Toca honrar a la leyenda De Marcos
Cuelga las botas un jugador irrepetible, una persona modélica por sus valores.


El gudari (guerrero en euskera) del Athletic cuelga hoy las botas. Han ido desfilando estos años jugadores que son parte del escudo del club bilbaíno, pero lo de Óscar de Marcos es incomparable con todo lo que se ha visto por San Mamés en la era reciente. Si uno es capitán del Athletic las 24 horas del día, en el caso de este hombre parece que lo fue cuando vino al mundo, en su primer llanto tras salir del vientre de su madre. Lo es 24/7 como dicen ahora los chavales. Ante todo, la institución, por encima de lucimientos personales o ambiciones ajenas al grupo. Demar siempre ha trabajado desde el silencio, organizando las piezas para que todo marchara engrasado. Alguien modélico por sus valores inquebrantables. Por eso su despedida estuvo cargada de emotividad. Sólo Iribar le mira desde arriba en partidos en la historia del club. Con eso, está todo dicho. Se va él, pero su legado se perpetúa. Y mal haría el club si le pierde de vista. Debe crear un puesto, el que sea, para conservar esta figura imprescindible.
Sólo por honrar a esta leyenda, ya merece la pena poner los cinco sentidos en el partido de hoy. La Liga se cierra donde se abrió en agosto, en San Mamés. El estadio ha vivido días que tocan la fibra sensible. Hasta eligió a uno de los dos campeones europeos, el Tottenham. El año que viene aquí se escuchará la bendita musiquilla de la Champions. El tiempo pasa. ya solo quedará Galarreta como superviviente de la vieja Catedral. Bueno, el espíritu de De Marcos también flotará en el ambiente.
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