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Ni brokers ni criptos milagrosas: aprende a esquivar las estafas de inversión con estos consejos
Os damos varios consejos y pautas para evitar las temidas estafas de inversiones a través de internet. Usar el sentido común nos puede ahorrar muchos disgustos... y dinero.

La política arancelaria de Donald Trump ha sacudido los mercados internacionales, y el panorama financiero actual está marcado por la incertidumbre. En este contexto, muchos se animan a invertir aprovechando las nuevas oportunidades... y otros tantos, en cambio, intentan aprovecharse de quienes tienen menos experiencia en la materia, prometiendo rentabilidades garantizadas a través de supuestas oportunidades de inversión. Ante este panorama tan complejo, conviene recordar que el sentido común sigue siendo la mejor defensa. En este artículo os ofrecemos una serie de pautas y consejos prácticos para evitar caer en este tipo de estafas:
Cómo evitar las estafas de inversiones a través de internet
Vivimos en un mundo cada vez más digitalizado, en el que las operaciones financieras se realizan con apenas unos clics. Esto ha facilitado que los fraudes relacionados con falsas inversiones estén a la orden del día. Anuncios en redes sociales, llamadas inesperadas y correos con propuestas tentadoras son algunos de los métodos más habituales utilizados por los estafadores para captar víctimas. Detectar estos engaños no siempre es fácil, especialmente para quienes no están familiarizados con el lenguaje o los mecanismos del sector financiero.

Uno de los primeros signos de alerta ante una posible estafa es la promesa de beneficios extraordinarios en poco tiempo y sin apenas riesgo. Como dice el refrán: “Nadie da duros por cuatro pesetas”. Estas propuestas suelen presentar supuestas oportunidades de inversión con rendimientos garantizados, muy por encima de lo habitual en el mercado, y con un lenguaje que destaca el sentido de la urgencia (”¡Es una oportunidad única!”). Que no os engañen: si este rendimiento fuese tan bueno, cualquier persona medianamente inteligente se guardaría el secreto para sí misma en lugar de divulgarlo pidiendo algo a cambio.
La segunda clave para evitar caer en estas trampas es verificar siempre la identidad y legitimidad de la entidad o persona que ofrece la inversión. Existen registros públicos donde es posible comprobar si una empresa está autorizada por organismos supervisores, como la CNMV en España. Si no encuentras a esa empresa entre las fuentes oficiales, lo más prudente es dar un paso atrás y no continuar con la operación, por muy “suculenta” que sea. De nuevo, tiramos de refranero español: “Más vale pájaro en mano que ciento volando”.

A la hora de tratar con estos supuestos brókers, y hasta que no verifiquemos su identidad o la legitimidad de la entidad a la que pertenecen, debemos evitar compartir datos personales o bancarios. Basta una simple llamada telefónica o un formulario online para que un estafador acceda a nuestra información financiera. Bajo ninguna circunstancia debemos facilitar contraseñas, números de tarjeta de crédito o datos de nuestra cuenta bancaria si no tenemos absoluta certeza de con quién estamos tratando. Otro refrán más: “Más vale malo conocido que bueno por conocer”.
También es fundamental no dejarse llevar por las prisas. Los estafadores suelen presionar para que tomemos decisiones rápidas, sin darnos tiempo a pensarlas debidamente o a consultarlas con nadie. Se trata de una estrategia de manipulación emocional, de nuevo apelando a una supuesta urgencia (”¡Esto solo pasa una vez en la vida!”) que busca que actuemos por impulso. Sin embargo, cualquier inversión seria y legítima requiere cierto tiempo de reflexión y análisis de posibles riesgos y beneficios. Volvemos a tirar de refranero: “La rapidez, que es una virtud, engendra un vicio, que es la prisa”.

Por último, es absolutamente fundamental operar únicamente a través de plataformas reguladas. No todas las webs de inversión que encontramos en internet están supervisadas por entidades oficiales. Utilizar servicios que cuenten con respaldo institucional no solo es una garantía de mayor seguridad, sino también una forma de tener protección legal en caso de posibles conflictos o fraudes con la plataforma. “Caras vemos; corazones, no sabemos”.
En definitiva, la mejor herramienta contra las estafas de inversión sigue siendo el sentido común. Siguiendo estas pautas que os ofrecemos, estaréis lo más protegidos posible ante intentos de estafa de ciberdelincuentes. Desconfiar de lo que parece fácil, verificar fuentes, proteger nuestros datos y no ceder a presiones o chantajes emocionales son hábitos que pueden marcar la diferencia entre seguir conservando el dinero que tanto nos ha costado ganar, o ver cómo se evapora porque esa supuesta oportunidad única no era más que la enésima estafa a través de internet. En el mundo de las inversiones, tomar una decisión con todos los datos sobre la mesa puede salvarte de una gran pérdida.