El superalimento repleto de omega-3 que ayuda a mejorar la salud del corazón y tiene propiedades anticancerígenas
Se trata de una estupenda incorporación para la dieta, ya que, además, es fuente de fibra y proteínas, aparte de otros beneficios para la salud.


La linaza, también conocida como semilla de lino, ha ganado popularidad en los últimos años por sus notables beneficios para la salud. Esta pequeña semilla de color marrón o dorado, proveniente de la planta Linum usitatissimum, ha sido utilizada desde hace siglos en varias culturas tanto en la alimentación como en la medicina natural.
Ya Hipócrates, el famoso médico griego considerado el padre de la medicina, y que da nombre al juramento hipocrático, la utilizaba para tratar una gran diversidad de dolencias, como los problemas digestivos o de la piel. Y el propio rey Carlomagno volvió su consumo obligatorio por considerarlo beneficioso para la salud.
Y es que la linaza es una de las fuentes vegetales más ricas en ácido alfa-linolénico (ALA), un tipo de ácido graso omega-3 que tiene propiedades antiinflamatorias. El consumo regular de ALA puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, disminuir la presión arterial y proteger las arterias.
Además, es una fuente rica en fibra, tanto soluble como insoluble, por lo que mejora el tránsito intestinal, previene el estreñimiento, ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, y favorece la sensación de saciedad, ayudando en el control del peso.

Ayuda a prevenir el cáncer
Asimismo, la linaza es rica lignanos fitoestrógenos, que son compuestos vegetales que imitan la hormona estrógeno en el cuerpo, vinculados con efectos de equilibrio hormonal en el cuerpo, pero, también, gracias a sus propiedades antioxidantes, ayudan en la prevención del cáncer, especialmente de mama y próstata.
Y, por si fueran pocos los beneficios de su consumo, la linaza también es una gran fuente vegetal de proteínas y otros estudios han mostrado que estaría podría ayudar también a reducir los niveles de colesterol LDL (el conocido como colesterol malo) ytriglicéridos. Esto, junto con sus ácidos grasos omega-3 y la fibra, fortalece el sistema cardiovascular.
De acuerdo con la nutricionista británica Jenny Tschiesche: “Para garantizar una alta biodisponibilidad de sus componentes bioactivos, la linaza debe consumirse molida. Si se consume la semilla entera, el cuerpo no la digerirá completamente y, por lo tanto, no recibirá toda la gama de beneficios nutricionales”. Así, por ejemplo, se puede utilizar a la hora de hornear pan, en magdalenas o en pasteles, añadiéndola a los cereales del desayuno o incluso en batidos.
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