Ruud acaba con la magia de Munar y se medirá con Sinner

Casper Ruud se encargó de disolver de golpe y porrazo el efecto ‘Mágico Munar’ que había creado el español en el Foro Itálico. El noruego, de 26 años y séptimo del ranking mundial, atraviesa un dulce estado de forma desde su victoria en el Madrid Open hace una semana y media, y este miércoles resultó demasiado para el balear, incapaz ante un Ruud que sumó su noveno triunfo consecutivo (6-3 y 6-4 en 1h37). Por segunda vez en su carrera, Munar se quedó a las puertas de estrenarse en unos cuartos de final de Masters 1.000, mientras que el de Oslo, el primer campeón en la Caja Mágica que, acto seguido, alcanza la antepenúltima ronda en Roma desde Alexander Zverev en 2021, se medirá el jueves (19:00, M+) con Jannik Sinner, número uno del mundo.

Se pudo, por fin, disputar un partido que tendría que haberse jugado en el último turno de la sesión nocturna del martes, pero el retraso que hubo por lluvias forzó a posponerlo (se anunció a las 23:00, acorde a la nueva normativa) a este miércoles. El retraso le vino bien, sobre el papel, a un Ruud que llegó sin descanso a Roma después de su triunfo en Madrid, y lo cierto es que se vio a Casper muy fresco durante el partido. El noruego brilló con el servicio (78% de puntos ganados con primeros y 79% con segundos), y no le dio ninguna facilidad a un Munar que llegaba lanzado después de sus aplastantes victorias sobre Ben Shelton y Seb Korda. “Ha sido un poco complicado, ayer esperamos todo el día para jugar, no pudimos y tienes que resetear. Estuvimos en nuestra burbuja ocho o nueve horas en este sitio, luego te vas a casa y tienes que resetear para hoy. Estoy orgulloso por la forma en la que lo he manejado”, explicó Ruud sobre el aplazamiento.

Munar, de 28 años y 66º mundial (es virtualmente 56º), en los segundos octavos de final de Masters 1.000 de su vida (también los alcanzó en Madrid 2023), no pudo sacar a relucir las virtudes con las que pudo vencer a los estadounidenses en los días previos. Si ante Shelton y Korda combinó únicamente 16 errores no forzados, ocho en cada partido, frente a Ruud cometió 17 solo en el primer set. Más nervioso y errático, Jaume no encontró la manera de poner buenos restos frente a un Ruud que últimamente se le había dado bien: venía de ganarle dos de los últimos tres duelos entre ambos (en Tokio 2022 y Dallas 2025), y en el Abierto de Australia de este año venció el noruego en cinco apretados sets.

“Sienta genial, ha sido un partido complicado ante Jaume, nos conocemos bien. Este año ya habíamos tenido dos partidos duros, en Australia estuvimos cinco sets, y en Dallas fue muy ajustado en semifinales. La tercera vez va a mi lado, no ha sido tan ajustado hoy, pero ha sido un partido complicado, un break podía cambiarlo todo. Estoy contento con mi servicio”, manifestó Casper después de sumar su noveno triunfo seguido y colocarse 23-0 este curso cuando gana el primer set. Es el gran dominador de la tierra batida desde 2020, pues nadie suma más victorias (128), finales (17) y títulos (12) en esta superficie que el de Oslo, aunque él no lo siente así. “Ganar partidos es una cosa, y hacerlo en grandes torneos es otra. He hecho ambas, pero considero que Alcaraz ha tenido unos años mejores en esta superficie, ganando en París, Madrid, Montecarlo... Son títulos más grandes que yo, pero han sido cinco buenos años para mí sobre tierra. Siento que es el patio de mi casa, pero no significa que no pierda en esta superficie”.

Va lanzado Ruud, aunque el jueves tendrá el más difícil todavía. En los que son sus 14º cuartos de final de Masters 1.000, el temido Jannik Sinner aparece en su camino. El número uno del mundo, en su primer torneo de vuelta tras estar parado tres meses por sanción, va cogiendo velocidad de crucero en el Foro Itálico, y encima le ha ganado al noruego las tres veces en las que se han encontrado. Pese a ello, no pierde la fe Ruud. “Estoy ahora en una buena racha, pero mañana será uno de los partidos más duros del año. Jannik me ganó bien ganado el año pasado en Turín, esta vez jugamos de nuevo en Italia, aunque en otro sitio y en otra superficie. Me estoy sintiendo bien y él parece estar bien desde el primer partido, así que veremos, será un buen partido mañana”, remató después de acabar con la magia de Munar.

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