Tecnología
Adiós a los pararrayos: Japón los jubila y utiliza drones para anticiparse y redirigir tormentas eléctricas
Una compañía nipona logra controlar descargas atmosféricas mediante aeronaves autónomas.
El futuro de la protección contra tormentas eléctricas ha despegado, literalmente. La empresa japonesa NTT ha logrado lo que hasta ahora parecía inimaginable. Propio de la ciencia ficción. Inducir y redirigir rayos utilizando drones autónomos equipados con tecnología especializada. Este hito marca el primer éxito mundial en el uso de vehículos aéreos no tripulados como pararrayos móviles, con el ambicioso objetivo de reducir a cero los daños provocados por descargas eléctricas en ciudades e infraestructuras.
Una solución nunca antes vista
En concreto en Japón, las descargas eléctricas atmosféricas causan cada año daños valorados entre 1.000 y 2.000 millones de euros. A pesar del uso extendido de pararrayos fijos, muchos zonas (parques eólicos, explanadas, espacios al aire libre...) siguen siendo vulnerables por su difícil o la imposibilidad de instalar protecciones convencionales.
Frente a este desafío, NTT ha apostado por una solución radicalmente nueva: sustituir los sistemas estáticos por una flota de drones móviles capaces de detectar condiciones propicias para tormentas, anticiparse a su trayectoria y atraer el impacto del rayo hacia sí mismos, guiándolo luego de manera segura hacia tierra.
Drones a prueba de rayos
Los drones están equipados con una jaula de Faraday especialmente diseñada que les permite soportar impactos eléctricos directos sin que sus sistemas internos resulten dañados. Durante las pruebas, llegaron a resistir descargas de hasta 150 kiloamperios, cinco veces la intensidad de un rayo medio.
El proceso de atracción del rayo no es pasivo ya que los drones llevan un cable conductor conectado al suelo y controlado por un interruptor de alta resistencia. Este sistema permite manipular el campo eléctrico a su alrededor y crear las condiciones necesarias para inducir una descarga de forma controlada.
Los resultados fueron contundentes
Entre diciembre de 2024 y enero de 2025, NTT llevó a cabo exitosas pruebas en las montañas de Hamada, a 900 metros de altitud. En un entorno natural de tormenta, los drones no solo lograron atraer los rayos, sino que permanecieron operativos tras el impacto. Estos resultados confirman la viabilidad de la tecnología y abren la puerta a su aplicación a gran escala.
Una nueva opción para el futuro
Los próximos pasos del proyecto se centran en mejorar la precisión de predicción de tormentas y aumentar la eficiencia de la inducción controlada de rayos. Paralelamente, NTT investiga métodos para capturar y almacenar la energía generada por estas descargas, lo que podría transformar una amenaza natural en una fuente renovable.
La propuesta japonesa trasciende la mera defensa ante los rayos. Representa un cambio de paradigma en cómo las ciudades se preparan frente a fenómenos extremos. Con una red de drones inteligentes, adaptativos y energéticamente útiles, NTT apunta a un futuro en el que los riesgos climáticos no solo se neutralicen, sino que se conviertan en oportunidades tecnológicas y energéticas.
Sigue el canal de MeriStation en Twitter. Tu web de videojuegos y de entretenimiento, para conocer todas las noticias, novedades y última hora sobre el mundo del videojuego, cine, series, manga y anime. Avances, análisis, entrevistas, tráileres, gameplays, podcasts y mucho más. ¡Suscríbete! Si estás interesado en licenciar este contenido, pincha aquí.