de ver la subrealidad e interactuar con el Gran Tapiz que mantiene el cosmos unido. En su nueva profesión, Hazel deberá identificar los estigmas, allá donde el dolor humano ha creado un descosido que ella misma deberá desenmarañar, a la vez que se enfrenta con espectros nacidos de dicha brecha.

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Belleza tejida puntada a puntada

South of Midnight está tejido con gran belleza audiovisual, con una buena inmersión de voces en inglés o francés y una excelente localización al castellano. El realismo mágico permea un mundo ambientado en los pantanos de sur de Estados Unidos, con una imaginería hermosa y oscura y cinemáticas en stop motion que evocan el cine de Henry Selick. Cada entorno y su respectivo preciosismo nos hará querer explorar cada rincón. Cada criatura mítica, con su colorida majestuosidad, nos dejará maravillados en cada encuentro. Y la inmersiva ambientación, para la que Compulsion Games hizo trabajo de campo de utilizar sonidos grabados de las localizaciones, nos transportará a ese mundo mágico, bello y peligroso. El broche de oro lo pone una banda sonora que se postula como una de las mejores en la que va de año, con temas de gospel, country y jazz confeccionados por Olivier Derivière para el mismo juego. La música adaptativa tiene cierta función dentro del juego, donde vamos oyendo fragmentos y pistas de cada canción mientras recopilamos recuerdos de cada criatura mítica hasta por fin afrontarla cara a cara.

La avenutura de Hazel se compone de 14 capítulos —en total, unas 12-15 horas de duración según nuestro completismo— con una estructura muy marcada, que en cierta parte del juego puede hacerse algo predecible: exploración, combates, fase de persecución y, según la ocasión, pelea contra jefe. En su periplo, Flood irá conociendo criaturas míticas que alguna vez fueron humanos, y que en su historia vivieron un suceso traumático que la joven irá descubriendo y recolectando en su botella hasta al final comprender y dar con la herida para sanar a la criatura. Como cierre al capítulo, habrá una fase de persecución que, en ocasiones, conducirá al correspondiente jefe.

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En South of Midnight cada personaje brilla con luz propia y autenticidad, así como sus dolorosas historias, que hablan de pérdida, amor, supervivencia, culpa y desesperación. Quien pensábamos que era un ser de luz acaba mostrando sus sombras y empatizamos con dichas sombras, hasta comprender que no siempre hay buenos ni malos, sino humanos con sus defectos y errores. Es imposible, además, no encariñarse con la misma Hazel, en cuya bondad y empatía residen sus auténticos poderes. Y, sobre todo, destacamos la madurez y sensibilidad con la que Compulsion Games abordan temas duros, sin dulcificar su crudeza.

Un combate sin espectacularidad, pero lógico en su narrativa

El mismo trasfondo de Hazel se conjuga deliciosamente con la jugabilidad. Una brillante y apasionada atleta que ya destacaba en el instituto, se moverá con agilidad en secciones de plataformas que incluyen escaladas, carreras por la pared, lianas, túneles de viento y demás. Los poderes recién descubiertos se entrelazan con las habilidades naturales de la cazadora, dándonos recorridos más elevados y propios del realismo mágico donde se enmarca el juego.

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El combate tal vez sea la parte donde se aprecia menos esmero, pero se justifica por la misma idiosincrasia de Hazel. En cada estigma, Hazel deberá enfrentarse a espectros y desenredarlos para liberar esa rotura dentro del Gran Tapiz. Se trata de zonas cerradas y preparadas, con un ritmo que puede hacerse tosco y donde se extrañan la satisfacción de los combos bien encadenados de un hack and slash al uso. Algunos ataques no están bien equilibrados: la carga del ataque principal es lenta en comparación con los zarpazos de los espectros, y los ataques cuerpo a cuerpo requieren un rango demasiado corto. Pero esto entra en la lógica narrativa: Hazel es una joven que apenas acaba de descubrir su magia y, por muy buena atleta que sea, no es una guerrera experimentada.

Quienes sí brillan son los jefes, que ofrecen encuentros muy tensos que requieren una estrategia determinada . La carga emocional de las historias que hay detrás proporcionan a los combates cierta contradicción entre la propia supervivencia y la empatía que nos despiertan los monstruos. No obstante, cuando llegamos al jefe final sentimos que Compulsion Games se quedó sin inspiración para diseñar una batalla que podría haber sido el cierre perfecto del viaje de Hazel.

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South of Midnight es de esos lanzamientos que pasan desapercibidos entre el huracán de otros títulos comerciales con un marketing más potente, pero es una de esas joyas que merece la pena probar para recordar esos juegos bordados con amor y excelente cuidado artístico y narrativo.

Este juego ha sido analizado en su versión para Xbox One.

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