Cine
Crítica de ‘Amateur’, la secuela espiritual de ‘Mr. Robot’ con Rami Malek y sin lo mejor de la serie
Un thriller de espías con un gran director y reparto, pero sin ambición y con un guion al que le falta bastante brillo.
A nadie le amarga un dulce. Ver a alguien poner en jaque al gobierno de Estados Unidos, tampoco. Menos aún si se trata de un viejo conocido como Elliot Alderson, el protagonista de ‘Mr. Robot’. La suerte no ha acompañado a Rami Malek desde que ganara el Oscar por ‘Bohemian Rhapsody’, así que el actor ha vuelto al tipo de papel que lo catapultó a la fama. El de empollón rarito y repleto de tics que tan pronto hackea las cámaras de la CIA como muestra problemas para socializar con su propia novia. ’Amateur’ parece una secuela espiritual de la serie de Sam Esmail, pero se olvida de que no basta con repetir ingredientes para conseguir un mismo plato, también hay que seguir la receta. Sin un guion a la altura, no hay Malek que valga.
Basada en la novela homónima de Robert Littell, la película narra la historia de Charlie Heller, un brillante (aunque sumamente introvertido) criptógrafo de la CIA al que la vida le cambia por completo cuando su esposa fallece durante un atentado terrorista en Londres. Consciente de los medios de su gobierno y de su organización, Heller no entiende por qué nadie parece mover un músculo para vengar a su mujer y decide tomarse la justicia por su mano. Emprende entonces un viaje de venganza por medio mundo y, mientras rastrea a los asesinos de su pareja, la CIA le persigue a él para tratar de detenerlo. Cazador y presa al mismo tiempo.
Esta huida a lo Jason Bourne le sella el pasaporte con toda clase de ciudades europeas (como París, Marsella, Estambul o Madrid), pero también le lleva a visitar todas las zonas comunes del género. Hasta los personajes con los que se cruza son meros estereotipos que parecen basados en los papeles más famosos de los actores que hay detrás. Holt McCallany repite su interpretación de ‘Mindhunter’, Laurence Fishburne vuelve a hacer de mentor badass capaz de cosas inverosímiles, Jon Bernthal es un militar malote y casposo por enésima vez, Rachel Brosnahan sigue pecando de elegir trabajos secundarios como la novia de otro y eso por no volver a citar a Malek.
Tampoco es que incomode ver a los actores en su zona de confort y haciendo lo mismo de siempre. Todos son buenísimos y da gusto reencontrarse con ellos en papeles que clavan. Ni siquiera nos molesta que James Hawes vaya marcando check en cada cliché del género de espías y venganza. Es un director más que solvente y demuestra cierta personalidad al tomarse su tiempo para según qué cosas, como el luto de Malek y Caitriona Balfe. Estos factores no hacen de ‘Amateur’ la película más original del mundo, pero conforman un thriller que entra que da gusto. Lástima que su guion se empeñe en torpedearlo.
Repleto de conejos en la chistera, únicamente capaz de crear tensión a base de persecuciones, predecible y sin sorpresa alguna, con un final de lo más insatisfactorio... Los mejores momentos (los modos en que Malek va dando caza a los asesinos de su mujer) están totalmente desaprovechados. En parte por lo poco desarrollado de la acción y los diálogos, en parte por la falta de conexión emocional con un personaje que no evoluciona y que nunca comparte con nosotros sus planes. Uno sale de la sala conforme, pero con la sensación de que había equipo y recursos para que ‘Amateur’ no se limitara a ser “un thriller más”.
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