Un bendecido Sinner aplasta a Ruud para llegar a semifinales
El italiano da una exhibición de época ante un Ruud que llegaba lanzado y se mete en las semifinales de Roma por primera vez en su carrera. Paul le espera este viernes.

Con una versión algo intermitente en sus tres primeros partidos en el Masters 1.000 de Roma, Jannik Sinner volvió este jueves a ser el Jannik Sinner más reconocible, ese robot que era el italiano antes de su sanción de tres meses. El número uno del mundo no tuvo piedad alguna para pasar por encima de todo un Casper Ruud (6-0 y 6-1 en 64 minutos), uno de los tenistas más en forma del momento, en lo que fue una declaración de intenciones: Sinner ya está aquí. Mejor dicho, como si no se hubiese ido nunca. Volvió a jugar, a ganar, a aplastar, como ese jugador bendecido por los dioses del tenis que había atrapado los dos últimos Grand Slams, las ATP Finals y la Copa Davis. Ahora, después de su visita el miércoles al papa León XIV, también cuenta con una bendición divina tras pagar por sus pecados durante 104 días de inactividad. Ya en las primeras semifinales de su vida en el torneo, el de San Cándido se medirá este viernes con Tommy Paul (no antes de las 20:30, M+), que superó a Hubert Hurkacz por la mañana (7-6 (4) y 6-3 en 2h00).
A medida que ha ido subiendo la dificultad de sus rivales en su primer torneo tras la sanción, Sinner ha ido también incrementando el nivel. Por eso, teniendo enfrente a Casper Ruud, de 26 años y séptimo del ranking mundial, en medio de una racha de nueve victorias seguidas y título en Madrid incluido, el italiano se vio obligado a pisar el acelerador a fondo. Puede que hasta se pasase de fuerzas, porque la paliza que le asestó al de Oslo fue demoledora, tremenda, apabullante. Incluso dolorosa, al menos para un Ruud que no tuvo la forma de responder ante un soberbio Sinner, en modo extraterrestre para sumar la que es su 25ª victoria consecutiva en el circuito. No pierde un partido desde el 2 de octubre de 2024 en la final de Pekín frente a Carlos Alcaraz, y el triunfo de este jueves es un aviso para navegantes: el pelirrojo está de vuelta, ya es el de siempre, y su breve fase de ir cogiendo rodaje poco a poco es parte del pasado.
En un Foro Itálico repleto de preciosas estatuas, el primer set que protagonizó Jannik puede ser considerado sin duda alguna como arte. Hizo prácticamente todo bien el italiano, al que el algoritmo de la ATP que calcula la calidad de su juego le dio una nota de 9,62 sobre 10 en el encuentro (9,36 en la manga inicial). Casi de matrícula de honor, Sinner ganó 25 de los 32 puntos que se disputaron en el primer parcial (55 de 77 en el partido), colocando ocho golpes ganadores (acabaron siendo 22) y endosando un rosco en apenas 27 minutos. Jugó esquinado y profundísimo con la derecha (ni una sola botó dentro de los cuadros de saque), sacó a base de cañones y movió a Ruud por toda la pista como pollo sin cabeza.
No ayudó, además, que el de San Cándido venía de tener un día más de descanso por el aplazamiento del duelo entre el nórdico y Jaume Munar. Pese a ello, Jannik no tuvo ningún tipo de piedad con el noruego, que encajó bastante bien el correctivo que estaba recibiendo y nunca dejó de intentarlo, aunque no hubo ni rastro de ese especialista en tierra batida que, con su derecha tan pesada, había desactivado a pegadores como Jack Draper en la final de Madrid.
Ruud, con humor: “Ha sido casi divertido”
Poco cambió en la segunda manga, en la que, al menos, al noveno juego pudo por fin sumar Casper, que lo celebró mirando al cielo y levantando los brazos. Se llevó la ovación del público del Campo Centrale, que a la vez miraba ojiplático a la exhibición que estaba marcándose el ídolo local. No hubo rastro ni siquiera de los bajones que había tenido Sinner en sus tres primeros partidos en el Foro Itálico, y casi arrancaba a sudar el pelirrojo cuando liquidó el partido con su sexto break. Rieron el italiano y Ruud en la red, seguramente sin explicarse muy bien ninguno lo que acababa de pasar.
“Hoy me he sentido genial en pista, todos lo hemos visto. Mi objetivo en este torneo era ver dónde estaba mi nivel, ha ido creciendo día tras día, y eso me hace muy feliz. No importa tanto el resultado, cómo me he sentido hoy es una señal muy positiva para mí. Pero todo puede cambiar en un día, una actuación no puede decir todo de la forma que tengo ahora. Hoy todo ha salido muy bien, he sacado y restado bien, me he movido genial. Estoy feliz por ello, ahora a ver qué pasa en las semifinales”, fue el análisis de Sinner tras apalizar a un Ruud que se lo tomó con humor. “No sienta tan mal. Sinceramente, creo que fue más divertido que otra cosa, a pesar de que haya perdido 6-0 y 6-1. Miras al chico y dices ‘wow, esto es una mierda de otro nivel’. Ha sido casi divertido de presenciar a la vez”, dijo el nórdico después de que su rival alcanzase por primera vez las semifinales del Masters 1.000 de Roma, donde este viernes luchará con Tommy Paul (balance de 3-1 para Jannik) por acceder al duelo por el título. El número uno está muy de vuelta.
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