El motivo por el que nadie elige el ‘1′ en MotoGP: la maldición que acecha a Jorge Martín
Diez años después de su última aparición, Pecco Bagnaia fue el valiente que optó por el dorsal de campeón, algo que Rossi y Márquez siempre rechazaron.
Es el número que todo piloto sueña con llevar, pero que son muchos los que, al final, optan por no usarlo. Y muchas veces es solo por pura superstición. Una cuestión de suerte que muchos no quieren afrontar porque, si algo les va bien... ¿Por qué cambiarlo? El número 1 en el Mundial de MotoGP es uno de esos que da respeto a todo el que tiene opción de portarlo. Puede ser por puro misticismo, aunque el hecho de usarlo también supone una presión extra que muchos quieren evitar. Se trata de un dorsal que tan solo puede llevar el campeón vigente de la temporada, eso sí, en caso de que lo elija, porque no es algo obligatorio. De hecho, muchos son los que a lo largo de la historia han optado por seguir vistiendo su número habitual. Más que los que han optado por esa peso del campeón del mundo.
Y es que aunque el honor del portar el #1 es algo que sirve como premio por haber sido el mejor piloto de la parrilla, grandes campeones del mundo como Valentino Rossi o Marc Márquez siempre los han rechazado. Los mayores campeones de las últimas décadas del Mundial siempre se han negado a llegar el número del ganador, optando por sus respectivos dorsales, el #46 en el caso del italiano y el #93 para el español, solo por pura superstición. Y es que al número uno le sigue una maldición extendida desde hace años por todo el paddock: dentro de la era MotoGP, quien ha portado el dorsal de campeón, no ha sido capaz de repetir título al año siguiente, con el #1 en su moto.
Sí lo hicieron antes pilotos como Mick Doohan o Giacomo Agostini, que consiguieron volver a ser campeones del mundo con el número uno en sus motos. Pero el australiano fue el último en lograrlo con su Honda. Desde 1999, había sido un hito incapaz de repetirse... hasta que llegó Pecco Bagnaia. En aquel año, Álex Crivillé le arrebataba la corona a su compañero de equipo para ser el primer español campeón del mundo de la categoría reina del Mundial. En honor a su hito, decidió correr con el dorsal de los campeones, pero no fue capaz de repetir la hazaña y, de hecho, acabó el año con su peor resultado en 500cc: fue noveno en la clasificación general y solo ganó una carrera. Kennny Roberts Jr se llevó la corona con Suzuki y también optó por vestir el número uno en su moto al año siguiente. Mala elección para él, porque perdió el título en favor de un Valentino Rossi que rechazó el dorsal del ganador. Y eso cambió la dinámica de la competición porque el italiano encadenó cinco Mundiales. Cinco coronas con el #46 que tantas alegrías le había dado.
Y eso hasta 2006, cuando Nicky Hayden logró ganarle la partida a Rossi. Por eso, en 2007 optó por ponerse el número uno en su Honda, pero... no repitió la hazaña. En ese caso fue Casey Stoner quien ganó el Mundial de MotoGP y, siguiendo al americano, puso el uno en su moto por primera vez en su carrera deportiva. Y tampoco ganó. Valentino volvió a encadenar otros dos Mundiales consecutivos hasta la llegada de Jorge Lorenzo que, ¿adivinan? Se puso el dorsal del campeón en 2011 (su primera corona en la categoría reina llegó en 2010) y, correcto, tampoco revalidó el título. De hecho, ese año ganó Casey Stoner que volvió a lucirlo y, de nuevo, no logró volver a ganar, esta vez con Ducati. En 2012, Lorenzo volvió a ser campeón y, aprendiendo del pasado, se quedó con su #99. Aunque tampoco le ayudó a revalidar la corona, ya que la entrada de Marc Márquez a la competición fue como un huracán y ganó dos Mundiales consecutivos, siempre con su #93 al frente de su Honda.
Desde Doohan, tan solo tres pilotos se atrevieron a ponerse el número uno y siempre les salió mal. Por eso, desde 2011 no se volvió a ver el dorsal del campeón y, en la actualidad, es algo que se está retomando. Pecco Bagnaia fue el primer valiente en mostrar el número uno en su Ducati, en la temporada 2023, después de ganar su primer Mundial. Lo habían rechazado ya campeones como Joan Mir (2020) y Fabio Quartararo (2021), que pese a ganar, se dejaron llevar por la superstición, al igual que ya había pasado con Jorge Lorenzo en 2015 y con Márquez, desde 2016 a 2019. Pero el italiano consiguió romperlo todo. La maldición se esfumó después de más de dos décadas. Bagnaia logró revalidar el título con el número uno y, por ello, optó por dejarlo en su Ducati al año siguiente, en 2024. Diez años sin ver el dorsal de los campeones y logró acabar con toda superstición que rodaba al número uno. Ahora, el turno es de Jorge Martín. Como vigente campeón de MotoGP, el español se ha llevado el número uno a la Aprilia y tendrá la presión de seguir rompiendo una maldición en la que muchos siguen creyendo.
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