REAL VALLADOLID

El destrozo de Ronaldo roza lo inimaginable

El esperpento que ofrece este club es proporcional al abandono que ejerce, entendemos estos días que desde Brasil, su presidente y propietario

VALLADOLID, SPAIN - FEBRUARY 23: Ronaldo Nazario  Chairman of Real Valladolid looks on prior to the La Liga match between Real Valladolid CF and RCD Espanyol at Jose Zorrilla on February 23, 2020 in Valladolid, Spain. (Photo by Angel Martinez/Getty Images)
 PUBLICADA 19/06/21 NA MA33 1COL
Angel Martinez | Getty Images
J.I.Tornadijo
Actualizado a

La caída libre continúa. Lo que parece imposible de empeorar, empeora. El esperpento que ofrece este club es proporcional al abandono que ejerce, entendemos estos días que desde Brasil, su presidente y propietario Ronaldo Nazario. El equipo va camino de batir todos los récords negativos de la historia de la Liga. El ridículo, partido tras partido, sonroja cada día más a los aficionados. El Real Valladolid es un equipo indigno de una categoría como la Primera División. A La Liga de Fútbol Profesional le hace mucho daño que uno de sus 20 participantes en Primera esté dando los espectáculos que está dando. Y tras el cese de Pezzolano ha dado lo mismo con Cocca que con Álvaro Rubio, te ganó el Ourense y te goleó el Getafe, te apabulló el Villarreal y te pinto la cara el Athletic de Bilbao en San Mamés. El número de ridículos es tal que ya aquellas derrotas en Barcelona y en Zorrilla ante el Atlético con el uruguayo que ascendió la pasada temporada, avanzaban simplemente lo que estaba todavía por llegar.

Ayer, para colmo, llegó la bronca entre Luis Pérez y Latasa y todo con las cámaras de televisión en directo. Inconcebible que un jugador trate de sacudir a otro en el banquillo en pleno partido. El cruce de cables de Luis Pérez le hará pasar a la hemeroteca de situaciones dantescas relacionadas con el mundo del fútbol. Suerte hubo que en medio estaba Comert para poner paz y evitar males mayores. Y mientras, Álvaro Rubio ajeno a todo, apareció en la rueda de prensa media hora después de finalizar el partido sin saber por donde soplaba el viento en torno a tan desagradable situación protagonizada por uno de sus capitanes y en su banquillo durante el juego. Todo surrealista.

Quedan ocho jornadas y la sangría puede ser de las que hagan época si nadie pone todo lo que pueda de su parte por evitar esta situación. Lo veo casi imposible. Están todos tan ocupados pensando en su futuro, en que será de cada uno de ellos la próxima temporada, que ya no le prestan la atención necesaria al día a día de la temporada actual. Salta a la vista. Unos analizando lo que debería estar ya analizado, los de arriba. Y otros, los de abajo, reconociendo, como lo hizo Iván Sánchez, que el equipo no había competido.

Y mientras, Ronaldo sin reaccionar. No vende porque no le dan lo que quiere y no toma decisiones porque piensa que antes de comenzar la siguiente temporada lo habrá conseguido vender. No habla, no da la cara y no cambia de arriba abajo a la estructura deportiva responsable de un desastre de dimensiones siderales. Desastre capitaneado por su amigo Paulo André, bien secundado desde Zorrilla por Domingo Catoira y por Bruno Mazziotti. Todos ellos decidieron vender a Monchu, Boyomo, Kike, Lucas Rosa y dejaron que se les escapara Juma Bah. A cambio llegaron Candela, Nikitscher, Aznou…

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Nadie puede obligar a vender el club a Ronaldo, él es el dueño y él decide, pero le pido que recapacite y entienda que si no va a vender, debe cambiarlo todo, hasta la pintura de las paredes del estadio, para que tenga un mínimo de posibilidades de enderezar el rumbo de una nave que todavía puede ir a peor si no pone remedio.

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